1 Crónicas 5:1-25: Descendientes de Rubén y Gad.
1 Y LOS hijos de Rubén, primogénito de Israel, (porque él era el primogénito, mas como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados á los hijos de José, hijo de Israel; y no fué contado por primogénito.
2 Porque Judá fué el mayorazgo sobre sus hermanos, y el príncipe de ellos: mas el derecho de primogenitura fué de José.)
3 Fueron pues los hijos de Rubén, primogénito de Israel: Enoch, Phallu, Esrón y Charmi.
4 Los hijos de Joel: Semaías su hijo, Gog su hijo, Simi su hijo;
5 Michâ su hijo, Recaía su hijo, Baal su hijo;
6 Beera su hijo, el cual fué trasportado por Thiglath-pilneser rey de los Asirios. Este era principal de los Rubenitas.
7 Y sus hermanos por sus familias, cuando eran contados en sus descendencias, tenían por príncipes á Jeiel y á Zachârías.
8 Y Bela hijo de Azaz, hijo de Sema, hijo de Joel, habitó en Aroer hasta Nebo y Baal-meón.
9 Habitó también desde el oriente hasta la entrada del desierto desde el río Eufrates: porque tenía muchos ganados en la tierra de Galaad.
10 Y en los días de Saúl trajeron guerra contra los Agarenos, los cuales cayeron en su mano; y ellos habitaron en sus tiendas sobre toda la haz oriental de Galaad.
11 Y los hijos de Gad habitaron enfrente de ellos en la tierra de Basán hasta Salca.
12 Y Joel fué el principal en Basán, el segundo Sephán, luego Janai, después Saphat.
13 Y sus hermanos, según las familias de sus padres, fueron Michâel, Mesullam, Seba, Jorai, Jachân, Zia, y Heber; en todos siete.
14 Estos fueron los hijos de Abihail hijo de Huri, hijo de Jaroa, hijo de Galaad, hijo de Michâel, hijo de Jesiaí, hijo de Jaddo, hijo de Buz.
15 También Ahí, hijo de Abdiel, hijo de Guni, fué principal en la casa de sus padres.
16 Los cuales habitaron en Galaad, en Basán, y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos.
17 Todos estos fueron contados por sus generaciones en días de Jothán rey de Judá, y en días de Jeroboam rey de Israel.
18 Los hijos de Rubén, y de Gad, y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada, que entesaban arco, y diestros en guerra, en cuarenta y cuatro mil setecientos y sesenta que salían á batalla.
19 Y tuvieron guerra los Agarenos, y Jethur, y Naphis, y Nodab.
20 Y fueron ayudados contra ellos, y los Agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron á Dios en la guerra, y fuéles favorable, porque esperaron en él.
21 Y tomaron sus ganados, cincuenta mil camellos, y doscientas cincuenta mil ovejas, dos mil asnos, y cien mil personas.
22 Y cayeron muchos heridos, porque la guerra era de Dios; y habitaron en sus lugares hasta la transmigración.
23 Y los hijos de la media tribu de Manasés habitaron en la tierra, desde Basán hasta Baal-Hermón, y Senir y el monte de Hermón, multiplicados en gran manera.
24 Y estas fueron las cabezas de las casas de sus padres: Epher, Isi, y Eliel, Azriel, y Jeremías, y Odavia, y Jadiel, hombres valientes y de esfuerzo, varones de nombre y cabeceras de las casas de sus padres.
25 Mas se rebelaron contra el Dios de sus padres, y fornicaron siguiendo los dioses de los pueblos de la tierra, á los cuales había Jehová quitado de delante de ellos.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Más importante que la serie de tediosos trámites migratorios donde, entre otras cosas, necesitamos probar nuestro parentesco con un ciudadano para lograr una residencia legal, mucho más importante, era establecer el linaje del futuro Rey David. En la sucesión de nombres encontramos algunos cuyas vidas no agradaron a Dios. Tanto Jacob, como Er, su primogénito, como Tamar su nuera obraron mal. ¡Cuánta angustia y llantos traen los “deslices” humanos! Sin duda muchas de las consecuencias afectan el resto de las vidas como en el caso del abandono de la educación o de las madres y los padres solteros, por tomar solo un par de ejemplos de la vida diaria. Sin restar importancia a los “efectos secundarios” de los pecados humanos, cuando vemos estas listas que incluyen esos nombres dentro del linaje de David y, por lo tanto, dentro del linaje terrenal de nuestro amado Salvador, nos encontramos una vez más con la maravillosa gracia restauradora de Dios que toma vidas aparentemente destruidas y sin esperanza; y de todo esa situación, y a pesar de toda esa triste realidad, los restaura sin desecharlos de Su Divino plan. Y quién sabe si supiéramos toda la historia de nuestros propios antepasados, si no descubriríamos circunstancias semejantes, ¿de las cuales no estaríamos “orgullosos?” Dios no nos ha hecho jueces en la “corte” de la vida, y mucho menos verdugos de las vidas ajenas. Dios nos ha hecho testigos de Su maravillosa gracia que no solo nos alcanzó en nuestra imperfecta y quizás miserable situación, y como al hijo pródigo, nos abrazó, nos perdonó, nos recibió en nuestro verdadero hogar, cambio nuestros vestidos y “puso anillo” en nuestra mano [Lucas 15].
