2 Crónicas Capítulo 20.18-37: Resumen del reinado de Josafat.
18 Entonces Josaphat se inclinó rostro por tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalem se postraron delante de Jehová, y adoraron á Jehová.
19 Y levantáronse los Levitas de los hijos de Coath y de los hijos de Coré, para alabar á Jehová el Dios de Israel á grande y alta voz.
20 Y como se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josaphat estando en pie, dijo: Oidme, Judá y moradores de Jerusalem. Creed á Jehová vuestro Dios, y seréis seguros; creed á sus profetas, y seréis prosperados.
21 Y habido consejo con el pueblo, puso á algunos que cantasen á Jehová, y alabasen en la hermosura de la santidad, mientras que salía la gente armada, y dijesen: Glorificad á Jehová, porque su misericordia es para siempre.
22 Y como comenzaron con clamor y con alabanza, puso Jehová contra los hijos de Ammón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y matáronse los unos á los otros:
23 Pues los hijos de Ammón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y como hubieron acabado á los del monte de Seir, cada cual ayudó á la destrucción de su compañero.
24 Y luego que vino Judá á la atalaya del desierto, miraron hacia la multitud; mas he aquí yacían ellos en tierra muertos, que ninguno había escapado.
25 Viniendo entonces Josaphat y su pueblo á despojarlos, hallaron en ellos muchas riquezas entre los cadáveres, así vestidos como preciosos enseres, los cuales tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar: tres días duró el despojo, porque era mucho.
26 Y al cuarto día se juntaron en el valle de Beracah; porque allí bendijeron á Jehová, y por esto llamaron el nombre de aquel paraje el valle de Beracah, hasta hoy.
27 Y todo Judá y los de Jerusalem, y Josaphat á la cabeza de ellos, volvieron para tornarse á Jerusalem con gozo, porque Jehová les había dado gozo de sus enemigos.
28 Y vinieron á Jerusalem con salterios, arpas, y bocinas, á la casa de Jehová.
29 Y fué el pavor de Dios sobre todos los reinos de aquella tierra, cuando oyeron que Jehová había peleado contra los enemigos de Israel.
30 Y el reino de Josaphat tuvo reposo; porque su Dios le dió reposo de todas partes.
31 Así reinó Josaphat sobre Judá: de treinta y cinco años era cuando comenzó á reinar, y reinó veinte y cinco años en Jerusalem. El nombre de su madre fué Azuba, hija de Silhi.
32 Y anduvo en el camino de Asa su padre, sin apartarse de él, haciendo lo recto en los ojos de Jehová.
33 Con todo eso los altos no eran quitados; que el pueblo aun no había enderezado su corazón al Dios de sus padres.
34 Lo demás de los hechos de Josaphat, primeros y postreros, he aquí están escritos en las palabras de Jehú hijo de Hanani, del cual es hecha mención en el libro de los reyes de Israel.
35 Pasadas estas cosas, Josaphat rey de Judá trabó amistad con Ochôzías rey de Israel, el cual fué dado á la impiedad:
36 E hizo con él compañía para aparejar navíos que fuesen á Tharsis; y construyeron los navíos en Esion-geber.
37 Entonces Eliezer hijo de Dodava de Mareosah, profetizó contra Josaphat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ochôzías, Jehová destruirá tus obras. Y los navíos se rompieron, y no pudieron ir á Tharsis.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Canta, oh buen cristiano, dulce es el cantar; hace el camino llano y quita el pesar. Canta en las noches tristes, canta en la clara luz; almas así salvadas cantan de Jesús”. [E. Velasco] Estaban bajo la amenaza de una alianza formidable. En estas circunstancias normal y naturalmente no tenemos ganas de cantar. Sin embargo, “… Josafat se puso de rodillas, hasta tocar el suelo con la frente, y todos los que estaban con él también se arrodillaron ante Dios y lo adoraron. Mientras tanto, los descendientes de Quehat y de Coré, de la tribu de Leví, se pusieron de pie, alzaron su voz y empezaron a cantar alabanzas a Dios.” [versículo 18 y 19, Traducción en el Lenguaje Actual]. Pasada la emoción del momento, de madrugada el día siguiente, cuando la emoción cedió su lugar a la realidad del cercano enfrentamiento, y demostraron la fe saliendo al desierto. La emoción fue reemplazada por la fe y marcharon. Es más, los adoradores se pusieron al frente y tal era la confianza de ellos en Dios que en lugar de armas, usaron sus voces y se vistieron vestiduras sagradas [versículo 21]. Canta, oh buen cristiano, lleno tu corazón; himnos lo hacen sano, y del cielo son. Tanto hay en este mundo de angustias y dolor, canta el amor profundo de tu Salvador. Canta, oh buen cristiano; Dios guardará tus pies, y Él sostendrá tu mano hasta la vejez. ¿Sabes que al diablo invitas cuando medroso estás? Pon ante Dios tus cuitas y Él daráte paz.” [E. Velasco].
