Isaías 39: Ezequías recibe a los enviados de Babilonia.
1 EN aquel tiempo Merodachbaladán, hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes á Ezechîas; porque había oído que había estado enfermo, y que había convalecido.
2 Y holgóse con ellos Ezechîas, y enseñoles la casa de su tesoro, plata y oro, y especierías, y ungüentos preciosos, y toda su casa de armas, y todo lo que se pudo hallar en sus tesoros: no hubo cosa en su casa y en todo su señorío, que Ezechîas no les mostrase.
3 Entonces Isaías profeta vino al rey Ezechîas, y díjole: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido á ti? Y Ezechîas respondió: De tierra muy lejos han venido á mí, de Babilonia.
4 Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezechîas: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado.
5 Entonces dijo Isaías á Ezechîas: Oye palabra de Jehová de los ejércitos:
6 He aquí, vienen días en que será llevado á Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy: ninguna cosa quedará, dice Jehová.
7 De tus hijos que hubieren salido de ti, y que engendraste, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
8 Y dijo Ezechîas á Isaías: La palabra de Jehová que has hablado, es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y verdad en mis días.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Reflexión por Noemi Dominguez:
“”Los necios [y también los indiscretos] se apresuran a entrar donde los ángeles temen [siquiera] pisar.” [Alexander Pope]. La mezcla de la indiscreción y la vanidad puede tener resultados funestos. Después de una gran victoria, una gran caída. Estas pocas palabras pueden resumir todo el capítulo de hoy. Los buenos augurios a Ezequías por su pronta y completa recuperación venían directamente de un sospechoso origen. Merodac Baladán significa: “amarga opresión, no del Señor.” A los representantes de este personaje Ezequías muestra todos los tesoros, las riquezas que la prosperidad de los años de Salomon habían traído al reino de Judá. “Ayer,” Ezequías, angustiado, había desplegado las amenazadoras cartas delante de Jehová, “hoy”, despliega los tesoros a los portadores de las cartas. Nuestro tesoro más grande no es lo que tenemos sino quienes somos en nuestro interior. Ese tesoro se muestra en nuestra actitud hacia la vida, en nuestras palabras y en nuestras acciones. Mostrar estos tesoros con humildad y discreción siempre tendrán buenas consecuencias. Pero hay algo aún más valioso pero que no es para ser mostrado a los seres humanos; es quienes somos en lo profundo de nuestro ser. Un corazón integro que adora en Espíritu y en Verdad. “Hay momentos que, no deberían terminar, hay segundos que, tendrían que ser eternidad, cuando tu espíritu Señor se toca con el mío y mi corazón estalla en adoración. Te amo mi Señor, se acaban las palabras, solo me queda mi alma para cantarte. Te adoro mi Señor no hay nada alrededor solo estamos tu y yo, solo estamos Tú y yo. [D. Montero].
Isaiah 39: The Babylonian Envoys.
1 At that time Merodachbaladan, the son of Baladan, king of Babylon, sent letters and a present to Hezekiah: for he had heard that he had been sick, and was recovered.
2 And Hezekiah was glad of them, and shewed them the house of his precious things, the silver, and the gold, and the spices, and the precious ointment, and all the house of his armour, and all that was found in his treasures: there was nothing in his house, nor in all his dominion, that Hezekiah shewed them not.
3 Then came Isaiah the prophet unto king Hezekiah, and said unto him, What said these men? and from whence came they unto thee? And Hezekiah said, They are come from a far country unto me, even from Babylon.
4 Then said he, What have they seen in thine house? And Hezekiah answered, All that is in mine house have they seen: there is nothing among my treasures that I have not shewed them.
5 Then said Isaiah to Hezekiah, Hear the word of the Lord of hosts:
6 Behold, the days come, that all that is in thine house, and that which thy fathers have laid up in store until this day, shall be carried to Babylon: nothing shall be left, saith the Lord.
7 And of thy sons that shall issue from thee, which thou shalt beget, shall they take away; and they shall be eunuchs in the palace of the king of Babylon.
8 Then said Hezekiah to Isaiah, Good is the word of the Lord which thou hast spoken. He said moreover, For there shall be peace and truth in my days.
King James Version (KJV)
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Reflexion by Noemi Dominguez:
“”Fools [and also indiscreet people] rush in where [even] angels fear to tread.” [Alexander Pope]. The mixture of indiscretion and vanity can have dire results. After a big victory, a big downfall. These few words can sum up today’s entire chapter. The good omens to Hezekias for his speedy and complete recovery came directly from a suspicious origin. Marduk-Baladan means: “bitter oppression, not of the Lord.” To the representatives of this character, Hezekiah shows all the treasures, the riches that the prosperity of the years of Salomon had brought to the kingdom of Judah. “Yesterday,” Hezekiah, distraught, had deployed the menacing letters before the Lord, “today,” he unfolds the treasures to the bearers of the new letters. Our greatest treasure is not what we have but who we are within. That treasure is shown in our attitude toward life, in our words and in our actions. Showing these treasures with humility and discretion will always have good consequences. But there is something even more valuable that is not to be shown to human beings; it is who we are deep in our being. A heart that worships with integrity in Spirit and in Truth. “There are moments that, should never end, there are seconds that should last forever, when Your Spirit Lord touches mine and my heart bursts into worship. I love you my Lord, I have no words, only I’m left with my soul to sing to you. I worship you, my Lord, no one is around, only you and me, only you and me. [D. Montero].
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