Salmos 147: Alabanza por el favor de Dios hacia Jerusalén.
1 ALABAD á JAH, Porque es bueno cantar salmos á nuestro Dios; Porque suave y hermosa es la alabanza.
2 Jehová edifica á Jerusalem; A los echados de Israel recogerá.
3 El sana á los quebrantados de corazón, Y liga sus heridas.
4 El cuenta el número de las estrellas; A todas ellas llama por sus nombres.
5 Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; Y de su entendimiento no hay número.
6 Jehová ensalza á los humildes; Humilla los impíos hasta la tierra.
7 Cantad á Jehová con alabanza, Cantad con arpa á nuestro Dios.
8 El es el que cubre los cielos de nubes, El que prepara la lluvia para la tierra, El que hace á los montes producir hierba.
9 El da á la bestia su mantenimiento, Y á los hijos de los cuervos que claman.
10 No toma contentamiento en la fortaleza del caballo, Ni se complace en las piernas del hombre.
11 Complácese Jehová en los que le temen, Y en los que esperan en su misericordia.
12 Alaba á Jehová, Jerusalem; Alaba á tu Dios, Sión.
13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; Bendijo á tus hijos dentro de ti.
14 El pone en tu término la paz; Te hará saciar de grosura de trigo.
15 El envía su palabra á la tierra; Muy presto corre su palabra.
16 El da la nieve como lana, Derrama la escarcha como ceniza.
17 El echa su hielo como pedazos: Delante de su frío ¿quién estará?
18 Enviará su palabra, y los derretirá: Soplará su viento, y fluirán las aguas.
19 El denuncia sus palabras á Jacob, Sus estatutos y sus juicios á Israel.
20 No ha hecho esto con toda gente; Y no conocieron sus juicios. Aleluya.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Tanto en las medicinas como en las guerras hay efectos colaterales que hacemos bien en tomar en cuenta. Así también con el pecado. Dios expulsó a Adan y a Eva del huerto del Eden y no solo ellos sufrieron las consecuencias, Dios pronunció un maldición sobre la bella creación que desde entonces, dejada a si misma, produciría cardos y espinas. Pero lamentablemente no termina allí el impacto colateral del pecado. Con el correr de los tiempos y con el crecimiento de la población hemos contaminado los recursos naturales, tanto del agua como del medio ambiente, pero no hemos agotado ni la paciencia ni el amor del Dios de la creación. “Él cubre los cielos de nubes, envía la lluvia sobre la tierra y hace que la hierba verde crezca en los pastizales del monte. Él alimenta a las bestias salvajes y los polluelos del cuervo lo llaman a él pidiéndole comida.” [versículos 8 y 9, Nueva Biblia Viva]. Dios cuida de Su creación, aún de los cuervos que son abandonados por sus madres poco después de nacer. Si bien nuestro planeta está dando señales de viejo, desde el espacio sigue siendo una hermosa esfera azul y verde. Dios nos sigue viendo con ojos de amor, no solo alimenta las aves, “Sana a los quebrantados de corazón Y venda sus heridas” y “sostiene al afligido” [versículo 3 y 6, Nueva Biblia de las Américas]. Entonces; “¿Cómo podré estar triste? ¿Cómo entre sombras ir? ¿Cómo sentirme solo Y en el dolor vivir? Si Cristo es mi consuelo, Mi amigo siempre fiel, Si aun las aves tienen Seguro asilo en El, ¡Feliz, cantando alegre, Yo vivo siempre aquí; Si El cuida de las aves, Cuidará también de mí!
Psalms 147: Praise to God for His Word and Providence.
1 Praise ye the Lord: for it is good to sing praises unto our God; for it is pleasant; and praise is comely.
2 The Lord doth build up Jerusalem: he gathereth together the outcasts of Israel.
3 He healeth the broken in heart, and bindeth up their wounds.
4 He telleth the number of the stars; he calleth them all by their names.
5 Great is our Lord, and of great power: his understanding is infinite.
6 The Lord lifteth up the meek: he casteth the wicked down to the ground.
7 Sing unto the Lord with thanksgiving; sing praise upon the harp unto our God:
8 Who covereth the heaven with clouds, who prepareth rain for the earth, who maketh grass to grow upon the mountains.
9 He giveth to the beast his food, and to the young ravens which cry.
10 He delighteth not in the strength of the horse: he taketh not pleasure in the legs of a man.
11 The Lord taketh pleasure in them that fear him, in those that hope in his mercy.
12 Praise the Lord, O Jerusalem; praise thy God, O Zion.
13 For he hath strengthened the bars of thy gates; he hath blessed thy children within thee.
14 He maketh peace in thy borders, and filleth thee with the finest of the wheat.
15 He sendeth forth his commandment upon earth: his word runneth very swiftly.
16 He giveth snow like wool: he scattereth the hoarfrost like ashes.
17 He casteth forth his ice like morsels: who can stand before his cold?
18 He sendeth out his word, and melteth them: he causeth his wind to blow, and the waters flow.
19 He sheweth his word unto Jacob, his statutes and his judgments unto Israel.
20 He hath not dealt so with any nation: and as for his judgments, they have not known them. Praise ye the Lord.
Reflexion by Noemi Dominguez:
In both medicines and wars there are side effects that we do well to take into account. So also with sin. God expelled Adam and Eve from the Garden of Eden and not only they suffered the consequences, God pronounced a curse on the beautiful creation that from then on, left to itself, would produce thistles and thorns. But unfortunately the collateral impact of sin does not end there. With the passage of time and with the growth of the population we have polluted the natural resources, both water and the environment, but we have not exhausted neither the patience nor the love of the God of creation. “fills the sky with clouds, preparing rain for the earth, Then turning the mountains green with grass, feeding both cattle and crows.” [verses 8 and 9, The Message]. God cares for His creation, even for ravens who are abandoned by their mothers soon after birth. While our planet is showing signs of old age, from space it is still a beautiful blue and green sphere. God continues to see us with loving eyes, not only feeds the birds, “He heals the heartbroken and bandages their wounds.” and ” puts the fallen on their feet again” [verses 3 and 6, The Message]. If this is so,: “Why should I be discouraged and why should the shadows come? Why should my heart be lonely and long for heaven and home? When Jesus is my portion, a constant Friend is He, His eye is on the sparrow and I know He watches me. His eye is on the sparrow and I know He watches me. I sing because I’m happy; I sing because I’m free; His eye is on the sparrow And I know He watches me.” [Civilla D. Martin].
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