2 Chronicles 20: Ammon, Moab, and Mount Seir Defeated.
18 And Jehoshaphat bowed his head with his face to the ground: and all Judah and the inhabitants of Jerusalem fell before the Lord, worshipping the Lord.
19 And the Levites, of the children of the Kohathites, and of the children of the Korhites, stood up to praise the Lord God of Israel with a loud voice on high.
20 And they rose early in the morning, and went forth into the wilderness of Tekoa: and as they went forth, Jehoshaphat stood and said, Hear me, O Judah, and ye inhabitants of Jerusalem; Believe in the Lord your God, so shall ye be established; believe his prophets, so shall ye prosper.
21 And when he had consulted with the people, he appointed singers unto the Lord, and that should praise the beauty of holiness, as they went out before the army, and to say, Praise the Lord; for his mercy endureth for ever.
22 And when they began to sing and to praise, the Lord set ambushments against the children of Ammon, Moab, and mount Seir, which were come against Judah; and they were smitten.
23 For the children of Ammon and Moab stood up against the inhabitants of mount Seir, utterly to slay and destroy them: and when they had made an end of the inhabitants of Seir, every one helped to destroy another.
24 And when Judah came toward the watch tower in the wilderness, they looked unto the multitude, and, behold, they were dead bodies fallen to the earth, and none escaped.
25 And when Jehoshaphat and his people came to take away the spoil of them, they found among them in abundance both riches with the dead bodies, and precious jewels, which they stripped off for themselves, more than they could carry away: and they were three days in gathering of the spoil, it was so much.
26 And on the fourth day they assembled themselves in the valley of Berachah; for there they blessed the Lord: therefore the name of the same place was called, The valley of Berachah, unto this day.
27 Then they returned, every man of Judah and Jerusalem, and Jehoshaphat in the forefront of them, to go again to Jerusalem with joy; for the Lord had made them to rejoice over their enemies.
28 And they came to Jerusalem with psalteries and harps and trumpets unto the house of the Lord.
29 And the fear of God was on all the kingdoms of those countries, when they had heard that the Lord fought against the enemies of Israel.
30 So the realm of Jehoshaphat was quiet: for his God gave him rest round about.
31 And Jehoshaphat reigned over Judah: he was thirty and five years old when he began to reign, and he reigned twenty and five years in Jerusalem. And his mother’s name was Azubah the daughter of Shilhi.
32 And he walked in the way of Asa his father, and departed not from it, doing that which was right in the sight of the Lord.
33 Howbeit the high places were not taken away: for as yet the people had not prepared their hearts unto the God of their fathers.
34 Now the rest of the acts of Jehoshaphat, first and last, behold, they are written in the book of Jehu the son of Hanani, who is mentioned in the book of the kings of Israel.
35 And after this did Jehoshaphat king of Judah join himself with Ahaziah king of Israel, who did very wickedly:
36 And he joined himself with him to make ships to go to Tarshish: and they made the ships in Eziongaber.
37 Then Eliezer the son of Dodavah of Mareshah prophesied against Jehoshaphat, saying, Because thou hast joined thyself with Ahaziah, the Lord hath broken thy works. And the ships were broken, that they were not able to go to Tarshish.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“Sing, O good Christian sing, singing sweet is; it makes the road smoother and removes the sorrow. Sing for the night is coming, sing through the morning hours; souls thus saved sing of our Lord and Savior.” [E. Velasco]. They were under threat of a formidable alliance. In these circumstances we normally and naturally do not feel like singing. However, “Then Jehoshaphat knelt down, bowing with his face to the ground. All Judah and Jerusalem did the same, worshiping God. The Levites … stood to their feet to praise God, the God of Israel; they praised at the top of their lungs!.” [verses 18 and 19, The Message]. After the emotion of the moment, at dawn the next day, when the emotion gave way to the reality of the approaching confrontation, they demonstrated their faith by going out into the desert. Emotion was replaced by faith and they marched on. Moreover, the worshippers came forward and such was their trust in God that instead of weapons, they used their voices and put on sacred garments [verse 21]. Sing, O good Christian, sing, fill your heart with songs; hymns make your heart healthy, and from heaven come. There is so much in this world of distress and pain, sing the deep love of your Lord and Savior. Sing, O good Christian, sing; God will guard your feet, and He will hold your hand to to the very end. Do you know that you invite the devil when you are fearful? Put your cares before God and He will give you peace.” [E. Velasco].
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