Juan 7: 1-36: Jesús en la fiesta de los tabernáculos.
1 Y PASADAS estas cosas andaba Jesús en Galilea: que no quería andar en Judea, porque los Judíos procuraban matarle.
2 Y estaba cerca la fiesta de los Judíos, la de los tabernáculos.
3 Y dijéronle sus hermanos: Pásate de aquí, y vete á Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
4 Que ninguno que procura ser claro, hace algo en oculto. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo.
5 Porque ni aun sus hermanos creían en él.
6 Díceles entonces Jesús: Mi tiempo aun no ha venido; mas vuestro tiempo siempre está presto.
7 No puede el mundo aborreceros á vosotros; mas á mí me aborrece, porque yo doy testimonio de él, que sus obras son malas.
8 Vosotros subid á esta fiesta; yo no subo aún á esta fiesta, porque mi tiempo aun no es cumplido.
9 Y habiéndoles dicho esto, quedóse en Galilea.
10 Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió á la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto.
11 Y buscábanle los Judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está aquél?
12 Y había grande murmullo de él entre la gente: porque unos decían: Bueno es; y otros decían: No, antes engaña á las gentes.
13 Mas ninguno hablaba abiertamente de él, por miedo de los Judíos.
14 Y al medio de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba.
15 y maravillábanse los Judíos, diciendo: ¿Cómo sabe éste letras, no habiendo aprendido?
16 Respondióles Jesús, y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me envió.
17 El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, ó si yo hablo de mí mismo.
18 El que habla de sí mismo, su propia gloria busca; mas el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia.
19 ¿No os dió Moisés la ley, y ninguno de vosotros hace la ley? ¿Por qué me procuráis matar?
20 Respondió la gente, y dijo: Demonio tienes: ¿quién te procura matar?
21 Jesús respondió, y díjoles: Una obra hice, y todos os maravilláis.
22 Cierto, Moisés os dió la circuncisión (no porque sea de Moisés, mas de los padres); y en sábado circuncidáis al hombre.
23 Si recibe el hombre la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado hice sano todo un hombre?
24 No juzguéis según lo que parece, mas juzgad justo juicio.
25 Decían entonces unos de los de Jerusalem: ¿No es éste al que buscan para matarlo?
26 Y he aquí, habla públicamente, y no le dicen nada; ¿si habrán entendido verdaderamente los príncipes, que éste es el Cristo?
27 Mas éste, sabemos de dónde es: y cuando viniere el Cristo, nadie sabrá de dónde sea.
28 Entonces clamaba Jesús en el templo, enseñando y diciendo: Y á mí me conocéis, y sabéis de dónde soy: y no he venido de mí mismo; mas el que me envió es verdadero, al cual vosotros no conocéis.
29 Yo le conozco, porque de él soy, y él me envió.
30 Entonces procuraban prenderle; mas ninguno puso en él mano, porque aun no había venido su hora.
31 Y muchos del pueblo creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando viniere, ¿hará más señales que las que éste hace?
32 Los Fariseos oyeron á la gente que murmuraba de él estas cosas; y los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos enviaron servidores que le prendiesen.
33 Y Jesús dijo: Aun un poco de tiempo estaré con vosotros, é iré al que me envió.
34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir.
35 Entonces los Judíos dijeron entre sí: ¿A dónde se ha de ir éste que no le hallemos? ¿Se ha de ir á los esparcidos entre los Griegos, y á enseñar á los Griegos?
36 ¿Qué dicho es éste que dijo: Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir?
Reflexión por Noemi Dominguez:
Sabiendo que Su hora no había llegado, Jesus “sube” encubiertamente a Jerusalén a la fiesta de las tiendas o tabernáculo [versículo 10]. A la mitad del festival que duraba una semana, Jesus sale del anonimato y enseña en el templo dejando perpleja a la multitud. Es por eso que las autoridades descubren que es Jesus quien está en el templo y envían las fuerzas armadas para capturarle [versículo 32]. “Entonces Jesús dijo: Por un poco más de tiempo estoy con vosotros; después voy al que me envió. Me buscaréis y no me hallaréis; y donde yo esté, vosotros no podéis ir.” [versículos 33 y 34, Nueva Versión Internacional]. Ellos no entendieron que hablaba de la cruz, un “lugar” al que nadie le podría acompañar y Su regreso al Padre. Nadie le podría acompañar cuando se ofreciera en la cruz como el sacrificio de expiación que quita el pecado del mundo. Más desconcertados que nunca los judíos se preguntan a dónde se iría Jesus. En su incredulidad, ellos no podían entender. Pero para los que hemos creído Jesus tiene otro mensaje: “Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros. Y conocéis el camino adonde voy.” [Juan 14:3 y 4, Nueva Biblia de als Américas]. ¡Cuan grande es la diferencia que produce la fe! ¡cuánta paz nos otorgan Sus palabras: “para que a donde yo estoy, allí estéis también vosotros.” Tomó Él, en la soledad de la cruz nuestro lugar para que nosotros pudiésemos compartir el Suyo en la gloria. ¡Gracias Señor por la paz que me da el haberte recibido como mis Señor y Salvador!