1 Chronicles 5: The Family of Reuben and Gad.
1 Now the sons of Reuben the firstborn of Israel, (for he was the firstborn; but forasmuch as he defiled his father’s bed, his birthright was given unto the sons of Joseph the son of Israel: and the genealogy is not to be reckoned after the birthright.
2 For Judah prevailed above his brethren, and of him came the chief ruler; but the birthright was Joseph’s:)
3 The sons, I say, of Reuben the firstborn of Israel were, Hanoch, and Pallu, Hezron, and Carmi.
4 The sons of Joel; Shemaiah his son, Gog his son, Shimei his son,
5 Micah his son, Reaia his son, Baal his son,
6 Beerah his son, whom Tilgathpilneser king of Assyria carried away captive: he was prince of the Reubenites.
7 And his brethren by their families, when the genealogy of their generations was reckoned, were the chief, Jeiel, and Zechariah,
8 And Bela the son of Azaz, the son of Shema, the son of Joel, who dwelt in Aroer, even unto Nebo and Baalmeon:
9 And eastward he inhabited unto the entering in of the wilderness from the river Euphrates: because their cattle were multiplied in the land of Gilead.
10 And in the days of Saul they made war with the Hagarites, who fell by their hand: and they dwelt in their tents throughout all the east land of Gilead.
11 And the children of Gad dwelt over against them, in the land of Bashan unto Salcah:
12 Joel the chief, and Shapham the next, and Jaanai, and Shaphat in Bashan.
13 And their brethren of the house of their fathers were, Michael, and Meshullam, and Sheba, and Jorai, and Jachan, and Zia, and Heber, seven.
14 These are the children of Abihail the son of Huri, the son of Jaroah, the son of Gilead, the son of Michael, the son of Jeshishai, the son of Jahdo, the son of Buz;
15 Ahi the son of Abdiel, the son of Guni, chief of the house of their fathers.
16 And they dwelt in Gilead in Bashan, and in her towns, and in all the suburbs of Sharon, upon their borders.
17 All these were reckoned by genealogies in the days of Jotham king of Judah, and in the days of Jeroboam king of Israel.
18 The sons of Reuben, and the Gadites, and half the tribe of Manasseh, of valiant men, men able to bear buckler and sword, and to shoot with bow, and skilful in war, were four and forty thousand seven hundred and threescore, that went out to the war.
19 And they made war with the Hagarites, with Jetur, and Nephish, and Nodab.
20 And they were helped against them, and the Hagarites were delivered into their hand, and all that were with them: for they cried to God in the battle, and he was intreated of them; because they put their trust in him.
21 And they took away their cattle; of their camels fifty thousand, and of sheep two hundred and fifty thousand, and of asses two thousand, and of men an hundred thousand.
22 For there fell down many slain, because the war was of God. And they dwelt in their steads until the captivity.
23 And the children of the half tribe of Manasseh dwelt in the land: they increased from Bashan unto Baalhermon and Senir, and unto mount Hermon.
24 And these were the heads of the house of their fathers, even Epher, and Ishi, and Eliel, and Azriel, and Jeremiah, and Hodaviah, and Jahdiel, mighty men of valour, famous men, and heads of the house of their fathers.
25 And they transgressed against the God of their fathers, and went a whoring after the gods of the people of the land, whom God destroyed before them.
Reflexion by Noemi Dominguez:
More important than the series of tedious immigration procedures where, among other things, we need to prove our kinship with a citizen to obtain legal residency, much more important, was to establish the lineage of the future King David. In the succession of names, we find some whose lives did not please God. Both Jacob, Er, his firstborn, and Tamar his daughter-in-law made serious mistakes. How much despair and crying human “slips” bring! No doubt many of the consequences affect the rest of our lives as in the case of dropping out of school or single parenting, to take just a couple of examples of our daily lives. Without diminishing importance of the “side effects” of human sins, when we see these lists that include those names within the lineage of David and therefore within the earthly lineage of our beloved Savior, we are once again meet God’s wonderful restoring grace that takes seemingly destroyed and hopeless lives; and from such a situation, and in spite of all that sad reality, He restores them without casting them from His Divine plan. And who knows if we knew the whole history of our own ancestors, if we would not discover similar circumstances, which none of us would be “proud of”? “God has not made us judges in the ‘court’ of life, much less executioners of the lives of others. God has made us witnesses of His wonderful grace that not only reached us in our imperfect and perhaps miserable situation, and like the prodigal son, embraced us, forgave us, welcomed us into our true home, changed our garments, and “put a ring” on our hand [Luke 15].
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