Salmos 131: Confiando en Dios como un niño.
1 Cántico gradual: de David. JEHOVA, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas para mí demasiado sublimes.
2 En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, Como un niño destetado de su madre: Como un niño destetado está mi alma.
3 Espera, oh Israel, en Jehová Desde ahora y para siempre.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“ … estoy callado y tranquilo, como un niño pequeño está quieto al lado de su madre. Sí, como un niño pequeño es mi alma.” [Versículo 2, Nueva Biblia Viva]. Este breve salmo nos revela la imagen de un niño satisfecho en los brazos de su madre. Está satisfecho y ahora no la busca para saciar su hambre, ahora está allí porque le ama. Ha concluido el período de lactancia pero no ha terminado el afecto del niño por su madre. Volverá a ella una y otra vez en busca de solaz cuando enfrente las duras batallas de la vida. De la misma manera el ser humano cuando verdaderamente conoce a Dios deja atrás lo que el mundo le ofrece, el orgullo, la vanidad y la grandeza porque ha establecido una relación permanente con su Creador. “Cuando un niño ya no necesita el alimento de su madre, [cuando ha terminado esa primera parte de su alimentación] “ [pasa] de una condición temporal a un estado en el que continuará por el resto de su vida: elevarse por encima del mundo es entrar en una existencia celestial que nunca puede terminar”. (Spurgeon). “Cual la quietud de un arroyo es la paz que yo siento, cuando estoy con mi Jesús. Es su amor tan sublime, es un gozo indecible, que hace feliz mi corazón.” [autor desconocido]
Psalms 131: Simple Trust in the Lord.
1 Lord, my heart is not haughty, nor mine eyes lofty: neither do I exercise myself in great matters, or in things too high for me.
2 Surely I have behaved and quieted myself, as a child that is weaned of his mother: my soul is even as a weaned child.
3 Let Israel hope in the Lord from henceforth and for ever.
Reflexion by Noemi Dominguez:
” … Instead, I have calmed and quieted myself, like a weaned child who no longer cries for its mother’s milk. Yes, like a weaned child is my soul within me.”[Verse 2, New Living Translation]. This brief psalm reveals to us the image of a satisfied child in his mother’s arms. He is satisfied and now he does not look for her to satisfy his hunger, now he is there because he loves her. The breastfeeding period has ended but the child’s affection for his mother will not. He will return to her again and again in search of solace when he faces the hard battles of life. In the same way a man or a woman when he or she truly knows God, he or she leaves behind what the world offers him or her: pride, vanity and delutions of grandeur s because he or she has established a permanent relationship with his Creator. “When a child no longer needs his mother’s food, [when he has finished that first stage of his feeding cycle], ” he [passes] from a temporary condition to a state in which he will continue for the rest of his life: to rise above the world is to enter into a heavenly existence that can never end.” (Spurgeon). “Like the stillness of a stream is the peace that I feel, when I am with my Jesus. It is his sublime love, it is an unspeakable joy, which makes my heart happy. ” [unknown author]
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