1 Crónicas 12: 23-40: Los aliados de David
23 Y este es el número de los principales que estaban á punto de guerra, y vinieron á David en Hebrón, para traspasarle el reino de Saúl, conforme á la palabra de Jehová:
24 De los hijos de Judá que traían escudo y lanza, seis mil y ochocientos, á punto de guerra.
25 De los hijos de Simeón, valientes y esforzados hombres para la guerra, siete mil y ciento.
26 De los hijos de Leví, cuatro mil y seiscientos;
27 Asimismo Joiada, príncipe de los del linaje de Aarón, y con él tres mil y setecientos;
28 Y Sadoc, mancebo valiente y esforzado, con veinte y dos de los principales de la casa de su padre.
29 De los hijos de Benjamín hermanos de Saúl, tres mil; porque aun en aquel tiempo muchos de ellos tenían la parte de la casa de Saúl.
30 Y de los hijos de Ephraim, veinte mil y ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.
31 De la media tribu de Manasés, diez y ocho mil, los cuales fueron tomados por lista para venir á poner á David por rey.
32 Y de los hijos de Issachâr, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
33 Y de Zabulón cincuenta mil, que salían á campaña á punto de guerra, con todas armas de guerra, dispuestos á pelear sin doblez de corazón.
34 Y de Nephtalí mil capitanes, y con ellos treinta y siete mil con escudo y lanza.
35 De los de Dan, dispuestos á pelear, veinte y ocho mil y seiscientos.
36 Y de Aser, á punto de guerra y aparejados á pelear, cuarenta mil.
37 Y de la otra parte del Jordán, de los Rubenitas y de los de Gad y de la media tribu de Manasés, ciento y veinte mil con toda suerte de armas de guerra.
38 Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto á Hebrón, para poner á David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner á David por rey.
39 Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían prevenido para ellos.
40 Y también los que les eran vecinos, hasta Issachâr y Zabulón y Nephtalí, trajeron pan en asnos, y camellos, y mulos, y bueyes; y provisión de harina, masas de higos, y pasas, vino y aceite, bueyes y ovejas en abundancia, porque en Israel había alegría.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Un país entero se prepara para coronar un rey. El rey Carlos esperó casi ocho meses después de asumir su responsabilidad de rey, y el pasado sábado se convirtió en el monarca número 40 del Reino Unido. Fue coronado en un servicio especial en la Iglesia de Westminster de Londres, en un acto que fue presenciado por líderes mundiales y diplomáticos, así como por representantes de las familias reales del mundo. David esperó más de siete años para que todo su país lo reconociera como el legítimo rey. David no impuso su señorío, pacientemente esperó que su pueblo lo reconociera como tal; así también nuestro Rey, el Señor Jesus quien toca a la puerta y espera para ser reconocido y admitido [Apocalipsis 3:20]. Tres cosas me llamaron la atención, que sus súbditos vinieron “dispuestos a pelear sin doblez de corazón” [versículo 33, Reina Varela 1960], que el ambiente era celebrativo: “… porque Israel rebosaba de alegría.” [versículo 40, Nueva Version Internacional], y que todo el país estaba unido, quienes “proclamaron de manera unánime a David como rey. [versículo 38, Nueva versión Internacional]. Hoy más que nunca el pueblo de Dios en general y cada familia cristiana en particular debemos cultivar estas tres virtudes: la integridad de un corazón no dividido, la disposición a luchar y la alegría de quienes en armoniosa unidad [Salmo 133] celebran a su Rey y Señor. Yo quiero ser parte de ese grupo, ¿y tú?
1 Chronicles 12: David’s Army at Hebron.
23 And these are the numbers of the bands that were ready armed to the war, and came to David to Hebron, to turn the kingdom of Saul to him, according to the word of the Lord.
24 The children of Judah that bare shield and spear were six thousand and eight hundred, ready armed to the war.
25 Of the children of Simeon, mighty men of valour for the war, seven thousand and one hundred.
26 Of the children of Levi four thousand and six hundred.
27 And Jehoiada was the leader of the Aaronites, and with him were three thousand and seven hundred;
28 And Zadok, a young man mighty of valour, and of his father’s house twenty and two captains.
29 And of the children of Benjamin, the kindred of Saul, three thousand: for hitherto the greatest part of them had kept the ward of the house of Saul.
30 And of the children of Ephraim twenty thousand and eight hundred, mighty men of valour, famous throughout the house of their fathers.
31 And of the half tribe of Manasseh eighteen thousand, which were expressed by name, to come and make David king.
32 And of the children of Issachar, which were men that had understanding of the times, to know what Israel ought to do; the heads of them were two hundred; and all their brethren were at their commandment.
33 Of Zebulun, such as went forth to battle, expert in war, with all instruments of war, fifty thousand, which could keep rank: they were not of double heart.
34 And of Naphtali a thousand captains, and with them with shield and spear thirty and seven thousand.
35 And of the Danites expert in war twenty and eight thousand and six hundred.
36 And of Asher, such as went forth to battle, expert in war, forty thousand.
37 And on the other side of Jordan, of the Reubenites, and the Gadites, and of the half tribe of Manasseh, with all manner of instruments of war for the battle, an hundred and twenty thousand.
38 All these men of war, that could keep rank, came with a perfect heart to Hebron, to make David king over all Israel: and all the rest also of Israel were of one heart to make David king.
39 And there they were with David three days, eating and drinking: for their brethren had prepared for them.
40 Moreover they that were nigh them, even unto Issachar and Zebulun and Naphtali, brought bread on asses, and on camels, and on mules, and on oxen, and meat, meal, cakes of figs, and bunches of raisins, and wine, and oil, and oxen, and sheep abundantly: for there was joy in Israel.
Reflexion by Noemi Dominguez:
An entire country prepares to crown a king. King Charles waited nearly eight months after assuming his responsibility as king, and last Saturday he became Great Britain’s 40th monarch. He was crowned in a special service at Westminster Abbey in London, in an act that was witnessed by world leaders and diplomats, as well as representatives of the world’s royal families. David waited more than seven years for his entire country to recognize him as the rightful king. David did not impose his lordship, he patiently waited for his people to acknowledge him as such; so, did our King, the Lord Jesus who knocks on the door and waits to be recognized and admitted [Revelation 3:20]. Three things caught my attention, that his subjects came “men with an undivided heart” [verse 33, Amplified Bible], that the atmosphere was celebratory: “… •the people of Israel were very happy [there was great joy in Israel].” [verse 40, Expanded Bible], and that the whole country was united, who “were also of one mind to make David king”. [verse 38, Amplified Bible]. Today more than ever the people of God in general and every Christian family in particular must cultivate these three virtues: the integrity of an undivided heart, the willingness to fight, and the joy of those who in harmonious unity [Psalm 133] celebrate their King and Lord. I want to be part of that group. How about you?
One Comment
Ruth Martin
HERMOSA REFLEXIÓN! EL REY QUE DIOS HABÍA ELEGIDO DEBÍA OCUPAR SU TRONO Y PARA ESO NO QUEDABA OTRA OPCIÓN QUE LUCHAR CONTRA LOS ENEMIGOS.
DE LA MISMA MANERA NOSOTROS, SI JESUCRISTO HA DE ESTAR EN EL TRONO DE NUESTRAS VIDAS, TENDREMOS QUE LUCHAR DIARIAMENTE CONTRA NUESTRO CONSTANTE ENEMIGO, QUE ATACA NUESTRAS MENTES,, MUY ESPECIALMENTE.