Salmos 34: El Señor, proveedor y salvador.
1 Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelech, y él lo echó, y fuése. BENDECIRÉ á Jehová en todo tiempo; Su alabanza será siempre en mi boca.
2 En Jehová se gloriará mi alma: Oiránlo los mansos, y se alegrarán.
3 Engrandeced á Jehová conmigo, Y ensalcemos su nombre á una.
4 Busqué á Jehová, y él me oyó, Y libróme de todos mis temores.
5 A él miraron y fueron alumbrados: Y sus rostros no se avergonzaron.
6 Este pobre clamó, y oyóle Jehová, Y librólo de todas sus angustias.
7 El ángel de Jehová acampa en derredor de los que le temen, Y los defiende.
8 Gustad, y ved que es bueno Jehová: Dichoso el hombre que confiará en él.
9 Temed á Jehová, vosotros sus santos; Porque no hay falta para los que le temen.
10 Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; Pero los que buscan á Jehová, no tendrán falta de ningún bien.
11 Venid, hijos, oidme; El temor de Jehová os enseñaré.
12 ¿Quién es el hombre que desea vida, Que codicia días para ver bien?
13 Guarda tu lengua de mal, Y tus labios de hablar engaño.
14 Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
15 Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
16 La ira de Jehová contra los que mal hacen, Para cortar de la tierra la memoria de ellos.
17 Clamaron los justos, y Jehová oyó, Y librólos de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón; Y salvará á los contritos de espíritu.
19 Muchos son los males del justo; Mas de todos ellos lo librará Jehová.
20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.
21 Matará al malo la maldad; Y los que aborrecen al justo serán asolados.
22 Jehová redime el alma de sus siervos; Y no serán asolados cuantos en él confían.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Reflexión por Noemi Dominguez:
Lo único que debemos temer es el miedo mismo” Franklin D. Roosevelt. Tanto niños, jóvenes como adultos, en mayor o menor grado, todos tenemos temores. Los niños a la oscuridad, a que sus padres les abandonen, los adolescentes al rechazo de sus pares o a no aprobar sus exámenes, los jóvenes a no encontrar la pareja ideal y los más maduros a la soledad, a un diagnóstico adverso o a la pérdida de un ser querido. El temor paraliza. Si alguna vez has sufrido de ataques de pánico no necesitas más explicación. David había fingido estar demente y temía ser descubierto. ¡Este temor no era imaginario, estaba muy bien fundado! Por otro lado, la gran mayoría de las cosas que tememos nunca han de ocurrir. Podemos buscar ayuda en amigos o consejeros, pero el rey David nos comparte su hallazgo: Buscó a Dios y Dios le oyó. Quitó sus temores y la angustia que el temor conlleva. Fuertes enemigos siempre cerca están;Cristo está más cerca; guárdame del mal. Ten valor, –me dice–, soy tu ayudador.No te dejaré nunca; siempre contigo estoy».No tengo temor, Jesús me ha prometido: «Siempre contigo estoy». Autor desconocido.
Psalm 34: The Happiness of Those Who Trust in God.
A Psalm of David when he pretended madness before Abimelech, who drove him away, and he departed.
1 I will bless the Lord at all times: his praise shall continually be in my mouth.
2 My soul shall make her boast in the Lord: the humble shall hear thereof, and be glad.
3 O magnify the Lord with me, and let us exalt his name together.
4 I sought the Lord, and he heard me, and delivered me from all my fears.
5 They looked unto him, and were lightened: and their faces were not ashamed.
6 This poor man cried, and the Lord heard him, and saved him out of all his troubles.
7 The angel of the Lord encampeth round about them that fear him, and delivereth them.
8 O taste and see that the Lord is good: blessed is the man that trusteth in him.
9 O fear the Lord, ye his saints: for there is no want to them that fear him.
10 The young lions do lack, and suffer hunger: but they that seek the Lord shall not want any good thing.
11 Come, ye children, hearken unto me: I will teach you the fear of the Lord.
12 What man is he that desireth life, and loveth many days, that he may see good?
13 Keep thy tongue from evil, and thy lips from speaking guile.
14 Depart from evil, and do good; seek peace, and pursue it.
15 The eyes of the Lord are upon the righteous, and his ears are open unto their cry.
16 The face of the Lord is against them that do evil, to cut off the remembrance of them from the earth.
17 The righteous cry, and the Lord heareth, and delivereth them out of all their troubles.
18 The Lord is nigh unto them that are of a broken heart; and saveth such as be of a contrite spirit.
19 Many are the afflictions of the righteous: but the Lord delivereth him out of them all.
20 He keepeth all his bones: not one of them is broken.
21 Evil shall slay the wicked: and they that hate the righteous shall be desolate.
22 The Lord redeemeth the soul of his servants: and none of them that trust in him shall be desolate.
King James Version (KJV)
Public Domain
Reflexion by Noemi Dominguez:
“The only thing we have to fear is fear itself” Franklin D. Roosevelt. Children, young people and adults, to a greater or lesser degree, we all have fears. Children fear the dark or to be abandoned by their parents, teenagers to be rejected by their peers or not to pass their exams, young people not to find the ideal partner and the more mature people fear loneliness, an adverse diagnosis or the loss of a loved one. Fear paralyzes. If you’ve ever suffered from panic attacks, you don’t need any more explanation. David had pretended to be insane and feared being discovered. His fear was not imaginary, it was very well founded! On the other hand, most things we fear will never happen. We can seek help from friends or counselors, but King David shares his find with us: He sought God and God heard Him. He took away his fears and the anguish that fear entails. “The world’s fierce winds are blowing, Temptation’s sharp and keen, I have a peace in knowing My Savior stands between— He stands to shield me from danger, when earthly friends are gone, He promised never to leave me, never to leave me alone. No, never alone; He promised never to leave me, never to leave me alone.” Authorunknown.
One Comment
Aida Contreras
Amèn, Hermoso Salmo, lleno de Promesas del Señor.
Habla de los justo què clamaron, Dios les escuchô y les libro de todos sus temores,
A veces la Soledad nos invade, aunque hayan personas a nuestro derredor, y acudimos
a preguntarnos, Porque esto… Porque no fuè asi…, Porque tiene què ser asi…
Si hubieron injusticias què aûn lastiman Es un temor latente a què no sè và a Poder
salir de alli, Pero este Salmo nos dice què si clamamos Dios nos escucha, y estamos seguros y confiados de què unicamente El, nos podrà librar. Gracias a Padre Santo, por todas sus bondades, Ayudenos Padre a ser libres de todo temor, angustia y soledad. Lo suplicamos
en el Nombre de Jesûs, Amèn.