Isaías 56: Recompensa de los que guardan el pacto de Dios.
1 ASI dijo Jehová: Guardad derecho, y haced justicia: porque cercana está mi salud para venir, y mi justicia para manifestarse.
2 Bienaventurado el hombre que esto hiciere, y el hijo del hombre que esto abrazare: que guarda el sábado de profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
3 Y el hijo del extranjero, allegado á Jehová, no hable diciendo: Apartaráme totalmente Jehová de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco.
4 Porque así dijo Jehová á los eunucos que guardaren mis sábados, y escogieren lo que yo quiero, y abrazaren mi pacto:
5 Yo les daré lugar en mi casa y dentro de mis muros, y nombre mejor que el de hijos é hijas; nombre perpetuo les daré que nunca perecerá.
6 Y á los hijos de los extranjeros que se allegaren á Jehová para ministrarle, y que amaren el nombre de Jehová para ser sus siervos: á todos los que guardaren el sábado de profanarlo, y abrazaren mi pacto,
7 Yo los llevaré al monte de mi santidad, y los recrearé en mi casa de oración; sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa, casa de oración será llamada de todos los pueblos.
8 Dice el Señor Jehová, el que junta los echados de Israel: Aun juntaré sobre él sus congregados.
9 Todas las bestias del campo, todas las bestias del monte, venid á devorar.
10 Sus atalayas ciegos son, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir.
11 Y esos perros ansiosos no conocen hartura; y los mismos pastores no supieron entender: todos ellos miran á sus caminos, cada uno á su provecho, cada uno por su cabo.
12 Venid, dicen, tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, ó mucho más excelente.
Reflexión por Noemi Dominguez:
En muchos lugares hay paredes llenas de nombres, ya sea de veteranos de guerras o de donantes. Es una manera de reconocer a personas por sus logros o por su generosidad. Este capítulo nos presenta ejemplos de reconocimiento y aceptación inéditos para la cultura en la cual fueron dichos. Tanto los eunucos como los discapacitados y los extranjeros no podían entrar en el templo para participar del culto de Jehová. Lo que no era aceptable para el pueblo de Israel [Deuteronomio 23], será bienvenido en el reino venidero de Cristo; Isaías trae esperanza en este capítulo para ellos y para todos los despreciados porque Dios no rechaza a nadie que le busca y le sigue. Dirigiéndose específicamente a los eunucos, que por su condición no tendrían descendencia y por lo tanto sus nombres pasarían al olvido, les promete: “les concederé ver grabado su nombre dentro de mi templo y de mi ciudad; ¡eso les será mejor que tener hijos e hijas! También les daré un nombre eterno que jamás será borrado.” [versículo 5, Nueva Versión Internacional]. Sus nombres estarán grabados en el templo; pero hay algo aun más precioso, lo que dice Isaías 49 acerca de la Jerusalén, con más razón se aplica la cristiano: “«¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré! Grabada te llevo en las palmas de mis manos … “[versículo 15 y 16, Nueva Versión Internacional]. Oh, las manos de Jesús. “Manos que sufrieron el clavo y la cruz; Manos redentoras de mi buen Jesús. De esas manos bellas yo confiado estoy, ellas van guiando, pues al cielo voy.” [Alfredo Colom].
Isaiah 56: Salvation for the Gentiles.
1 Thus saith the Lord, Keep ye judgment, and do justice: for my salvation is near to come, and my righteousness to be revealed.
2 Blessed is the man that doeth this, and the son of man that layeth hold on it; that keepeth the sabbath from polluting it, and keepeth his hand from doing any evil.
3 Neither let the son of the stranger, that hath joined himself to the Lord, speak, saying, The Lord hath utterly separated me from his people: neither let the eunuch say, Behold, I am a dry tree.
4 For thus saith the Lord unto the eunuchs that keep my sabbaths, and choose the things that please me, and take hold of my covenant;
5 Even unto them will I give in mine house and within my walls a place and a name better than of sons and of daughters: I will give them an everlasting name, that shall not be cut off.
6 Also the sons of the stranger, that join themselves to the Lord, to serve him, and to love the name of the Lord, to be his servants, every one that keepeth the sabbath from polluting it, and taketh hold of my covenant;
7 Even them will I bring to my holy mountain, and make them joyful in my house of prayer: their burnt offerings and their sacrifices shall be accepted upon mine altar; for mine house shall be called an house of prayer for all people.
8 The Lord God, which gathereth the outcasts of Israel saith, Yet will I gather others to him, beside those that are gathered unto him.
9 All ye beasts of the field, come to devour, yea, all ye beasts in the forest.
10 His watchmen are blind: they are all ignorant, they are all dumb dogs, they cannot bark; sleeping, lying down, loving to slumber.
11 Yea, they are greedy dogs which can never have enough, and they are shepherds that cannot understand: they all look to their own way, every one for his gain, from his quarter.
12 Come ye, say they, I will fetch wine, and we will fill ourselves with strong drink; and to morrow shall be as this day, and much more abundant.
Reflexion by Noemi Dominguez:
In many places there are walls full of names, walls of remembrance of either war veterans or donors. It is a way of recognizing people for their achievements or for their generosity. This chapter presents us with unprecedented examples of recognition and acceptance for the culture in which they were said. Neither eunuchs or the disabled, nor foreigners could enter the temple to participate in God’s worship. What was not acceptable to the people of Israel [Deuteronomy 23] will be welcomed into the coming kingdom of Christ; Isaiah brings hope in this chapter for them and for all of those who feel despised or outcasts because God rejects no one who seeks Him out and cants to follow Him. Addressing specifically the eunuchs, who by their condition would have no offspring and therefore their names would be forgotten, he promises them: “I will make their names remembered within my Temple and its walls. It will be better for them than children. I will give them a name that will last forever. It will never be forgotten. ” [verse 5, International Children’s Version]. Their names will be engraved in the temple; but there is something even more precious, what Isaiah 49 says about Jerusalem, with more reason the Christian applies: ” The Lord answers, “Can a woman forget the baby she nurses? Can she feel no kindness for the child she gave birth to? Even if she could forget her children, I will not forget you. See, I have written your name on my hand. Jerusalem, I always think about your walls “[verses 15 and 16, International Children’s Version]. Oh, the hands of Jesus. “Loving hands of Jesus, hands that suffered the nail and the cross, the redemptive hands of my good Jesus. Those beautiful hands I trust, they are guiding me, on my way to heaven. ” [Alfredo Colom].
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