Juan 12:1-26: La entrada triunfal en Jerusalén.
1 Y JESUS, seis días antes de la Pascua, vino á Bethania, donde estaba Lázaro, que había sido muerto, al cual había resucitado de los muertos.
2 E hiciéronle allí una cena y Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados á la mesa juntamente con él.
3 Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos: y la casa se llenó del olor del ungüento.
4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote, hijo de Simón, el que le había de entregar:
5 ¿Por qué no se ha vendido este ungüento por trescientos dineros, y se dió á los pobres?
6 Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenía de los pobres: sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y traía lo que se echaba en ella.
7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto;
8 Porque á los pobres siempre los tenéis con vosotros, mas á mí no siempre me tenéis.
9 Entonces mucha gente de los Judíos entendió que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual había resucitado de los muertos.
10 Consultaron asimismo los príncipes de los sacerdotes, de matar también á Lázaro;
11 Porque muchos de los Judíos iban y creían en Jesús por causa de él.
12 El siguiente día, mucha gente que había venido á la fiesta, como oyeron que Jesús venía á Jerusalem,
13 Tomaron ramos de palmas, y salieron á recibirle, y clamaban: Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel!
14 Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre él, como está escrito:
15 No temas, hija de Sión: he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna.
16 Estas cosas no las entendieron sus discípulos de primero: empero cuando Jesús fué glorificado, entonces se acordaron de que estas cosas estaban escritas de él, y que le hicieron estas cosas.
17 Y la gente que estaba con él, daba testimonio de cuando llamó á Lázaro del sepulcro, y le resucitó de los muertos.
18 Por lo cual también había venido la gente á recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal;
19 Mas los Fariseos dijeron entre sí: ¿Veis que nada aprovecháis? he aquí, el mundo se va tras de él.
20 Y había ciertos Griegos de los que habían subido á adorar en la fiesta:
21 Estos pues, se llegaron á Felipe, que era de Bethsaida de Galilea, y rogáronle, diciendo: Señor, querríamos ver á Jesús.
22 Vino Felipe, y díjolo á Andrés: Andrés entonces, y Felipe, lo dicen á Jesús.
23 Entonces Jesús les respondió, diciendo: La hora viene en que el Hijo del hombre ha de ser glorificado.
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
25 El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
26 Si alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Es posible que nunca sepas que JESÚS es todo lo que necesitas, hasta que JESÚS sea todo lo que tienes.” [Ritu Ghatourey]. Hay un himno que desde la primera vez que lo escuché, (y cada vez que lo escucho), me conmueve hasta lo más íntimo de mi ser. Se llama “Soñé con una ciudad que se llama “Gloria.” Alguien imagina que ha llegado al cielo y en los portones fue bien recibido por los ángeles quienes le llevaron de mansión en mansión. Suspirando les dijo a los ángeles, yo quiero ver a Jesús; Aquel que Su vida dio por mi. “Todos mis seres queridos me reconocieron. Me llevaron por las calles del cielo. [Vi a] todos los santos, [que] eran demasiados para nombrarlos, vi [también] a Abraham, a Jacob y a Isaac. Hablé con Marcos, me senté con Timoteo, pero luego dije, quiero ver a Jesús, Él es Aquel que murió por mí.” Cuando le vio se arrodillo y exclamó: Santo, Santo y juntando sus manos exclamó Gloria, Gloria, al Hijo de Dios.” [Doug Horley]. “Y había unos griegos entre los que subían a adorar en la fiesta; estos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.” [versículos 20 y 21, Biblia de las Américas]. Será maravilloso volver a ver a seres amados que nos precedieron y conocer a tantos de quienes hemos leído en las Escrituras. Serán maravillosas las calles de oro y el mar de cristal pero nada, absolutamente nada se ha de comparar con ver a Jesús. Señor, mi anhelo en este día es ver a Jesus hasta el día en que le vea cara a cara y exclame: ¡Gloria al Cordero de Dios!
Jonh 12:1-26 The Triumphal Entry.
