2 Crónicas 23.1-11: Rebelión contra Atalía.
1 MAS el séptimo año se animó Joiada, y tomó consigo en alianza á los centuriones, Azarías hijo de Jeroam, y á Ismael hijo de Johanán, y á Azarías hijo de Obed, y á Maasías hijo de Adaías, y á Elisaphat hijo de Zichri;
2 Los cuales rodeando por Judá, juntaron los Levitas de todas las ciudades de Judá, y á los príncipes de las familias de Israel, y vinieron á Jerusalem.
3 Y toda la multitud hizo alianza con el rey en la casa de Dios. Y él les dijo: He aquí el hijo del rey, el cual reinará, como Jehová lo tiene dicho de los hijos de David.
4 Lo que habéis de hacer es: la tercera parte de vosotros, los que entran de semana, estarán de porteros con los sacerdotes y los Levitas;
5 Y la tercera parte, á la casa del rey; y la tercera parte, á la puerta del fundamento: y todo el pueblo estará en los patios de la casa de Jehová.
6 Y ninguno entre en la casa de Jehová, sino los sacerdotes y Levitas que sirven: éstos entrarán, porque están consagrados; y todo el pueblo hará la guardia de Jehová.
7 Y los Levitas rodearán al rey por todas partes, y cada uno tendrá sus armas en la mano; y cualquiera que entrare en la casa, muera: y estaréis con el rey cuando entrare, y cuando saliere.
8 Y los Levitas y todo Judá lo hicieron todo como lo había mandado el sacerdote Joiada: y tomó cada uno los suyos, los que entraban de semana, y los que salían el sábado: porque el sacerdote Joiada no dió licencia á las compañías.
9 Dió también el sacerdote Joiada á los centuriones las lanzas, paveses y escudos que habían sido del rey David, que estaban en la casa de Dios;
10 Y puso en orden á todo el pueblo, teniendo cada uno su espada en la mano, desde el rincón derecho del templo hasta el izquierdo, hacia el altar y la casa, en derredor del rey por todas partes.
11 Entonces sacaron al hijo del rey, y pusiéronle la corona y el testimonio, é hiciéronle rey; y Joiada y sus hijos le ungieron, diciendo luego: Viva el rey!
Reflexión por Noemi Dominguez:
“El mundo está lleno de Atalías, y no es apropiado que los Joiadas permanezcan en sus santos ritos y servicios si hay una necesidad primordial de acción en el campo de batalla del mundo, en la lucha contra el mal”. [Meyer]. Joiada arriesgó su ministerio y su propia vida al organizar un golpe de estado, pero hizo lo que debía hacer, coronar al legítimo descendiente de David al trono que su abuela Atalía había usurpado. “… toda la asamblea reunida en el templo de Dios hizo un pacto con el rey. Joyadá les dijo: «Aquí tienen al hijo del rey. Él es quien debe reinar, tal como lo prometió el Señor a los descendientes de David.” [versículo 3, Nueva Versión Internacional]. Consciente de que la vida del joven rey estaba en peligro, Joyadá organizó el servicio secreto de Judá. “Arma en mano, los levitas rodearán por completo al rey; y, si alguien se atreve a entrar al templo, mátenlo. ¡No dejen solo al rey, vaya donde vaya!» [versículo 7, Nueva Versión Internacional]. La misión del servicio secreto de los EE. UU. es proteger al presidente y otros líderes nacionales de posibles ataques. Fundada al comienzo de la república, su misión de protección empezó en 1901, e incluye no solo la protección física tradicional, sino también la protección contra las amenazas del espacio aéreo, los sistemas cibernéticos y las armas químicas y biológicas. Leslie Coffelt, miembro de la fuerza policial de la Casa Blanca, una división del Servicio Secreto murió en noviembre de 1950 cuando dos personas intentaron asesinar al presidente Harry Truman quien resultó ileso. ¡Que marcado contraste con nuestro Rey Jesús, a quien, en el momento crucial de su existencia terrenal, todos le dejaron y pudiendo llamar miles de ángeles para socorrerle, Él murió en nuestro lugar para que nosotros resultemos ilesos!
2 Chronicles 23.1-11: Joash Crowned King of Judah.
1 And in the seventh year Jehoiada strengthened himself, and took the captains of hundreds, Azariah the son of Jeroham, and Ishmael the son of Jehohanan, and Azariah the son of Obed, and Maaseiah the son of Adaiah, and Elishaphat the son of Zichri, into covenant with him.
2 And they went about in Judah, and gathered the Levites out of all the cities of Judah, and the chief of the fathers of Israel, and they came to Jerusalem.
3 And all the congregation made a covenant with the king in the house of God. And he said unto them, Behold, the king’s son shall reign, as the Lord hath said of the sons of David.
4 This is the thing that ye shall do; A third part of you entering on the sabbath, of the priests and of the Levites, shall be porters of the doors;
5 And a third part shall be at the king’s house; and a third part at the gate of the foundation: and all the people shall be in the courts of the house of the Lord.
6 But let none come into the house of the Lord, save the priests, and they that minister of the Levites; they shall go in, for they are holy: but all the people shall keep the watch of the Lord.
7 And the Levites shall compass the king round about, every man with his weapons in his hand; and whosoever else cometh into the house, he shall be put to death: but be ye with the king when he cometh in, and when he goeth out.
8 So the Levites and all Judah did according to all things that Jehoiada the priest had commanded, and took every man his men that were to come in on the sabbath, with them that were to go out on the sabbath: for Jehoiada the priest dismissed not the courses.
9 Moreover Jehoiada the priest delivered to the captains of hundreds spears, and bucklers, and shields, that had been king David’s, which were in the house of God.
10 And he set all the people, every man having his weapon in his hand, from the right side of the temple to the left side of the temple, along by the altar and the temple, by the king round about.
11 Then they brought out the king’s son, and put upon him the crown, and gave him the testimony, and made him king. And Jehoiada and his sons anointed him, and said, God save the king.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“The world is full of Athaliahs, and it is not befitting that the Jehoiadas should remain at their holy rites and services if there is a paramount need for action in the world’s battlefield, in the strife against wrong.” [Meyer]. Jehoiada risked his ministry and his own life by organizing a coup d’état, but he did what he had to do, crown David’s rightful descendant to the throne that his grandmother Athaliah had usurped. “… the whole assembly made a covenant with the king at the temple of God. Jehoiada said to them, “The king’s son shall reign, as the Lord promised concerning the descendants of David.” [verse 3, New International Version]. Aware that the young king’s life was in danger, Jehoiada organized Judah’s secret service. “The Levites are to station themselves around the king, each with weapon in hand. Anyone who enters the temple is to be put to death. Stay close to the king wherever he goes.” [verse 7, New International Version]. The mission of the U.S. secret service is to protect the president and other national leaders from possible attacks. Founded at the beginning of the republic, its protection mission began in 1901, and includes not only traditional physical protection, but also protection against threats from airspace, cyber systems, and chemical and biological weapons. Leslie Coffelt, a member of the White House Police force — a division of the Secret Service — died in November 1950 after two gunmen attempted to assassinate President Harry Truman who was unharmed. What a stark contrast to our King Jesus, who at the crucial moment of His earthly existence, was left alone and while able to call thousands of angels to help Him, He died in our place so that we would be unharmed.
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