Mateo 6: Jesús enseña sobre tres prácticas de piedad.
1 MIRAD que no hagáis vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos: de otra manera no tendréis merced de vuestro Padre que está en los cielos.
2 Cuando pues haces limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para ser estimados de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
3 Mas cuando tú haces limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha;
4 Para que sea tu limosna en secreto: y tu Padre que ve en secreto, él te recompensará en público.
5 Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
6 Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
7 Y orando, no seáis prolijos, como los Gentiles; que piensan que por su parlería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes á ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
9 Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 Danos hoy nuestro pan cotidiano.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
14 Porque si perdonareis á los hombres sus ofensas, os perdonará también á vosotros vuestro Padre celestial.
15 Mas si no perdonareis á los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
16 Y cuando ayunáis, no seáis como los hipócritas, austeros; porque ellos demudan sus rostros para parecer á los hombres que ayunan: de cierto os digo, que ya tienen su pago.
17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu cabeza y lava tu rostro;
18 Para no parecer á los hombres que ayunas, sino á tu Padre que está en secreto: y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompe, y donde ladronas minan y hurtan;
20 Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompe, y donde ladrones no minan ni hurtan:
21 Porque donde estuviere vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón.
22 La lámpara del cuerpo es el ojo: así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será luminoso:
23 Mas si tu ojo fuere malo, todo tu cuerpo será tenebroso. Así que, si la lumbre que en ti hay son tinieblas, ¿cuántas serán las mismas tinieblas?
24 Ninguno puede servir á dos señores; porque ó aborrecerá al uno y amará al otro, ó se llegará al uno y menospreciará al otro: no podéis servir á Dios y á Mammón.
25 Por tanto os digo: No os congojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, ó que habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?.
27 Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir á su estatura un codo?
28 Y por el vestido ¿por qué os congojáis? Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan;
29 Mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fué vestido así como uno de ellos.
30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más á vosotros, hombres de poca fe?
31 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos?
32 Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester.
33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os congojéis por el día de mañana; que el día de mañana traerá su fatiga: basta al día su afán.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Reflexión por Noemi Dominguez:
En el noticiero de ayer entrevistaron a una madre de cuatro hijos quien manifestó una profunda preocupación acerca de su trabajo y si tendrá ella recursos para alimentar a sus hijos en el 2021. No solo la situación económica preocupa, sino también el peligro del contagio continúa siendo motivo de estrés en el mundo entero. “No dejes que tu mente intimide a tu cuerpo haciéndole creer que debe llevar la carga de sus preocupaciones. [Astrid Alauda]. Jesús magistralmente nos lleva a observar las aves del cielo y las flores del campo a quien Dios alimenta y viste. Jesús les pregunta: “¿No hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? [versículo 30, versión Reina Varela 1960]. Aprendamos a vivir un día a la vez, no llevando hoy las cargas del mañana [versículo 34]; el día de mañana traerá su propio afán. Lamentablemente ocupamos mucho tiempo desgastándonos por preocupaciones acerca de cosas que están fuera de nuestro control, y preocupándonos en vano por tantas cosas que nunca han de ocurrir. El versículo 32 nos da una clave para librarnos de la ansiedad: tu Padre Celestial sabe. Dios no ignora nuestra situación y en el verso 33 no da una alternativa. En lugar de poner nuestras necesidades primero, pongamos Su Reino en primer lugar y Dios se ocupará de suplir nuestras necesidades. “Necesitado, me encuentro Señor, ayúdame a ver yo quiero saber lo que debo hacer. Muestra el camino que debo seguir, Señor por mi bien, yo quiero vivir un día a la vez. Un día a la vez mi Cristo es lo que pido de ti dame la fuerza para vivir un día a la vez; ayer ya paso, mi Cristo, mañana quizás no vendrá, ayúdame hoy yo quiero vivir un día a la vez.” [autor desconocido].
Matthew 6: Do Good to Please God.
1 Take heed that ye do not your alms before men, to be seen of them: otherwise ye have no reward of your Father which is in heaven.
2 Therefore when thou doest thine alms, do not sound a trumpet before thee, as the hypocrites do in the synagogues and in the streets, that they may have glory of men. Verily I say unto you, They have their reward.
3 But when thou doest alms, let not thy left hand know what thy right hand doeth:
4 That thine alms may be in secret: and thy Father which seeth in secret himself shall reward thee openly.
5 And when thou prayest, thou shalt not be as the hypocrites are: for they love to pray standing in the synagogues and in the corners of the streets, that they may be seen of men. Verily I say unto you, They have their reward.
