2 Crónicas 25. 1-13: Reinado de Amasías (parte 1)
1 DE VEINTICINCO años era Amasías cuando comenzó á reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalem: el nombre de su madre fué Joaddan, de Jerusalem.
2 Hizo él lo recto en los ojos de Jehová aunque no de perfecto corazón.
3 Y luego que fué confirmado en el reino, mató á sus siervos que habían muerto al rey su padre;
4 Mas no mató á los hijos de ellos, según lo que está escrito en la ley en el libro de Moisés, donde Jehová mandó, diciendo: No morirán los padres por los hijos, ni los hijos por los padres; mas cada uno morirá por su pecado.
5 Juntó luego Amasías á Judá, y con arreglo á las familias púsoles tribunos y centuriones por todo Judá y Benjamín; y tomólos por lista de veinte años arriba, y fueron hallados en ellos trescientos mil escogidos para salir á la guerra, que tenían lanza y escudo.
6 Y de Israel tomó á sueldo cien mil hombres valientes, por cien talentos de plata.
7 Mas un varón de Dios vino á él, diciéndole: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque Jehová no es con Israel, ni con todos los hijos de Ephraim.
8 Pero si tú vas, si lo haces, y te esfuerzas para pelear, Dios te hará caer delante de los enemigos; porque en Dios está la fortaleza, ó para ayudar, ó para derribar.
9 Y Amasías dijo al varón de Dios: ¿Qué pues se hará de cien talentos que he dado al ejército de Israel? Y el varón de Dios respondió: De Jehová es darte mucho más que esto.
10 Entonces Amasías apartó el escuadrón de la gente que había venido á él de Ephraim, para que se fuesen á sus casas: y ellos se enojaron grandemente contra Judá, y volviéronse á sus casas encolerizados.
11 Esforzándose entonces Amasías, sacó su pueblo, y vino al valle de la Sal: é hirió de los hijos de Seir diez mil.
12 Y los hijos de Judá tomaron vivos otros diez mil, los cuales llevaron á la cumbre de un peñasco, y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos.
13 Empero los del escuadrón que Amasías había despedido, porque no fuesen con él á la guerra, derramáronse sobre las ciudades de Judá, desde Samaria hasta Beth-oron, é hirieron de ellos tres mil, y tomaron un grande despojo.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“No podemos tener un mundo donde todos sean víctimas. “Soy así porque mi padre me hizo así. Soy así porque mi esposo me hizo de esta manera”. Sí, de hecho estamos formados por traumas que nos suceden. Pero luego debes hacerte cargo, eres responsable”. [Camille Paglia].“… según lo que ordenó el Señor, no mató a los hijos de los asesinos, pues está escrito en el libro de la ley de Moisés: «A los padres no se les dará muerte por la culpa de sus hijos, ni a los hijos se les dará muerte por la culpa de sus padres, sino que cada uno morirá por su propio pecado» [versículo 4, citando a Deuteronomio 24:16]. Es cierto, no llevamos la culpa de lo que hicieron nuestros padres pero, más tristemente, no podemos ser salvos por la fe con la cual ellos confiaron sus vidas a Dios. Aunque debemos hacernos cargo de nuestras faltas, limpiando lo que ensuciamos, restaurando lo que que hemos dañado, pidiendo genuinamente perdón a quienes hemos ofendido, finalmente, no podemos “hacernos cargo” de nuestro pecado. Tanto es esto así, que Dios tuvo que enviar a Su Hijo para que muriendo en la cruz se hiciera cargo ellos. Si nunca lo has hecho, éste es un buen momento para que arrepentido por tus pecados confíes tú, personalmente, en Cristo Jesus, como tu único y suficiente Salvador. [Hechos 4:12]. Señor, ayúdanos a orar por nuestros hijos y nietos y a trasmitirles con claridad que la salvación no es por herencia, sino por un encuentro personal con Dios por medio de la fe en Cristo Jesús.
2 Chronicles 25.1-13:: Amaziah Reigns in Judah (part 1).
1 Amaziah was twenty and five years old when he began to reign, a.nd he reigned twenty and nine years in Jerusalem. And his mother’s name was Jehoaddan of Jerusalem.
2 And he did that which was right in the sight of the Lord, but not with a perfect heart.
3 Now it came to pass, when the kingdom was established to him, that he slew his servants that had killed the king his father.
4 But he slew not their children, but did as it is written in the law in the book of Moses, where the Lord commanded, saying, The fathers shall not die for the children, neither shall the children die for the fathers, but every man shall die for his own sin.
5 Moreover Amaziah gathered Judah together, and made them captains over thousands, and captains over hundreds, according to the houses of their fathers, throughout all Judah and Benjamin: and he numbered them from twenty years old and above, and found them three hundred thousand choice men, able to go forth to war, that could handle spear and shield.
6 He hired also an hundred thousand mighty men of valour out of Israel for an hundred talents of silver.
7 But there came a man of God to him, saying, O king, let not the army of Israel go with thee; for the Lord is not with Israel, to wit, with all the children of Ephraim.
8 But if thou wilt go, do it; be strong for the battle: God shall make thee fall before the enemy: for God hath power to help, and to cast down.
9 And Amaziah said to the man of God, But what shall we do for the hundred talents which I have given to the army of Israel? And the man of God answered, The Lord is able to give thee much more than this.
10 Then Amaziah separated them, to wit, the army that was come to him out of Ephraim, to go home again: wherefore their anger was greatly kindled against Judah, and they returned home in great anger.
11 And Amaziah strengthened himself, and led forth his people, and went to the valley of salt, and smote of the children of Seir ten thousand.
12 And other ten thousand left alive did the children of Judah carry away captive, and brought them unto the top of the rock, and cast them down from the top of the rock, that they all were broken in pieces.
13 But the soldiers of the army which Amaziah sent back, that they should not go with him to battle, fell upon the cities of Judah, from Samaria even unto Bethhoron, and smote three thousand of them, and took much spoil.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“We cannot have a world where everyone is a victim. “I’m this way because my father made me this way. I’m this way because my husband made me this way.” Yes, we are indeed formed by traumas that happen to us. But then you must take charge, you must take over, you are responsible.” [Camille Paglia]. “… he didn’t kill the sons of the assassins—he was mindful of what God commanded in The Revelation of Moses, that parents shouldn’t be executed for their children’s sins, nor children for their parents’. We each pay personally for our sins” [verse 4, The Message, quoting Deuteronomy 24:16]. True, we do not bear the blame for what our parents did but, more sadly, we cannot be saved by the faith with which they entrusted their lives to God. Although we must take charge of our faults, cleansing the mess we made, restoring what we have damaged, genuinely asking forgiveness from those we have offended, ultimately, we cannot really “take charge” of our sin. So much so, that God had to send His Son who by dying on the cross on our stead would take care of them. If you have never done so, this is a good time for you to repent of your sins and personally trust Christ Jesus as your Lord and Savior. [Acts 4:12]. Lord, help us to pray for our children and grandchildren and to convey to them clearly that salvation is not by inheritance, but by a personal encounter with God through faith in Christ Jesus.
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