1 Crónicas 9:22-44: Genealogía de Saúl.
22 Todos estos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus villas, á los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente.
23 Así ellos y sus hijos eran porteros por sus turnos á las puertas de la casa de Jehová, y de la casa del tabernáculo.
24 Y estaban los porteros á los cuatro vientos, al oriente, al occidente, al septentrión, y al mediodía.
25 Y sus hermanos que estaban en sus aldeas, venían cada siete días por sus tiempos con ellos.
26 Porque cuatro principales de los porteros Levitas estaban en el oficio, y tenían cargo de las cámaras, y de los tesoros de la casa de Dios.
27 Estos moraban alrededor de la casa de Dios, porque tenían cargo de la guardia, y el de abrir aquélla todas las mañanas.
28 Algunos de estos tenían cargo de los vasos del ministerio, los cuales se metían por cuenta, y por cuenta se sacaban.
29 Y otros de ellos tenían cargo de la vajilla, y de todos los vasos del santuario, y de la harina, y del vino, y del aceite, y del incienso, y de los aromas.
30 Y algunos de los hijos de los sacerdotes hacían los ungüentos aromáticos.
31 Y Mathathías, uno de los Levitas, primogénito de Sallum Coraita, tenía cargo de las cosas que se hacían en sartén.
32 Y algunos de los hijos de Coath, y de sus hermanos, tenían el cargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado.
33 Y de estos había cantores, principales de familias de los Levitas, los cuales estaban en sus cámaras exentos; porque de día y de noche estaban en aquella obra.
34 Estos eran jefes de familias de los Levitas por sus linajes, jefes que habitaban en Jerusalem.
35 Y en Gabaón habitaban Jehiel padre de Gabaón, el nombre de cuya mujer era Maachâ;
36 Y su hijo primogénito Abdón, luego Sur, Chîs, Baal, Ner, Nadab;
37 Gedor, Ahio, Zachârias, y Micloth.
38 Y Micloth engendró á Samaán. Y estos habitaban también en Jerusalem con sus hermanos enfrente de ellos.
39 Y Ner engendró á Cis, y Cis engendró á Saúl, y Saúl engendró á Jonathán, Malchîsua, Abinadab, y Esbaal.
40 E hijo de Jonathán fué Merib-baal, y Merib-baal engendró á Michâ.
41 Y los hijos de Michâ: Phitón, Melech, Tharea, y Ahaz.
42 Ahaz engendró á Jara, y Jara engendró á Alemeth, Azmaveth, y Zimri: y Zimri engendró á Mosa;
43 Y Mosa engendró á Bina, cuyo hijo fué Rephaía, del que fué hijo Elasa, cuyo hijo fué Asel.
44 Y Asel tuvo seis hijos, los nombres de los cuales son: Azricam, Bochru, Ismael, Seraía, Obadías, y Hanán: estos fueron los hijos de Asel.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Cuando un atacante con un machete entró en la casa de un rabino en Monsey, Nueva York, durante Hanukkah y un hombre armado disparó contra los fieles en una iglesia de Texas 14 horas después, las dos congregaciones en diferentes regiones del país se unieron a una lista creciente de comunidades religiosas que han sido atacados en los EE.UU.” [York Dispach]. Estamos viviendo en tiempos de desenfrenada violencia, pero aparentemente el problema no es nuevo. Hace tres mil años los judíos de Jerusalén montaban guardias las 24 horas del día para proteger la casa de Dios. “Los cuatro porteros principales estaban en servicio permanente. Eran levitas y custodiaban las salas y los tesoros del templo de Dios. Durante la noche montaban guardia alrededor del templo, y en la mañana abrían sus puertas.” [versículos 26 y 27, Nueva Versión Internacional]. El oficio y la responsabilidad se pasaba de generación en generación. Habían sido escogidos por el rey David y por el profeta Samuel para esa labor [versículo 22] y contaban con el apoyo de sus familiares que se turnaban para ayudarlos [versículo 25]. ¡Que hermoso es ver a toda la familia sirviendo al Señor y apoyándose mutuamente! Otras familias se ocupaban de hornear el pan de la presencia, otros sacaban y ponían los utensilios del templo, contándolos cada vez que lo hacían. Aún otros se dedicaban exclusivamente a la alabanza. [versículo 33]. Todos admirarían al Sumo Sacerdote en su función pero había muchos otros que como hoy, que nadie ve pero que hacen que la obra de Dios prospere. Señor, protege a quienes te sirven y ayúdame a encontrar mi parte en Tu servicio y dame la sabiduría y perseverancia para hacerlo con excelencia!