6 But thou, when thou prayest, enter into thy closet, and when thou hast shut thy door, pray to thy Father which is in secret; and thy Father which seeth in secret shall reward thee openly.
7 But when ye pray, use not vain repetitions, as the heathen do: for they think that they shall be heard for their much speaking.
8 Be not ye therefore like unto them: for your Father knoweth what things ye have need of, before ye ask him.
9 After this manner therefore pray ye: Our Father which art in heaven, Hallowed be thy name.
10 Thy kingdom come, Thy will be done in earth, as it is in heaven.
11 Give us this day our daily bread.
12 And forgive us our debts, as we forgive our debtors.
13 And lead us not into temptation, but deliver us from evil: For thine is the kingdom, and the power, and the glory, for ever. Amen.
14 For if ye forgive men their trespasses, your heavenly Father will also forgive you:
15 But if ye forgive not men their trespasses, neither will your Father forgive your trespasses.
16 Moreover when ye fast, be not, as the hypocrites, of a sad countenance: for they disfigure their faces, that they may appear unto men to fast. Verily I say unto you, They have their reward.
17 But thou, when thou fastest, anoint thine head, and wash thy face;
18 That thou appear not unto men to fast, but unto thy Father which is in secret: and thy Father, which seeth in secret, shall reward thee openly.
19 Lay not up for yourselves treasures upon earth, where moth and rust doth corrupt, and where thieves break through and steal:
20 But lay up for yourselves treasures in heaven, where neither moth nor rust doth corrupt, and where thieves do not break through nor steal:
21 For where your treasure is, there will your heart be also.
22 The light of the body is the eye: if therefore thine eye be single, thy whole body shall be full of light.
23 But if thine eye be evil, thy whole body shall be full of darkness. If therefore the light that is in thee be darkness, how great is that darkness!
24 No man can serve two masters: for either he will hate the one, and love the other; or else he will hold to the one, and despise the other. Ye cannot serve God and mammon.
25 Therefore I say unto you, Take no thought for your life, what ye shall eat, or what ye shall drink; nor yet for your body, what ye shall put on. Is not the life more than meat, and the body than raiment?
26 Behold the fowls of the air: for they sow not, neither do they reap, nor gather into barns; yet your heavenly Father feedeth them. Are ye not much better than they?
27 Which of you by taking thought can add one cubit unto his stature?
28 And why take ye thought for raiment? Consider the lilies of the field, how they grow; they toil not, neither do they spin:
29 And yet I say unto you, That even Solomon in all his glory was not arrayed like one of these.
30 Wherefore, if God so clothe the grass of the field, which to day is, and to morrow is cast into the oven, shall he not much more clothe you, O ye of little faith?
31 Therefore take no thought, saying, What shall we eat? or, What shall we drink? or, Wherewithal shall we be clothed?
32 (For after all these things do the Gentiles seek:) for your heavenly Father knoweth that ye have need of all these things.
33 But seek ye first the kingdom of God, and his righteousness; and all these things shall be added unto you.
34 Take therefore no thought for the morrow: for the morrow shall take thought for the things of itself. Sufficient unto the day is the evil thereof.
King James Version (KJV)
Public Domain
Reflexion by Noemi Dominguez:
Yesterday’s newscast included an interview with a mother of four who expressed her deep concern about her employment; whether she will have enough to feed her children in 2021. Not only the economic situation, but also the danger of another wave of the virus continues to be a cause for stress around the world. ” Don’t let your mind bully your body into believing it must carry the burden of its worries. [Astrid Alauda]. Jesus masterfully tells us to observe the birds of the air and flowers of the fields whom God feeds and dresses. Jesus asks them:” won’t God do much more for you, you people of weak faith? [verse 30, Common English Bible Version]. Let us learn to live one day at a time, not carrying today the burdens of tomorrow [verse 34]; tomorrow will bring its own trouble. Unfortunately, we spend a lot of time wasting our energy worrying about things that are well beyond our control and worrying in vain about so many things that never happen. Verse 32 gives us a key to getting rid of anxiety:Your Heavenly Father knows. God does not ignore our situation and in verse 33 Jesus gives us a healthy an alternative. Instead of putting our needs first, let’s put His Kingdom first, and God will take care of our needs. “Needy, I find myself Lord, to help me see I want to know and what should I do. Show the way I must go, Lord for my sake, I want to live one day ata time. One day at a time, my Christ, is what I ask of you; to give me the strength to live one day at a time; yesterday has passed, my Christ, tomorrow may never come, help me today as I want to live one day at a time.” [unknown author].
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