Salmos 119 (He: 33-40) Guíame por la senda de tus mandamientos.
33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y guardarélo hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; Y la observaré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus mandamientos; Porque en ella tengo mi voluntad.
36 Inclina mi corazón á tus testimonios, Y no á la avaricia.
37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.
38 Confirma tu palabra á tu siervo, Que te teme.
39 Quita de mí el oprobio que he temido: Porque buenos son tus juicios.
40 He aquí yo he codiciado tus mandamientos: Vivifícame en tu justicia.
Reflexión por Noemi Dominguez:
En los ocho versículos de hoy, nueve verbos revelan los deseos del Salmista. Esto es lo que le pide a Dios: enséñame, dame entendimiento, guíame, inclina mi corazón, aparta mis ojos, avívame, confirma, quita mi vergüenza, y vivifícame. El salmista quiere aprender los principios de vida de Dios, pero necesita entendimiento para guardarlos, que es el fin de la enseñanza, esa enseñanza me guiara por la senda correcta, pero para hacerlo debo dejar de lado la avaricia e inclinar mi corazón, doblegar mi voluntad a la suya; así mis ojos no verán la vanidad que tanto nos atrae de este mundo, esto encenderá un fuego dentro de mi confirmando en mi ser interior Tu Palabra. Ésta infundirá en mi un temor reverente, y por haber Dios juzgado mi pecado en la Cruz de Cristo, con tu infinito perdón has limpiado mi vergüenza, poniendo en su lugar el anhelo de tus mandamientos para hallar vida, es decir, para ser vivificada; paradójicamente, en la muerte de Cristo. Esta es mi oración: Muéstrame Señor Tus caminos, enséñame tus sendas a andar, porque estoy cansada de los míos y no quiero ya volver atrás. “¡Anhelo obedecer tus mandamientos! Renueva mi vida con tu justicia.” [versículo 40, Nueva Biblia Viva]. ¡Quiero volver al primer amor que tuve por ti cuando viniste a mi corazón!
Psalms 119 (He 33-40): Make me to go in the path of thy commandments.
33 Teach me, O Lord, the way of thy statutes; and I shall keep it unto the end.
34 Give me understanding, and I shall keep thy law; yea, I shall observe it with my whole heart.
35 Make me to go in the path of thy commandments; for therein do I delight.
36 Incline my heart unto thy testimonies, and not to covetousness.
37 Turn away mine eyes from beholding vanity; and quicken thou me in thy way.
38 Stablish thy word unto thy servant, who is devoted to thy fear.
39 Turn away my reproach which I fear: for thy judgments are good.
40 Behold, I have longed after thy precepts: quicken me in thy righteousness.
Reflexion by Noemi Dominguez:
In today’s eight verses, nine verbs reveal the desires of the Psalmist. This is what he asks of God: teach me, give me understanding, guide me, turn my heart, turn my eyes away, restore me, confirm me, remove my shame, and revive me. The psalmist wants to learn the principles of Life from God, but he needs understanding to keep them, which is the purpose of the teaching; that teaching will guide me on the right path, but to do so I must put aside greed and incline my heart, bend my will to obey yours; so my eyes will not see the vanity that so powerfully pull us so to this world; this will light a fire within me confirming in my inner being Your Word. It will instill in me a reverent fear, and because God has already judged my sin on the Cross of Christ, with your infinite forgiveness you have cleansed my shame, putting in its place the longing for your commandments to find life, that is, to be renewed and to feel alive; strangely enough, in the death of Christ. This is my prayer: Show me Lord Your ways, show me your paths in which to walk, because I am tired of mine, and I do not want to go back. “Look and see—I long for Your guidance; restore me in Your righteousness.”[verse 40, the Voice Version]. I want to return to the love I had for you when you came to my heart!
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