Salmos 119 (Jet: 57-64) Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras
57 Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras.
58 Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra.
59 Consideré mis caminos, Y torné mis pies á tus testimonios.
60 Apresuréme, y no me retardé En guardar tus mandamientos.
61 Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley.
62 A media noche me levantaba á alabarte Sobre los juicios de tu justicia.
63 Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos.
64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Me encantan las historias que terminan bien. En esta “estrofa” del Salmo 119 encontramos una historia que termina bien, pero que también empieza bien. Como los levitas de antaño, su herencia o su porción es Dios. Comienza diciendo: “Mi porción es Jehová” [versículo 57, Version Reina Varela 1960] y concluye con muy buena compañía: “compañero soy yo de todos los que te temen y guardan Sus mandamientos” [versículo 63, Version Reina Varela 1960]. Pero no fue siempre así en la vida del salmista. Pareciera que en algun momento se extravió del camino. Aunque Dios estaba a su lado, no siente su presencia y clama por ella [versículo 58]. Como el hijo pródigo reflexiona [versículo 59] y parece que hace un giro de 180 grados y aun rodeado de malas compañías confirma su nueva dirección – “no me he olvidado de Tu Ley” [versículo 61]. “No puedo cambiar la dirección del viento, pero puedo ajustar mis velas para llegar siempre a mi destino.” [Anónimo]. A medianoche alaba a Dios. “no podemos cambiar nuestro destino de la noche a la mañana, pero podemos cambiar nuestra dirección de la noche a la mañana.” [Jim Rohn]. “ Mejor es mi Cristo que el oro mortal, ser Suyo prefiero que andar en el mal. Mejor es mi Cristo que todo oropel, prefiero ser guiado por Su mano fiel. ANTES QUE SER REY DE DOMINIOS, MIL, Y VIVIR EN LA MALDAD, PREFIERO A CRISTO Y SÓLO A ÉL QUE LO QUE ESTE MUNDO DA.” [Oscar C. A. Bernadotte]. ¿Será que Dios me está llamando a reflexionar acerca de mi camino?
Psalms 119 (Jet 57-64): Thou art my portion, O Lord: I have said that I would keep thy words.
57 Thou art my portion, O Lord: I have said that I would keep thy words.
58 I intreated thy favour with my whole heart: be merciful unto me according to thy word.
59 I thought on my ways, and turned my feet unto thy testimonies.
60 I made haste, and delayed not to keep thy commandments.
61 The bands of the wicked have robbed me: but I have not forgotten thy law.
62 At midnight I will rise to give thanks unto thee because of thy righteous judgments.
63 I am a companion of all them that fear thee, and of them that keep thy precepts.
64 The earth, O Lord, is full of thy mercy: teach me thy statutes.
Reflexion by Noemi Dominguez:
I love stories that end well. In this “stanza” of Psalm 119 we find a story that ends well, but also begins well. Like the Levites of old, your inheritance or your portion is God. He begins by saying, “The Lord is my portion” [verse 57, Amplified Bible Version] and concludes with very good company: “I choose as my friends everyone who worships you and follows your teachings.” [verse 63, Contemporary English Version]. But it was not always like this in the life of the psalmist. It seems that at some point in his life he lost his way. Although God was by his side, he does not feel His presence and cries out for the Lord [verse 58]. As the prodigal son, he reconsiders his situation [verse 59], seems to make a 180-degree turn, and even surrounded by bad company, confirms his new direction – “I have not forgotten Your Law” [verse 61]. “I can’t change the direction of the wind, but I can adjust my sails to always reach my destination.” [Anonymous]. At midnight he praises God. “We can’t change our destiny overnight, but we can change our direction overnight.” [Jim Rohn]. “I’d rather have Jesus than silver or gold; I’d rather be His than have riches untold; I’d rather have Jesus than houses or lands; I’d rather be led by His nail-pierced hand. Than to be the king of a vast domain or be held in sin’s dread sway; I’d rather have Jesus than anything This world affords today. ” [Oscar C. A. Bernadotte]. Is God telling me to reconsider my path?
0 Comments