Salmos 3: Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

Salmos 3: Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

Salmos 3: Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

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1 Muchos son, Señor, mis enemigos;
muchos son los que se me oponen,
2 y muchos los que de mí aseguran:
«Dios no lo salvará». Selah

3 Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege;
tú eres mi gloria;
tú mantienes en alto mi cabeza.
4 Clamo al Señor a voz en cuello
y desde su monte santo él me responde. Selah

5 Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar,
porque el Señor me sostiene.
6 No me asustan los miles de escuadrones
que me acosan por doquier.

7 ¡Levántate, Señor!
¡Ponme a salvo, Dios mío!
¡Rómpeles la quijada a mis enemigos!
¡Rómpeles los dientes a los malvados!

8 Tuya es, Señor, la salvación;
¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah

New International Version (NIV)

Holy Bible, New International Version®, NIV® Copyright ©1973, 1978, 1984, 2011 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide.


Reflexión por Noemi Dominguez:

“Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar, porque el Señor me sostiene. No me asustan los miles de escuadrones que me acosan por doquier.” [versículos 5 y 6, NVI]. Los expertos nos dicen de varios factores que pueden hacernos perder el sueño: dolor crónico, depresión y ansiedad, efectos secundarios de medicamentos, trabajo de turno, problemas familiares, pérdida de un ser querido, y las dificultades económicas, entre otras causas. David estaba huyendo de su propio hijo cuando escribe este salmo. Aún sus súbditos se burlaban del él. En medio de todo eso, rodeado de enemigos, era tal la confianza que David tenía en Dios que declara: Yo me acosté y me dormí; desperté, pues el Señor me sostiene. [versículo 5, Versión Biblia de las Américas]. Pero aún dice más, Dios era su escudo a su alrededor, es decir su protección, y era también su gloria, es decir Dios era quien le haría levantar su cabeza. “A los montes por fe miraré y en la cumbre al Señor yo veré. Fiel a Él seguiré sin temor, Su Palabra jamás dudaré. No dormirá mi guardián protector. Hay acaso otro amor así? A los montes por fe miraré y en la cumbre al Señor yo veré” [autor desconocido]. El Bebé de Belén, nuestro Señor y Salvador, no está en un pesebre, Jesús está en el Trono. No sigas cabizbajo, alza tu frente, si tienes a Cristo en tu corazón, ¡lo mejor está aún por venir!


Psalms 3: A psalm of David. When he fled from his son Absalom.

1 Lord, how many are my foes!
How many rise up against me!
2 Many are saying of me,
“God will not deliver him.”[b]

3 But you, Lord, are a shield around me,
my glory, the One who lifts my head high.
4 I call out to the Lord,
and he answers me from his holy mountain.

5 I lie down and sleep;
I wake again, because the Lord sustains me.
6 I will not fear though tens of thousands
assail me on every side.

7 Arise, Lord!
Deliver me, my God!
Strike all my enemies on the jaw;
break the teeth of the wicked.

8 From the Lord comes deliverance.
May your blessing be on your people.

New International Version (NIV)

Holy Bible, New International Version®, NIV® Copyright ©1973, 1978, 1984, 2011 by Biblica, Inc.® Used by permission. All rights reserved worldwide.


Reflexion by Noemi Dominguez:

” Then I lay down and slept in peace and woke up safely, for the Lord was watching over me. 6 And now, although ten thousand enemies surround me on every side, I am not afraid.” [verses 5 and 6, Living Bible]. Experts tell us of several factors that can cause us to lose sleep: chronic pain, depression and anxiety, medication side effects, shift work, family problems, loss of a loved one, and financial hardship, among other causes. David was fleeing from his own son when he writes this psalm. Even his subjects mocked him. In the midst of all this, surrounded by enemies, such was David’s confidence in God that he declares, “I lay down and fell asleep; I woke up, for the Lord sustains me. [verse 5, New American Standard Version]. But he says even more, God was his shield around him, that is, his protection, and it was also his glory, that is, God was the one who would make him lift up his head. “By faith I will look at the mountains, and I will see the Lord on the summit. Faithful to Him I will follow without fear, His Word I will never doubt. My Guard who protects me will not sleep. Is there any other love like that? I will look to the mountains by faith, and on the summit I will see the Lord” [author unknown]. The Baby of Bethlehem, our Lord and Savior, is no longer in a manger, Jesus Christ is on the Throne. Do not continue with your head down, lift up your head, if you have Christ in your heart, the best is yet to come!

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