1 Chronicles 9: 22-44: The Levite Gatekeepers.
22 All these which were chosen to be porters in the gates were two hundred and twelve. These were reckoned by their genealogy in their villages, whom David and Samuel the seer did ordain in their set office.
23 So they and their children had the oversight of the gates of the house of the Lord, namely, the house of the tabernacle, by wards.
24 In four quarters were the porters, toward the east, west, north, and south.
25 And their brethren, which were in their villages, were to come after seven days from time to time with them.
26 For these Levites, the four chief porters, were in their set office, and were over the chambers and treasuries of the house of God.
27 And they lodged round about the house of God, because the charge was upon them, and the opening thereof every morning pertained to them.
28 And certain of them had the charge of the ministering vessels, that they should bring them in and out by tale.
29 Some of them also were appointed to oversee the vessels, and all the instruments of the sanctuary, and the fine flour, and the wine, and the oil, and the frankincense, and the spices.
30 And some of the sons of the priests made the ointment of the spices.
31 And Mattithiah, one of the Levites, who was the firstborn of Shallum the Korahite, had the set office over the things that were made in the pans.
32 And other of their brethren, of the sons of the Kohathites, were over the shewbread, to prepare it every sabbath.
33 And these are the singers, chief of the fathers of the Levites, who remaining in the chambers were free: for they were employed in that work day and night.
34 These chief fathers of the Levites were chief throughout their generations; these dwelt at Jerusalem.
35 And in Gibeon dwelt the father of Gibeon, Jehiel, whose wife’s name was Maachah:
36 And his firstborn son Abdon, then Zur, and Kish, and Baal, and Ner, and Nadab.
37 And Gedor, and Ahio, and Zechariah, and Mikloth.
38 And Mikloth begat Shimeam. And they also dwelt with their brethren at Jerusalem, over against their brethren.
39 And Ner begat Kish; and Kish begat Saul; and Saul begat Jonathan, and Malchishua, and Abinadab, and Eshbaal.
40 And the son of Jonathan was Meribbaal: and Meribbaal begat Micah.
41 And the sons of Micah were, Pithon, and Melech, and Tahrea, and Ahaz.
42 And Ahaz begat Jarah; and Jarah begat Alemeth, and Azmaveth, and Zimri; and Zimri begat Moza;
43 And Moza begat Binea; and Rephaiah his son, Eleasah his son, Azel his son.
44 And Azel had six sons, whose names are these, Azrikam, Bocheru, and Ishmael, and Sheariah, and Obadiah, and Hanan: these were the sons of Azel.
Reflexion by Noemi Dominguez:
” When a machete-wielding attacker walked into a rabbi’s home in Monsey, New York, during Hanukkah and a gunman fired on worshippers at a Texas church 14 hours later, the two congregations in different regions of the country joined a growing list of faith communities that have come under attack in the U.S.” [ ]. We are living in times of rampant violence, but apparently the problem is not new. Three thousand years ago the Jews of Jerusalem stood guard 24 hours a day to protect God’s house. “But the four principal gatekeepers, who were Levites, were entrusted with the responsibility for the rooms and treasuries in the house of God. They would spend the night stationed around the house of God, because they had to guard it; and they had charge of the key for opening it each morning.” [verses 26 and 27, New International Version]. The trade and responsibility was passed from generation to generation. They had been chosen by King David and the prophet Samuel for this work [verse 22] and had the support of their family members who took turns helping them [verse 25]. How beautiful it is to see the whole family serving the Lord and supporting each other! Other families took care of baking the bread of the presence, yet others took out and put the temple utensils, counting them each time they did it. Still others devoted themselves exclusively to praise. [verse 33]. Everyone would admire the High Priest in his role but there were many others who, like today, no one sees, but who make God’s work prosper. Lord, protect those who serve you and help me to find my part in Your service and give me the wisdom and perseverance to do it with excellence!
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