Salmos 140: Súplica de protección contra los perseguidores.
1 Al Músico principal: Salmo de David. LIBRAME, oh Jehová, de hombre malo: Guárdame de hombre violento;
2 Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.
3 Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.)
4 Guárdame, oh Jehová, de manos del impío, Presérvame del hombre injurioso; Que han pensado de trastornar mis pasos.
5 Hanme escondido lazo y cuerdas los soberbios; Han tendido red junto á la senda; Me han puesto lazos. (Selah.)
6 He dicho á Jehová: Dios mío eres tú; Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.
7 Jehová Señor, fortaleza de mi salud, Tú pusiste á cubierto mi cabeza el día de las armas.
8 No des, oh Jehová, al impío sus deseos; No saques adelante su pensamiento, que no se ensoberbezca. (Selah.)
9 En cuanto á los que por todas partes me rodean, La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.
10 Caerán sobre ellos brasas; Dios los hará caer en el fuego, En profundos hoyos de donde no salgan.
11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra: El mal cazará al hombre injusto para derribarle.
12 Yo sé que hará Jehová el juicio del afligido, El juicio de los menesterosos.
13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre; Los rectos morarán en tu presencia.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Leo este salmo y me parece que estoy viendo las noticias en la televisión. Violencia [versículo 1] en las calles y en las protestas, una guerra de las proporciones de David y Goliat, que no termina [versículo 2, Biblia de las Américas], noticias falsas o desinformación [versículo 3], fraudes de la magnitud de la caída de la criptomonedas [versículos 2 y 5]. Si algo nos enseña la historia es que el ser humano no aprende de la historia. El mundo no ha cambiado, pero tampoco Dios ha cambiado. Como sostuvo a David nos puede sostener a nosotros. Como defendió a David nos defenderá a nosotros. Dios se hace cargo de nuestro caso: “Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido, Y el derecho de los necesitados.” [versículo 12, Reina Varela 1960]. No pago una fianza para que salgamos en libertad para luego tener que comparecer en corte, Él cumplió con nuestra condena, el Justo por los injustos para llevarnos a Dios. Pero no terminó allí su obra; David pide más: “SEÑOR, tú eres mi Dios y mi Salvador. Tú eres como un casco que protege mi cabeza cuando estoy en la batalla.” [versículo 7, Palabra de Dios para Todos]. No solo me protege del enemigo externo, también el interno: ¡mi cabeza! “El que ha conquistado su propio espíritu cobarde, ha conquistado todo el mundo exterior;” [Thomas Hughe]. “La tentación no es su arma más fuerte (de Satanás). La desesperación [y el desánimo] lo son”. [Dennis Garvin,].
Psalms 140: Prayer for Deliverance from Evil Men.
1 Deliver me, O Lord, from the evil man: preserve me from the violent man;
2 Which imagine mischiefs in their heart; continually are they gathered together for war.
3 They have sharpened their tongues like a serpent; adders’ poison is under their lips. Selah.
4 Keep me, O Lord, from the hands of the wicked; preserve me from the violent man; who have purposed to overthrow my goings.
5 The proud have hid a snare for me, and cords; they have spread a net by the wayside; they have set gins for me. Selah.
6 I said unto the Lord, Thou art my God: hear the voice of my supplications, O Lord.
7 O God the Lord, the strength of my salvation, thou hast covered my head in the day of battle.
8 Grant not, O Lord, the desires of the wicked: further not his wicked device; lest they exalt themselves. Selah.
9 As for the head of those that compass me about, let the mischief of their own lips cover them.
10 Let burning coals fall upon them: let them be cast into the fire; into deep pits, that they rise not up again.
11 Let not an evil speaker be established in the earth: evil shall hunt the violent man to overthrow him.
12 I know that the Lord will maintain the cause of the afflicted, and the right of the poor.
13 Surely the righteous shall give thanks unto thy name: the upright shall dwell in thy presence.
Reflexion by Noemi Dominguez:
I read this psalm and I thought I was watching the news on TV. Violence in the streets and in protests[verse 1], a war of the proportions of David and Goliath, which does not end [verse 2], fake news or disinformation [verse 3], frauds of the magnitude of the fall of cryptocurrencies [verses 2 and 5]. If history teaches us anything, it is that we do not learn from history. The world has not changed, but neither has God changed. As He sustained David, He can sustain us. As He defended David, He will defend us. God takes of our case: “I know that the Lord will take up the case of the poor and will do what is right for the needy. ” [verse 12, Common English Bible]. He didn’t just pay the bail bond for us to be released for a while only to have to appear later in court, He served our sentence, the Just One for the unjust to bring us to God. But his work did not end there; David declares even more: “Lord, my Lord, my strong Savior, you shield my head on the day of battle. ” [verse 7, God’s Word to All]. It not only protects me from the external enemy, but also the internal one: my head! ““He who has conquered his own coward spirit has conquered the whole outward world;” [Thomas Hughe]. “Temptation is not his (Satan’s) strongest weapon. Despair [and discouragement] are.” [Dennis Garvin,]
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