Salmos 119 (Zayin: 49-56) Acuérdate de la palabra dada á tu siervo.
49 Acuérdate de la palabra dada á tu siervo, En la cual me has hecho esperar.
50 Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado.
51 Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley.
52 Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme.
53 Horror se apoderó de mí, á causa De los impíos que dejan tu ley.
54 Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.
55 Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.
56 Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Esperaré para ver el bien que Dios va hacerme por medio de la prueba, con la certeza que Él lo hará. De esta manera daremos un testimonio honorable al mundo y fortaleceremos las manos de otros.” [George Muller]. Hemos visto últimamente desgarradoras escenas en funerales cuando seres queridos son despedidos con los alaridos de desesperación de madres desconsoladas. En muchos de estos casos las personas están rodeadas de símbolos religiosos pero sin consuelo. También he asistido a funerales donde existe, sin duda, el mismo dolor, pero los seres queridos muestran una incomprensible serenidad y paz. “Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo, palabra con la que me infundiste esperanza. Este es mi consuelo en medio del dolor: que tu promesa me da vida.” [versículos 49 y 50, Nueva Versión Internacional]. No sabemos las circunstancias que rodeaban al salmista cuando escribió esto pero sus palabras son evidencias de una persona con paz y esperanza ancladas en La Palabra. Aquellos quienes hemos despedido seres queridos, hemos escuchado las bien intencionadas palabras de quienes desean consolarnos, pero ha sido la presencia de Dios y las promesas de Su Palabra las que han traído a mi vida consuelo y paz. “”Amaré la luz porque me muestra el camino, pero soportaré la oscuridad porque me muestra las estrellas”. [Og Mandino]. “¡Oh qué paz Jesús me da!, paz que antes ignoré. Todo nuevo se tornó desde que su paz hallé. De mis obras despojado, vi la obra de Jesús. Supe que la paz fue hecha por la sangre de su cruz.” [Francis A. Blackmer]. Recibe a Cristo, recibe Su paz.
Psalms 119 (Zayin 49-56): Remember the word unto thy servant.
49 Remember the word unto thy servant, upon which thou hast caused me to hope.
50 This is my comfort in my affliction: for thy word hath quickened me.
51 The proud have had me greatly in derision: yet have I not declined from thy law.
52 I remembered thy judgments of old, O Lord; and have comforted myself.
53 Horror hath taken hold upon me because of the wicked that forsake thy law.
54 Thy statutes have been my songs in the house of my pilgrimage.
55 I have remembered thy name, O Lord, in the night, and have kept thy law.
56 This I had, because I kept thy precepts.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“I will wait to see the good that God is going to do to me through trials [I must endure], with the certainty that He will do it. In this way we will bear honorable witness to the world and strengthen the hands of others.” [George Muller]. We’ve seen heartbreaking funeral scenes lately when loved ones say goodbye with the screams of despair coming from heartbroken mothers. In many of these cases people are surrounded by religious symbols but still without comfort. I have also attended funerals where there is, no doubt, the same pain, but loved ones show an incomprehensible serenity and peace. “Remember [always] the word and promise to Your servant, in which You have made me hope. This is my comfort in my affliction, That Your word has revived me and given me life.” [verses 49 and 50, Amplified Bible Version]. We do not know the circumstances surrounding the psalmist when he wrote this, but his words are evidence of a person with peace and hope anchored in The Word. Those of us who have bid farewell to loved ones have heard the well-meaning words of those who wish to comfort us, but it has been God’s presence and the promises of His Word that have brought true comfort and peace into my life. “I will love the light because it shows me the way, but I will endure the darkness because it shows me the stars.” [Og Mandino]. “Oh, the peace the Savior gives! Peace I never knew before; And my way has brighter grown since I’ve learned to trust Him more. But He call’d me closer to Him, Bade my doubting, fearing, cease; And when I had fully yielded, Filled my soul with perfect peace.” [Francis A. Blackmer]. Receive Christ, receive His peace.
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