1 Then Jesus six days before the passover came to Bethany, where Lazarus was, which had been dead, whom he raised from the dead.
2 There they made him a supper; and Martha served: but Lazarus was one of them that sat at the table with him.
3 Then took Mary a pound of ointment of spikenard, very costly, and anointed the feet of Jesus, and wiped his feet with her hair: and the house was filled with the odour of the ointment.
4 Then saith one of his disciples, Judas Iscariot, Simon’s son, which should betray him,
5 Why was not this ointment sold for three hundred pence, and given to the poor?
6 This he said, not that he cared for the poor; but because he was a thief, and had the bag, and bare what was put therein.
7 Then said Jesus, Let her alone: against the day of my burying hath she kept this.
8 For the poor always ye have with you; but me ye have not always.
9 Much people of the Jews therefore knew that he was there: and they came not for Jesus’ sake only, but that they might see Lazarus also, whom he had raised from the dead.
10 But the chief priests consulted that they might put Lazarus also to death;
11 Because that by reason of him many of the Jews went away, and believed on Jesus.
12 On the next day much people that were come to the feast, when they heard that Jesus was coming to Jerusalem,
13 Took branches of palm trees, and went forth to meet him, and cried, Hosanna: Blessed is the King of Israel that cometh in the name of the Lord.
14 And Jesus, when he had found a young ass, sat thereon; as it is written,
15 Fear not, daughter of Sion: behold, thy King cometh, sitting on an ass’s colt.
16 These things understood not his disciples at the first: but when Jesus was glorified, then remembered they that these things were written of him, and that they had done these things unto him.
17 The people therefore that was with him when he called Lazarus out of his grave, and raised him from the dead, bare record.
18 For this cause the people also met him, for that they heard that he had done this miracle.
19 The Pharisees therefore said among themselves, Perceive ye how ye prevail nothing? behold, the world is gone after him.
20 And there were certain Greeks among them that came up to worship at the feast:
21 The same came therefore to Philip, which was of Bethsaida of Galilee, and desired him, saying, Sir, we would see Jesus.
22 Philip cometh and telleth Andrew: and again Andrew and Philip tell Jesus.
23 And Jesus answered them, saying, The hour is come, that the Son of man should be glorified.
24 Verily, verily, I say unto you, Except a corn of wheat fall into the ground and die, it abideth alone: but if it die, it bringeth forth much fruit.
25 He that loveth his life shall lose it; and he that hateth his life in this world shall keep it unto life eternal.
26 If any man serve me, let him follow me; and where I am, there shall also my servant be: if any man serve me, him will my Father honour.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“You may never know that JESUS is all you need, until JESUS is all you have. ” [Ritu Ghatourey]. There is a hymn that from the first time I heard it, (and every time I hear it, moves me to the depths of my inner being. It’s called “I Dreamed of a City Called “Glory.” Someone imagines that he has reached heaven and at the gates he was well received by the angels who took him from mansion to mansion. Sighing, he said to the angels, I want to see Jesus; The One who gave His life for me. “When I entered the gates of the city. My Loved ones all knew me well. They took me down the streets of heaven. All the saints were too many to tell; I saw Abraham, Jacob, and Isaac, [I] Talked with Mark, sat down with Timothy, but then I said, I want to see Jesus, He’s the One who died for me. I bowed on my knees and cried Holy, holy, holy, I clapped my hands and sang Glory, Glory to the Son of God.” [Doug Horley]. “Now there were some Greeks (Gentiles) among those who were going up to worship at the feast; these came to Philip, who was from Bethsaida in Galilee, with a request, saying, “Sir, we wish to see Jesus. ” [verses 20 and 21, Amplified Bible]. It will be wonderful to see loved ones who went before us again and to meet so many of whom we have read in the Scriptures. The streets of gold and the sea of glass will be wonderful, but nothing, absolutely nothing compares to seeing Jesus. Lord, my longing on this day is through faith to see Jesus until the day I see Him face to face and exclaim, “Glory the Lamb of God!”
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