Salmos 112: Prosperidad del que teme a Jehová.
1 Aleluya. BIENAVENTURADO el hombre que teme á Jehová, Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.
2 Su simiente será poderosa en la tierra: La generación de los rectos será bendita.
3 Hacienda y riquezas hay en su casa; Y su justicia permanece para siempre.
4 Resplandeció en las tinieblas luz á los rectos: Es clemente, y misericordioso, y justo.
5 El hombre de bien tiene misericordia y presta; Gobierna sus cosas con juicio.
6 Por lo cual no resbalará para siempre: En memoria eterna será el justo.
7 De mala fama no tendrá temor: Su corazón está apercibido, confiado en Jehová.
8 Asentado está su corazón, no temerá, Hasta que vea en sus enemigos su deseo.
9 Esparce, da á los pobres: Su justicia permanece para siempre; Su cuerno será ensalzado en gloria.
10 Verálo el impío, y se despechará; Crujirá los dientes, y se repudrirá: Perecerá el deseo de los impíos.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Como el Salmo 111, este salmo es un acróstico sucinto, con cada una de sus veinte líneas comenzando con una letra sucesiva del alfabeto hebreo. El Salmo 111 celebra las maravillas de Dios a favor del pueblo, y el Salmo 112 ofrece instrucciones para que el pueblo responda a Dios. Un erudito observa que el Salmo 111 es “teología”, mientras que el Salmo 112 es “antropología” [Nancy de Claissé-Walford]. Típico del Antiguo Testamento incluye alguna de las bendiciones terrenales como resultado de temer a Dios. Dios le daría prosperidad [versículo 3] pero debemos notar que la bendición no significaba que solamente habría de recibir, también debía administrar lo recibido para dar a otros [versos 5 y 9]; tendría misericordia y prestaría; debía ser también generoso y dar al necesitado. Quizás el ser generoso sería más bien la causa por la cual Dios le daría prosperidad en lugar de ser la consecuencia de ser prosperado; recibiendo, como resultado de su generosidad, tal como lo dijo Jesús, medida buena, apretada, remecida y rebosante [Lucas 6:38]. Pero hay aún más, el que teme al Señor [versículo 1] no teme a las malas noticias [versículo 7]. “De todos los mentirosos del mundo, a veces los peores son nuestros propios miedos”. [Rudyard Kipling]. Después de haber terminado un tratamiento de radiaciones, esta semana mi esposo tuvo su primera cita para ver si el tratamiento ha sido efectivo. Tuve que luchar con la ansiedad de recibir como el año pasado, malas noticias, pero, una vez más me mostró el Señor Su gran misericordia. Cada día y con dada prueba se presenta la disyuntiva, temo y confió en Dios o temo a las malas noticias. Escojo el verso 7: “No tendrá temor de malas noticias; Su corazón está firme, confiado en Jehová.” [Version Reina Varela 1960]. Así quiero vivir este día, con la frente en alto, firme y confiada.
Psalms 112: The Blessed State of the Righteous.
1 Praise ye the Lord. Blessed is the man that feareth the Lord, that delighteth greatly in his commandments.
2 His seed shall be mighty upon earth: the generation of the upright shall be blessed.
3 Wealth and riches shall be in his house: and his righteousness endureth for ever.
4 Unto the upright there ariseth light in the darkness: he is gracious, and full of compassion, and righteous.
5 A good man sheweth favour, and lendeth: he will guide his affairs with discretion.
6 Surely he shall not be moved for ever: the righteous shall be in everlasting remembrance.
7 He shall not be afraid of evil tidings: his heart is fixed, trusting in the Lord.
8 His heart is established, he shall not be afraid, until he see his desire upon his enemies.
9 He hath dispersed, he hath given to the poor; his righteousness endureth for ever; his horn shall be exalted with honour.
10 The wicked shall see it, and be grieved; he shall gnash with his teeth, and melt away: the desire of the wicked shall perish.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“Like Psalm 111, this psalm is a succinct acrostic, with each of its twenty lines beginning with a successive letter of the Hebrew alphabet. Psalm 111 celebrates God’s wonders on behalf of the people, and Psalm 112 offers instructions for the people to respond to God. One scholar observes that Psalm 111 is “theology,” while Psalm 112 is “anthropology” [Nancy de Claissé-Walford]. Typical of the Old Testament, it includes some earthly blessings because of fearing God. God would give him prosperity [verse 3] but we must note that the blessing did not mean that he would only receive, he also had to administer what he received to give to others [verses 5 and 9]; he would have mercy and lend; he was also to be generous and to give to the needy. Perhaps being generous would be the cause for which God would give him prosperity rather than the consequence of being prosperous; receiving, because of his generosity, just as Jesus said, good measure, pressed down and shaken together and running over, [Luke 6:38]. But there is even more, he who fears the Lord [verse 1] does not fear the bad news [verse 7]. “Of all the liars in the world, sometimes the worst are our own fears.” [Rudyard Kipling]. Having finished a radiation treatment, this week my husband had his first follow-up appointment to see if the treatment has been effective. I had to struggle with the fear of receiving, like I did last year, bad news, but once again the Lord showed me His great mercy. Every day and with every given circumstance the dilemma are, do I fear and the Lord and trust in Him or do I fear bad news. I pick out verse 7: “He will not fear bad news; His heart is steadfast, trusting [confidently relying on and believing] in the LORD.” [Amplified Bible Version]. This is how I want to live this day, with my head held high, firm, and confident.
0 Comments