Jonh 7:1-36: The Heavenly Scholar.
1 After these things Jesus walked in Galilee: for he would not walk in Jewry, because the Jews sought to kill him.
2 Now the Jew’s feast of tabernacles was at hand.
3 His brethren therefore said unto him, Depart hence, and go into Judaea, that thy disciples also may see the works that thou doest.
4 For there is no man that doeth any thing in secret, and he himself seeketh to be known openly. If thou do these things, shew thyself to the world.
5 For neither did his brethren believe in him.
6 Then Jesus said unto them, My time is not yet come: but your time is alway ready.
7 The world cannot hate you; but me it hateth, because I testify of it, that the works thereof are evil.
8 Go ye up unto this feast: I go not up yet unto this feast: for my time is not yet full come.
9 When he had said these words unto them, he abode still in Galilee.
10 But when his brethren were gone up, then went he also up unto the feast, not openly, but as it were in secret.
11 Then the Jews sought him at the feast, and said, Where is he?
12 And there was much murmuring among the people concerning him: for some said, He is a good man: others said, Nay; but he deceiveth the people.
13 Howbeit no man spake openly of him for fear of the Jews.
14 Now about the midst of the feast Jesus went up into the temple, and taught.
15 And the Jews marvelled, saying, How knoweth this man letters, having never learned?
16 Jesus answered them, and said, My doctrine is not mine, but his that sent me.
17 If any man will do his will, he shall know of the doctrine, whether it be of God, or whether I speak of myself.
18 He that speaketh of himself seeketh his own glory: but he that seeketh his glory that sent him, the same is true, and no unrighteousness is in him.
19 Did not Moses give you the law, and yet none of you keepeth the law? Why go ye about to kill me?
20 The people answered and said, Thou hast a devil: who goeth about to kill thee?
21 Jesus answered and said unto them, I have done one work, and ye all marvel.
22 Moses therefore gave unto you circumcision; (not because it is of Moses, but of the fathers;) and ye on the sabbath day circumcise a man.
23 If a man on the sabbath day receive circumcision, that the law of Moses should not be broken; are ye angry at me, because I have made a man every whit whole on the sabbath day?
24 Judge not according to the appearance, but judge righteous judgment.
25 Then said some of them of Jerusalem, Is not this he, whom they seek to kill?
26 But, lo, he speaketh boldly, and they say nothing unto him. Do the rulers know indeed that this is the very Christ?
27 Howbeit we know this man whence he is: but when Christ cometh, no man knoweth whence he is.
28 Then cried Jesus in the temple as he taught, saying, Ye both know me, and ye know whence I am: and I am not come of myself, but he that sent me is true, whom ye know not.
29 But I know him: for I am from him, and he hath sent me.
30 Then they sought to take him: but no man laid hands on him, because his hour was not yet come.
31 And many of the people believed on him, and said, When Christ cometh, will he do more miracles than these which this man hath done?
32 The Pharisees heard that the people murmured such things concerning him; and the Pharisees and the chief priests sent officers to take him.
33 Then said Jesus unto them, Yet a little while am I with you, and then I go unto him that sent me.
34 Ye shall seek me, and shall not find me: and where I am, thither ye cannot come.
35 Then said the Jews among themselves, Whither will he go, that we shall not find him? will he go unto the dispersed among the Gentiles, and teach the Gentiles?
36 What manner of saying is this that he said, Ye shall seek me, and shall not find me: and where I am, thither ye cannot come?
Reflexion by Noemi Dominguez:
Knowing that His hour had not come, Jesus covertly “goes up” to Jerusalem at the feast of tents or tabernacles [verse 10]. In the middle of the week-long festival, Jesus comes out of anonymity and teaches in the temple, puzzling the crowd. When the authorities discover that it is Jesus who is in the temple they send armed guards to capture him [verse 32]. “Jesus said, “I am with you for only a short time, and then I am going to the one who sent me. 34 You will look for me, but you will not find me; and where I am, you cannot come.” [verses 33 and 34, New International Version]. They did not understand that He spoke of the cross, a “place” to which no one could accompany Him and His return to the Father. No one could accompany Him when He offered Himself on the cross as the sacrifice of atonement that takes away the sin of the world. More bewildered than ever, Jews wonder where Jesus would go. In their disbelief, they could not understand. But for those of us who have believed, Jesus has another message: ” … if I go and prepare a place for you, I will come back and take you to be with me that you also may be where I am. You know the way to the place where I am going.” [John 14:3 and 4, New International Version]. How great is the difference tht faith makes! How much peace His words give us: ” that you also may be where I am.” He took His place, in the solitude of the cross, so that we could share His in glory. Thank you, Lord, for the peace that has given me when I received you as my Lord and Savior!
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