Salmo 11: El refugio del justo.
1 Al Músico principal: Salmo de David. EN Jehová he confiado; ¿Cómo decís á mi alma: Escapa al monte cual ave?
2 Porque he aquí, los malos flecharon el arco, Apercibieron sus saetas sobre la cuerda, Para asaetear en oculto á los rectos de corazón.
3 Si fueren destruídos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el justo?
4 Jehová en el templo de su santidad: La silla de Jehová está en el cielo: Sus ojos ven, sus párpados examinan á los hijos de los hombres.
5 Jehová prueba al justo; Empero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.
6 Sobre los malos lloverá lazos; Fuego y azufre, con vientos de torbellinos, será la porción del cáliz de ellos.
7 Porque el justo Jehová ama la justicia: Al recto mirará su rostro.
Reina-Valera Antigua (RVA)
by Public Domain
Reflexión por Noemi Dominguez:
Tú también recordaras haber visto algún cuadro con esta inscripción: “Jesús es supremo en este hogar, Huésped invisible en nuestra mesa,Oyente silencioso en nuestra conversación”. Siempre me costó mucho que mis pequeñas nietas entendieran que Dios las estaba viendo constantemente. En su inocencia a veces decían que ellas se esconderían en un armario o en un cajón de la cocina donde Dios nos las podría ver. Aunque esto es risueño, muchos adultos solo se preocupan si hay alguien alrededor que los pueda ver cuando hacen algo incorrecto. El salmo de hoy [versículos 4 y 5] afirma que Dios habita en Su santo templo – el cielo mismo – y desde allí Sus ojos ven y sus “parpados” examinan a los hombres. Al malo y al que ama la violencia su alma aborrece. También “El Señor recorre toda la tierra con su mirada para fortalecer a los que le son plenamente fieles [2 Crónicas 16:8-10 Version La Palabra (España)].”Tu ojos revelan que yo nada puedo esconder. Que no soy nada sin tiOh fiel Señor. Todo lo sabes de mí cuando miras el corazón todo lo puedes ver muy dentro de mi. Lleva mi vida a una sola verdad que cuando me miras nada puedo ocultar. Sé que es tu fidelidad que lleva mi vida más allá delo que puedo imaginar. Sé que no puedo negar que tu mirada puesta em mí me llena de tu paz” [M. Witt].
Psalm 11: Faith in the Lord’s Righteousness
1 In the Lord put I my trust: how say ye to my soul, Flee as a bird to your mountain?
2 For, lo, the wicked bend their bow, they make ready their arrow upon the string, that they may privily shoot at the upright in heart.
3 If the foundations be destroyed, what can the righteous do?
4 The Lord is in his holy temple, the Lord’s throne is in heaven: his eyes behold, his eyelids try, the children of men.
5 The Lord trieth the righteous: but the wicked and him that loveth violence his soul hateth.
6 Upon the wicked he shall rain snares, fire and brimstone, and an horrible tempest: this shall be the portion of their cup.
7 For the righteous Lord loveth righteousness; his countenance doth behold the upright.
King James Version (KJV)
Public Domain
Reflexion by Noemi Dominguez:
You will surely remember seeing some picture with this inscription: “Jesus is supreme in this home, Invisible Guest at our table, Silent Listener in our conversation.” It was always difficult for my little granddaughters to understand that God was constantly seeing them. In their innocence, they sometimes said that they would hide in a closet or in a kitchen drawer where God could see them. Although this is laughable, many adults only worry if there is someone around who can see them when they do something wrong. Today’s psalm [verses 4 and 5] affirms that God dwells in His holy temple – heaven itself – and from there His eyes see and his ” eyelids” examine the children of men. He hates the evil person and he who loves violence. Also “The eyes of the Lord search the whole earth in order to strengthen those whose hearts are fully committed to him. [2 Chronicles 16:8-10 New Living Translation Version]. “Your eyes reveal that I can’t hide.That I am nothing without you O faithful Lord. You know everything about me as you look at the heart you can see it my inside.Take my life to a single truth that when you look at me there is nothing I can hide.I know it’s your faithfulness that takes my life beyond what I can imagine.I know I can’t deny that your gaze on me fills me with your peace.” [M. Witt].
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