Salmos 128: La bienaventuranza del que teme a Jehová.
1 Cántico gradual. BIENAVENTURADO todo aquel que teme á Jehová, Que anda en sus caminos.
2 Cuando comieres el trabajo de tus manos, Bienaventurado tú, y tendrás bien.
3 Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa.
4 He aquí que así será bendito el hombre Que teme á Jehová.
5 Bendígate Jehová desde Sión, Y veas el bien de Jerusalem todos los días de tu vida.
6 Y veas los hijos de tus hijos, Y la paz sobre Israel.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Me llaman la atención algunos de los abuelos en la Biblia. Abraham y Sara, abuelos de Jacob; Isaac y Rebeca, abuelos de José; el rey Saúl, el abuelo de Mefiboset; Loida, abuela de Timoteo. ¿Y que diremos de Booz y Rut? ¡Bisabuelos de David! Cada uno de los mencionados recibe un legado diferente y tiene una historia diferente. “Y veas a los hijos de tus hijos” [versículo 6, Reina Varela 1960]. Tenemos temor y tristeza por lo que “nuestra” sociedad está dejando como legado a las siguientes generaciones y por el medio ambiente en que nuestros descendientes tendrán que desarrollarse. Lo que deseamos no es necesariamente una larga vida para ver nietos y biznietos; lo que anhelamos es verlos caminando en los caminos del Señor. Sirvan estas palabras como un llamado a acercarnos más a nuestros descendientes y ser más intencionales en la labor de transmitirles los valores morales y espirituales que los hagan personas de bien. Sirvan también estas palabras como un llamado a la oración, por los que “andan” bien y también por aquellos que aparentemente no están en buenos caminos. Hace más de un año comenzamos a motivar a los abuelos a orar. Escoge un momento a diario y ora específicamente por tus nietos – y si no tienes hijos o nietos, “adopta” a aquellos que no tienen abuelos que oran por ellos. La paternidad va mas allá de la sangre o del apellido. “De esa manera será bendecido el que respeta al SEÑOR.” [versículo 4, Palabra de Dios para Todos]. ¡Señor, dame fe y perseverancia en la oración y permíteme ver algo de lo que tu vas a hacer en la vida de los míos!
Psalms 128: Blessings of Those Who Fear the Lord.
1 Blessed is every one that feareth the Lord; that walketh in his ways.
2 For thou shalt eat the labour of thine hands: happy shalt thou be, and it shall be well with thee.
3 Thy wife shall be as a fruitful vine by the sides of thine house: thy children like olive plants round about thy table.
4 Behold, that thus shall the man be blessed that feareth the Lord.
5 The Lord shall bless thee out of Zion: and thou shalt see the good of Jerusalem all the days of thy life.
6 Yea, thou shalt see thy children’s children, and peace upon Israel.
Reflexion by Noemi Dominguez:
I am struck by some of the grandparents in the Bible. Abraham and Sarah, grandparents of Jacob; Isaac and Rebekah, grandparents of Joseph, King Saul, grandfather of Mephibosheth, and Lois, the grandmother of Timothy. And what shall we say of Boaz and Ruth? They were David’s great-grandparents. Each of those mentioned received a different legacy and has a different story. “May you live to see your grandchildren” [verse 6, Easy-to-Read Version]. We are afraid and sad about what “our” culture is leaving behind as a legacy to the next generations, and about the environment in which our descendants will have to live. What we want is not necessarily for us to live long enough to see our grandchildren and great-grandchildren; what we long for is to see them walking in the ways of the Lord. Let these words serve as a call to draw closer to our descendants and be more intentional in the mission of transmitting to them the moral and spiritual values that make them godly. Let these words also serve also as a call to prayer, for those who “walk” well and also for those who are apparently not on the right track. More than a year ago we started motivating grandparents to pray. Choose a time daily and pray specifically for your grandchildren – and if you don’t have children or grandchildren, “adopt” those who don’t have grandparents who pray for them. Parenthood is more than blood or bearing a last name. “That’s how it goes for anyone who honors the Lord: they will be blessed!”[verse4, Common English Bible]. Lord, give me faith and perseverance in prayer and let me see some of the wonderful things you are going to do in the lives of our descendants!
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