2 Tesalonicenses 2: Manifestación del hombre de pecado.
1 EMPERO os rogamos, hermanos, cuanto á la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestro recogimiento á él,
2 Que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el día del Señor esté cerca.
3 No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición,
4 Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.
5 ¿No os acordáis que cuando estaba todavía con vosotros, os decía esto?
6 Y ahora vosotros sabéis lo que impide, para que á su tiempo se manifieste.
7 Porque ya está obrando el misterio de iniquidad: solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide;
8 Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
9 A aquel inicuo, cuyo advenimiento es según operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos,
10 Y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
11 Por tanto, pues, les envía Dios operación de error, para que crean á la mentira;
12 Para que sean condenados todos los que no creyeron á la verdad, antes consintieron á la iniquidad.
13 Mas nosotros debemos dar siempre gracias á Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fe de la verdad:
14 A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
15 Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra.
16 Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dió consolación eterna, y buena esperanza por gracia,
17 Consuele vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Momento de Reflexión por Noemi Dominguez:
¡No hay nada nuevo debajo del sol! Uno de los delitos de nuestra década es el robo de identidad. Un estudio reciente reveló que se han robado la identidad de más de un millón de niños, las dos terceras parte de los cuales eran menores de siete años. Aparentemente alguien había escrito o enseñado que el Dia del Señor estaba cerca, usando falasamente el nombre del Apóstol Pablo. Aun más trágico que el uso fraudulento de tarjetas de crédito (hubo un aumento del 24% de casos reportados en el 2018 comparado con el 2017) es cuando Satanás nos roba nuestra nueva identidad. Cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador adquirimos una nueva identidad, somos una nueva creación; las cosas viejas pasaron (borrón y cuenta nueva 2 Corintios 5:17). Nuestro enemigo nos roba nuestra nueva identidad de hijos de Dios cuando nos atormenta con el pasado, aun cuando éste ha sido perdonado por Dios, nos carga con la culpabilidad y la vergüenza haciéndonos dudar de nuestra salvación e introduciendo nuevas doctrinas o revelaciones extra Bíblicas. El mejor seguro de protección del robo de identidad espiritual es la lectura de las Sagradas Escrituras y la fe en nuestro Señor Jesucristo. ¡Mantengámonos firmes!
2 Thessalonians 2: The Great Apostasy.
1 Now we beseech you, brethren, by the coming of our Lord Jesus Christ, and by our gathering together unto him,
2 That ye be not soon shaken in mind, or be troubled, neither by spirit, nor by word, nor by letter as from us, as that the day of Christ is at hand.
3 Let no man deceive you by any means: for that day shall not come, except there come a falling away first, and that man of sin be revealed, the son of perdition;
4 Who opposeth and exalteth himself above all that is called God, or that is worshipped; so that he as God sitteth in the temple of God, shewing himself that he is God.
5 Remember ye not, that, when I was yet with you, I told you these things?
6 And now ye know what withholdeth that he might be revealed in his time.
7 For the mystery of iniquity doth already work: only he who now letteth will let, until he be taken out of the way.
8 And then shall that Wicked be revealed, whom the Lord shall consume with the spirit of his mouth, and shall destroy with the brightness of his coming:
9 Even him, whose coming is after the working of Satan with all power and signs and lying wonders,
10 And with all deceivableness of unrighteousness in them that perish; because they received not the love of the truth, that they might be saved.
11 And for this cause God shall send them strong delusion, that they should believe a lie:
12 That they all might be damned who believed not the truth, but had pleasure in unrighteousness.
13 But we are bound to give thanks alway to God for you, brethren beloved of the Lord, because God hath from the beginning chosen you to salvation through sanctification of the Spirit and belief of the truth:
14 Whereunto he called you by our gospel, to the obtaining of the glory of our Lord Jesus Christ.
15 Therefore, brethren, stand fast, and hold the traditions which ye have been taught, whether by word, or our epistle.
16 Now our Lord Jesus Christ himself, and God, even our Father, which hath loved us, and hath given us everlasting consolation and good hope through grace,
17 Comfort your hearts, and stablish you in every good word and work.
King James Version (KJV)
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Momento de Reflexión por Noemi Dominguez:
¡No hay nada nuevo debajo del sol! Uno de los delitos de nuestra década es el robo de identidad. Un estudio reciente reveló que se han robado la identidad de más de un millón de niños, las dos terceras parte de los cuales eran menores de siete años. Aparentemente alguien había escrito o enseñado que el Dia del Señor estaba cerca, usando falasamente el nombre del Apóstol Pablo. Aun más trágico que el uso fraudulento de tarjetas de crédito (hubo un aumento del 24% de casos reportados en el 2018 comparado con el 2017) es cuando Satanás nos roba nuestra nueva identidad. Cuando recibimos a Cristo como Señor y Salvador adquirimos una nueva identidad, somos una nueva creación; las cosas viejas pasaron (borrón y cuenta nueva 2 Corintios 5:17). Nuestro enemigo nos roba nuestra nueva identidad de hijos de Dios cuando nos atormenta con el pasado, aun cuando éste ha sido perdonado por Dios, nos carga con la culpabilidad y la vergüenza haciéndonos dudar de nuestra salvación e introduciendo nuevas doctrinas o revelaciones extra Bíblicas. El mejor seguro de protección del robo de identidad espiritual es la lectura de las Sagradas Escrituras y la fe en nuestro Señor Jesucristo. ¡Mantengámonos firmes!
There is nothing new under the sun! One of the crimes of our decade is identity theft. A recent study revealed that the identity of more than one million children has been stolen, two-thirds of whom were under the age of seven. Apparently someone had written or taught that the Day of the Lord was near, falsely using the name of the Apostle Paul. Even more tragic than the fraudulent use of credit cards (there was a 24% increase in reported cases in 2018 compared to 2017) is when Satan steals our new identity. When we receive Christ as Lord and Savior we acquire a new identity, we are a new creation; the old things have passed away (erase the old record and star a brand new account, 2 Corinthians 5:17). Our enemy steals our new identity as children of God when it torments us with the past, even when it has been forgiven by God, it burdens us with guilt and shame making us doubt our salvation and introducing new doctrines or extra Biblical revelations. The best insurance of protection from spiritual identity theft is the reading of the Holy Scriptures and faith in our Lord Jesus Christ. Let’s stand firm in Him!
One Comment
Aida Contreras
Amén,, a Gloria a Dios.
Hermoso seguro espiritual, y sin pagar un centavo.
Solo necesitamos ser firmes y constantes en leer la Palabra,
y en todo ser obedientes.
Gracias Señor, por cuidarnos y guiarnos
Para tener la garantía y la seguridad plena en que
Cristo Jesús nos cubre con su gracia eterna,
Y aunque el enemigo batalle por robarnos nuestra identidad
Tendremos una nueva en Cristo Jesús. Amén.