Salmos 58: Clamor de justicia.
1 Al Músico principal: sobre No destruyas: Michtam de David. OH congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
2 Antes con el corazón obráis iniquidades: Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.
3 Enajenáronse los impíos desde la matriz; Descarriáronse desde el vientre, hablando mentira.
4 Veneno tienen semejante al veneno de la serpiente: Son como áspide sordo que cierra su oído;
5 Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea.
6 Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas: Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.
7 Corránse como aguas que se van de suyo: En entesando sus saetas, luego sean hechas pedazos.
8 Pasen ellos como el caracol que se deslíe: Como el abortivo de mujer, no vean el sol.
9 Antes que vuestras ollas sientan las espinas, Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.
10 Alegraráse el justo cuando viere la venganza: Sus pies lavará en la sangre del impío.
11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay fruto para el justo; Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Reflexión por Noemi Dominguez:
A seis años de la desaparición de 43 jóvenes en una de las violaciones de derechos humanos más graves de la historia reciente de México, aún se desconoce qué pasó con los estudiantes de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Sus padres siguen pidiendo justicia. Este es uno de varios salmos donde David pide a Dios la destrucción de sus enemigos. Cabe destacar que David no le pide a Dios que le permita a él destruir al enemigo; lo deja en las manos de Dios, el juez justo. En esta ocasión se trata de jueces injustos. El entorno de este salmo, según algunos comentaristas, es que habiendo huido David de Saúl para salvar su vida, Saúl había convocado un tribunal para que los declarara traidor y por lo tanto digno de muerte. Cuánta más luz trajo Jesús a la interpretación de la justicia terrenal: “» Ustedes han oído que fue dicho: “Ojo por ojo, y diente por diente.” Pero yo les digo: No resistan al que es malo, sino que a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, preséntale también la otra.” [Mateo 5:38-39, Versión Reina Varela Contemporánea]. Esto de ninguna manera significa que Dios no hará justicia. Un día, aquí o en la eternidad la sed de justicia de esos padres [y de todos los que han sido objeto de injusticias] será saciada. “Entonces se dirá: «Ciertamente, los justos serán recompensados; ciertamente, hay un Dios que juzga en la tierra.» [versículo 11, Nueva Versión Internacional].
Psalm 58: The Just Judgment of the Wicked.
1 Do ye indeed speak righteousness, O congregation? do ye judge uprightly, O ye sons of men?
2 Yea, in heart ye work wickedness; ye weigh the violence of your hands in the earth.
3 The wicked are estranged from the womb: they go astray as soon as they be born, speaking lies.
4 Their poison is like the poison of a serpent: they are like the deaf adder that stoppeth her ear;
5 Which will not hearken to the voice of charmers, charming never so wisely.
6 Break their teeth, O God, in their mouth: break out the great teeth of the young lions, O Lord.
7 Let them melt away as waters which run continually: when he bendeth his bow to shoot his arrows, let them be as cut in pieces.
8 As a snail which melteth, let every one of them pass away: like the untimely birth of a woman, that they may not see the sun.
9 Before your pots can feel the thorns, he shall take them away as with a whirlwind, both living, and in his wrath.
10 The righteous shall rejoice when he seeth the vengeance: he shall wash his feet in the blood of the wicked.
11 So that a man shall say, Verily there is a reward for the righteous: verily he is a God that judgeth in the earth.
King James Version (KJV)
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Reflexion by Noemi Dominguez:
Six years after the disappearance of 43 young people in one of the most serious human rights violations in Mexico’s recent history, it is still unknown what happened to those students at the Ayotzinapa Rural Normal School. Their parents are still asking for justice. This is one of several psalms where David asks God for the destruction of his enemies. It should be noted that David does not ask God to allow him to destroy the enemy; he leaves it in the hands of God, the righteous judge. This psalm is about unfair judges. The setting of this psalm, according to some commentators, is at the time when David fled from Saul’s palace to save his life, then Saul appears to have convened a court to declare David a traitor and therefore worthy of death. Jesus sheds more light as to the interpretation of earthly justice: “You have heard that it was said, ‘An eye for an eye, and a tooth for a tooth.’ But I tell you, don’t fight back against someone who wants to do harm to you. If they hit you on the right cheek, let them hit the other cheek too.” [Matthew 5:38-39, Easy to Read Version]. This by no way means that God will not do justice. One day, here or in eternity, the thirst for justice for these parents [and all who have been subjected to injustice] will be satisfied. “then people will say, “Surely the righteous still are rewarded; surely there is a God who judges the earth.” [verse 11, New International Version].
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