2 Crónicas 26.16-23: Reinado de Uzías (parte 2).
16 Mas cuando fué fortificado, su corazón se enalteció hasta corromperse; porque se rebeló contra Jehová su Dios, entrando en el templo de Jehová para quemar sahumerios en el altar del perfume.
17 Y entró tras él el sacerdote Azarías, y con él ochenta sacerdotes de Jehová, de los valientes.
18 Y pusiéronse contra el rey Uzzías, y dijéronle: No á ti, oh Uzzías, el quemar perfume á Jehová, sino á los sacerdotes hijos de Aarón, que son consagrados para quemarlo: sal del santuario, por que has prevaricado, y no te será para gloria delante del Dios Jehová.
19 Y airóse Uzzías, que tenía el perfume en la mano para quemarlo; y en esta su ira contra los sacerdotes, la lepra le salió en la frente delante de los sacerdotes en la casa de Jehová, junto al altar del perfume.
20 Y miróle Azarías el sumo sacerdote, y todos los sacerdotes, y he aquí la lepra estaba en su frente; é hiciéronle salir apriesa de aquel lugar; y él también se dió priesa á salir, porque Jehová lo había herido.
21 Así el rey Uzzías fué leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa apartada, leproso, por lo que había sido separado de la casa de Jehová; y Joatham su hijo tuvo cargo de la casa real, gobernando al pueblo de la tierra.
22 Lo demás de los hechos de Uzzías, primeros y postreros, escribiólo Isaías profeta, hijo de Amós.
23 Y durmió Uzzías con sus padres, y sepultáronlo con sus padres en el campo de los sepulcros reales; porque dijeron: Leproso es. Y reinó Joatham su hijo en lugar suyo.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“«No le corresponde a usted, Uzías, quemar el incienso al Señor. Esta es función de los sacerdotes descendientes de Aarón, pues son ellos los que están consagrados para quemar el incienso. Salga usted ahora mismo del santuario, pues ha pecado, y así Dios el Señor no va a honrarlo» [versículo 18, Nueva Versión Internacional]. “El problema de Uzías era que no estaba contento con la autoridad que Dios le había dado y quería agregar más funciones sacerdotales a su poder real. El poder absoluto, sin embargo, no tiene lugar en el reino de Dios”. [Selman]. La raíz de su problema la encontramos en el versículo 16: “… cuando aumentó su poder, Uzías se volvió arrogante, lo cual lo llevó a la desgracia.” [Nueva Versión Internacional]. A pesar de ser rey y tenerlo todo, y quizás por eso, Uzías no respetó la labor de los sacerdotes. Hagamos con excelencia lo que nos corresponda a cada uno hacer y respetemos a lo que otros hacen. Si hemos delegado responsabilidad, deleguemos también autoridad. El Espíritu Santo respeta a Jesús ya no vendría si el Hijo continuara en esta tierra; Jesús respeta la autoridad del Padre cuando le preguntan acerca de la fecha de Su regreso. Quizás el ejemplo máximo lo encontramos cuando el Padre, aun escuchando el clamor del Hijo en la cruz, no interviene en la misión redentora de Jesus porque para eso Él había venido a este mundo.
2 Chronicles 26.16-23: Uzziah Reigns in Judah (part 2).
16 But when he was strong, his heart was lifted up to his destruction: for he transgressed against the Lord his God, and went into the temple of the Lord to burn incense upon the altar of incense.
17 And Azariah the priest went in after him, and with him fourscore priests of the Lord, that were valiant men:
18 And they withstood Uzziah the king, and said unto him, It appertaineth not unto thee, Uzziah, to burn incense unto the Lord, but to the priests the sons of Aaron, that are consecrated to burn incense: go out of the sanctuary; for thou hast trespassed; neither shall it be for thine honour from the Lord God.
19 Then Uzziah was wroth, and had a censer in his hand to burn incense: and while he was wroth with the priests, the leprosy even rose up in his forehead before the priests in the house of the Lord, from beside the incense altar.
20 And Azariah the chief priest, and all the priests, looked upon him, and, behold, he was leprous in his forehead, and they thrust him out from thence; yea, himself hasted also to go out, because the Lord had smitten him.
21 And Uzziah the king was a leper unto the day of his death, and dwelt in a several house, being a leper; for he was cut off from the house of the Lord: and Jotham his son was over the king’s house, judging the people of the land.
22 Now the rest of the acts of Uzziah, first and last, did Isaiah the prophet, the son of Amoz, write.
23 So Uzziah slept with his fathers, and they buried him with his fathers in the field of the burial which belonged to the kings; for they said, He is a leper: and Jotham his son reigned in his stead.
Reflexion by Noemi Dominguez:
” “It is not for you, Uzziah, to burn incense to Yahweh, but it is for the priests, the descendants of Aaron, who are consecrated to burn incense. Go out of the sanctuary, for you have acted unfaithfully. There will be no honor for you from Yahweh God.” [verse 18, Lexham English Bible]. ” “Uzziah’s problem was that he was not content with the authority God had given him and wanted to add more priestly functions to his royal power. Absolute power, however, has no place in God’s kingdom.” [Selman]. The root of their problem is found in verse 16: “… after Uzziah became powerful, his pride led to his downfall.” [New International Version]. Despite being king and having everything, and perhaps because of that, Uzziah did not respect the work of the priests. Let us do with excellence what each one of us is called to do and respect what others do. If we have delegated responsibility, let us also delegate authority. The Holy Spirit respects the earthly ministry of Jesus, as He would not come unless the Son remained on this earth; Jesus respects the Father’s authority when asked about the date of His return. Perhaps the greatest example is found when the Father, who heard the loud voice of the Son crying on the cross, did not intervene in the redemptive mission of Jesus because that was the reason He had come to this world.
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