2 Crónicas 18:19-34: Ahab muere en batalla.
19 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá á Achâb rey de Israel, para que suba y caiga en Ramoth de Galaad? Y uno decía así, y otro decía de otra manera.
20 Mas salió un espíritu, que se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué modo?
21 Y él dijo: Saldré y seré espíritu de mentira en la boca de todos los profetas. Y Jehová dijo: Incita, y también prevalece: sal, y hazlo así.
22 Y he aquí ahora ha puesto Jehová espíritu de mentira en la boca de estos tus profetas; mas Jehová ha decretado el mal acerca de ti.
23 Entonces Sedechîas hijo de Chênaana se llegó á él, é hirió á Michêas en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se apartó de mí el espíritu de Jehová para hablarte á ti?
24 Y Michêas respondió: He aquí tú lo verás aquel día, cuando te entrarás de cámara en cámara para esconderte.
25 Entonces el rey de Israel dijo: Tomad á Michêas, y volvedlo á Amón gobernador de la ciudad, y á Joas hijo del rey.
26 Y diréis: El rey ha dicho así: Poned á éste en la cárcel, y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.
27 Y Michêas dijo: Si tú volvieres en paz, Jehová no ha hablado por mí. Dijo además: Oid lo, pueblos todos.
28 Subió pues el rey de Israel, y Josaphat rey de Judá, á Ramoth de Galaad.
29 Y dijo el rey de Israel á Josaphat: Yo me disfrazaré para entrar en la batalla: mas tú vístete tus vestidos. Y disfrazóse el rey de Israel, y entró en la batalla.
30 Había el rey de Siria mandado á los capitanes de los carros que tenía consigo, diciendo: No peleéis con chico ni con grande, sino sólo con el rey de Israel.
31 Y como los capitanes de los carros vieron á Josaphat, dijeron: Este es el rey de Israel. Y cercáronlo para pelear; mas Josaphat clamó, y ayudólo Jehová, y apartólos Dios de él:
32 Pues viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, desistieron de acosarle.
33 Mas disparando uno el arco á la ventura, hirió al rey de Israel entre las junturas y el coselete. El entonces dijo al carretero: Vuelve tu mano, y sácame del campo, porque estoy mal herido.
34 Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los Siros hasta la tarde; mas murió á puestas del sol.
Reflexión por Noemi Dominguez:
El tiempo será testigo, con otras palabras, Micaías sabiamente contesta a los falsos profetas. Lamentablemente, como entonces, también ahora hay gente que “comercian con la Palabra de Dios” [2 Corintios 2:17, Biblia de las Américas]. No solo engañan a otros; se engañan a sí mismos, que es el peor de los engaños. Ya lo vimos en el libro de Job, cómo en el ámbito Divino se entromete el padre de mentiras, ofreciéndose aquí como voluntario para engañar a los profetas; y ellos, que sin duda estaban predispuestos a creer el engaño, “muerden el anzuelo.” La senda de los justos no solo es estrecha sino también larga. Muchas veces los resultados no son inmediatos. Oraciones que demoran décadas en ser contestadas, crecimiento espiritual que lleva años por sus muchos altibajos, enfermedades crónicas; y la espera, como en el caso de Micaías, no ocurre en la mejor de las circunstancias. La fe es así puesta a prueba, la paciencia se desarrolla, y en el proceso mucha paja queda en la zaranda y pocos granos de trigo son recogidos debajo. Jesús nos ofreció Su presencia a nuestro lado, Sus fuerzas en nuestra debilidad, gozo en la adversidad, paz interior en la tormenta, esperanza en los aparentes fracasos, pero nunca nos ofreció una vida fácil. Al contrario, entre otras adversidades nos advirtió que en el mundo tendríamos aflicción [Juan 16:33], y nos habló de sufrir injustamente persecución e insultos [Mateo 5:10 y 11]. El tiempo, y la eternidad serán testigos, es verdad, pero mientras tanto, ¡ayúdame, Señor, por me faltan las fuerzas!
2 Chronicles 18:19-34 Ahab Dies in Battle.
19 And the Lord said, Who shall entice Ahab king of Israel, that he may go up and fall at Ramothgilead? And one spake saying after this manner, and another saying after that manner.
20 Then there came out a spirit, and stood before the Lord, and said, I will entice him. And the Lord said unto him, Wherewith?
21 And he said, I will go out, and be a lying spirit in the mouth of all his prophets. And the Lord said, Thou shalt entice him, and thou shalt also prevail: go out, and do even so.
22 Now therefore, behold, the Lord hath put a lying spirit in the mouth of these thy prophets, and the Lord hath spoken evil against thee.
23 Then Zedekiah the son of Chenaanah came near, and smote Micaiah upon the cheek, and said, Which way went the Spirit of the Lord from me to speak unto thee?
24 And Micaiah said, Behold, thou shalt see on that day when thou shalt go into an inner chamber to hide thyself.
25 Then the king of Israel said, Take ye Micaiah, and carry him back to Amon the governor of the city, and to Joash the king’s son;
26 And say, Thus saith the king, Put this fellow in the prison, and feed him with bread of affliction and with water of affliction, until I return in peace.
27 And Micaiah said, If thou certainly return in peace, then hath not the Lord spoken by me. And he said, Hearken, all ye people.
28 So the king of Israel and Jehoshaphat the king of Judah went up to Ramothgilead.
29 And the king of Israel said unto Jehoshaphat, I will disguise myself, and I will go to the battle; but put thou on thy robes. So the king of Israel disguised himself; and they went to the battle.
30 Now the king of Syria had commanded the captains of the chariots that were with him, saying, Fight ye not with small or great, save only with the king of Israel.
31 And it came to pass, when the captains of the chariots saw Jehoshaphat, that they said, It is the king of Israel. Therefore they compassed about him to fight: but Jehoshaphat cried out, and the Lord helped him; and God moved them to depart from him.
32 For it came to pass, that, when the captains of the chariots perceived that it was not the king of Israel, they turned back again from pursuing him.
33 And a certain man drew a bow at a venture, and smote the king of Israel between the joints of the harness: therefore he said to his chariot man, Turn thine hand, that thou mayest carry me out of the host; for I am wounded.
34 And the battle increased that day: howbeit the king of Israel stayed himself up in his chariot against the Syrians until the even: and about the time of the sun going down he died.
Reflexion by Noemi Dominguez:
Only time will tell, in other words Micaiah wisely answers false prophets. Unfortunately, as then, there are also now people who “peddling the Word of God” [2 Corinthians 2:17, Amplified Bible]. They don’t just deceive others; they deceive themselves, which is the worst of deceptions. We already saw it in the book of Job, how in the Divine realm the father of lies intrudes, offering himself here as a volunteer to deceive the prophets; and they, who were no doubt predisposed to believe the deception, “take the bait.” The path of the righteous is not only narrow but also long. Most times the results are not immediate. Prayers that take decades to be answered, spiritual growth that takes years because of its many ups and downs, chronic diseases; and waiting, as in the case of Micaiah, does not happen in the best of circumstances. Faith is thus tested, patience develops, and in the process much chaff remains in the sieve and few grains of wheat are gathered underneath. Jesus offered us His presence at our side, His strength in our weakness, joy in adversity, inner peace in the storm, hope in apparent failures, but He never offered us an easy life. On the contrary, among other adversities, he warned us that we would have affliction in the world [John 16:33], and He spoke of suffering unjust persecution and insults [Matthew 5:10 and 11]. Time, and eternity will tell; it is true, but in the meantime, help me, Lord, for I am running out of strength!
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