Zacarías 13: Las ovejas se dispersan.
1 EN aquel tiempo habrá manantial abierto para la casa de David y para los moradores de Jerusalem, para el pecado y la inmundicia.
2 Y será en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, que talaré de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca más vendrán en memoria: y también haré talar de la tierra los profetas, y espíritu de inmundicia.
3 Y será que cuando alguno más profetizare, diránle su padre y su madre que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre de Jehová: y su padre y su madre que lo engendraron, le alancearán cuando profetizare.
4 Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su visión cuando profetizaren; ni nunca más se vestirán de manto velloso para mentir
5 Y dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra: porque esto aprendí del hombre desde mi juventud.
6 Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos? Y él responderá: Con ellas fuí herido en casa de mis amigos.
7 Levántate, oh espada, sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las ovejas: mas tornaré mi mano sobre los chiquitos.
8 Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos partes serán taladas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella.
9 Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y probarélos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío: y él dirá: Jehová es mi Dios.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Si en la oscuridad alguien te golpea y te roba tendrás razón de lamentar y quizás de temer y si un amigo te pregunta cómo te causaron tus heridas, no demorarás en contárselo. Pero si luego descubres que fue ese mismo amigo quien te había golpeado, el dolor físico pasará mucho antes que el dolor emocional porque cuando más cercana es la relación, más profunda es la herida. “Y si alguien le pregunta: “Entonces, ¿qué significan las cicatrices que tienes en las manos?”, él responderá: “Son heridas que me hicieron mis propios amigos.” Pareciera que el Salmista comparte la profunda herida de la traición de un amigo: “No me ha ofendido un enemigo, lo cual yo podría tolerar; tampoco me ha atacado quien me aborrece, pues de él podría haberme escondido. ¡Has sido tú, que parecías ser mi amigo, mi compañero, mi hermano del alma!” [Salmos 55:12-13]. Al celebrar las fiestas navideñas quizás te encuentres con alguien que te ha herido. Será ese un buen momento para perdonar y para pedir perdón y así reconciliarse, ¿verdad? Puedes acudir a Jesus; porque Él, más que nadie te entiende. Él fue traicionado por uno de los suyos y abandonado por el resto de ellos. Su amor fue más allá de las heridas en Sus manos y en Su costado y desde el más profundo dolor en la cruz dijo “Padre perdónalos.” Pero no es necesario esperar a la Navidad. Haz una lista de los nombres de las personas que te hirieron y pídele al Señor la gracia de perdonar. Te hará mucho bien.
Zechariah 13: The Shepherd Savior.
1 In that day there shall be a fountain opened to the house of David and to the inhabitants of Jerusalem for sin and for uncleanness.
2 And it shall come to pass in that day, saith the Lord of hosts, that I will cut off the names of the idols out of the land, and they shall no more be remembered: and also I will cause the prophets and the unclean spirit to pass out of the land.
3 And it shall come to pass, that when any shall yet prophesy, then his father and his mother that begat him shall say unto him, Thou shalt not live; for thou speakest lies in the name of the Lord: and his father and his mother that begat him shall thrust him through when he prophesieth.
4 And it shall come to pass in that day, that the prophets shall be ashamed every one of his vision, when he hath prophesied; neither shall they wear a rough garment to deceive:
5 But he shall say, I am no prophet, I am an husbandman; for man taught me to keep cattle from my youth.
6 And one shall say unto him, What are these wounds in thine hands? Then he shall answer, Those with which I was wounded in the house of my friends.
7 Awake, O sword, against my shepherd, and against the man that is my fellow, saith the Lord of hosts: smite the shepherd, and the sheep shall be scattered: and I will turn mine hand upon the little ones.
8 And it shall come to pass, that in all the land, saith the Lord, two parts therein shall be cut off and die; but the third shall be left therein.
9 And I will bring the third part through the fire, and will refine them as silver is refined, and will try them as gold is tried: they shall call on my name, and I will hear them: I will say, It is my people: and they shall say, The Lord is my God.
Reflexion by Noemi Dominguez:
If in the dark someone beats and robs you; you will have a good reason to be sad and perhaps fear, and if a friend asks you how they caused your injuries, you will not delay in telling him. But if you later discover that it was that same friend who had hit you, the physical pain will pass much sooner than the emotional pain because the closer the relationship, the deeper the wound. “And if someone asks him, ‘So what do the scars on your hands mean?’ he will answer, “This isn’t the neighborhood bully mocking me—I could take that. This isn’t a foreign devil spitting invective—I could tune that out. It’s you! We grew up together! You! My best friend!! “[Psalm 55:12-13, The Message]. As you celebrate the holidays, you may run into someone who has hurt you. That will be a suitable time to forgive and to ask for forgiveness and thus reconcile, right? You can turn to Jesus; because He, more than anyone else, understands you. He was betrayed by one of his own and abandoned by the rest of them. His love went beyond the wounds in His hands and in His side and from the deepest sorrow on the cross He said, “Father, forgive them.” But it is not necessary to wait for Christmas. Make a list of the names of the people who hurt you and ask the Lord for the grace to forgive. It will be good for you.
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