Ezequiel 2: Llamamiento de Ezequiel.
1 Y DIJOME: Hijo del hombre, está sobre tus pies, y hablaré contigo.
2 Y entró espíritu en mí luego que me habló, y afirmóme sobre mis pies, y oía al que me hablaba.
3 Y díjome: Hijo del hombre, yo te envío á los hijos de Israel, á gentes rebeldes que se rebelaron contra mí: ellos y sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.
4 Yo pues te envío á hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho el Señor Jehová.
5 Acaso ellos escuchen; y si no escucharen, (porque son una rebelde familia,) siempre conocerán que hubo profeta entre ellos.
6 Y tú, hijo del hombre, no temas de ellos, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinas, y tú moras con escorpiones: no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.
7 Les hablarás pues mis palabras, escuchen ó dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
8 Mas tú, hijo del hombre, oye lo que yo te hablo; no seas tú rebelde como la casa rebelde: abre tu boca, y come lo que yo te doy.
9 Y miré, y he aquí una mano me fué enviada, y en ella había un rollo de libro.
10 Y extendiólo delante de mí, y estaba escrito delante y detrás: y había escritas en él endechas, y lamentación, y ayes.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Había sido un impactante encuentro de Ezequiel con Dios. Ante el esplendor de la gloria de Dios revelada en la visión del capítulo 1, Ezequiel dice: “Esta fue la visión de la semejanza de la gloria de Jehová. Y cuando yo la vi, me postré sobre mi rostro, y oí la voz de uno que hablaba” [Capítulo 1:28, Nueva Versión Internacional], porque “no hay lugar más alto, más grande, que estar a Sus pies.” [J. Morales]. Ezequiel, como María, la hermana de Lázaro, escogió “la mejor parte, la cual no le será quitada”. [Lucas 10:41-42]. Pero hay una tarea que hacer y Dios le revela la difícil misión que Dios tenía para él y le dijo: “Hijo de hombre, ponte en pie para que Yo te hable.” [versículo 1, Nueva Biblia de las Américas]. Como un soldado que va a recibir órdenes, ponte en pie porque tu superior, tu Dios te va a hablar. Las palabras de Dios entraron en sus oídos, pero el Espíritu de Dios entró en su corazón y la Palabra y el Espíritu afirmaron sus pies. Luego Dios agrega: “Y tú, hijo de hombre, no temas, no temas ni a ellos ni a sus palabras, aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones; no temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde. “Si Dios te ha llamado a hacer cierta cosa, Él te dará el poder para hacerlo. La mejor posición a la que puedes llegar es reconocer que no eres capaz por tus propias fuerzas de hacer el trabajo que el Señor te ha dado”. [McGee]. ¿Te está llamando Dios a una “misión imposible?” No te amedrentes, escucha Su voz, obedece a Su Espíritu, y ponte en pie, Dios te dará las fuerzas, ¡te escuchen o no te escuchen! [versículo 5].
Ezekiel 2: Ezekiel Called to Be a Prophet
1 And he said unto me, Son of man, stand upon thy feet, and I will speak unto thee.
2 And the spirit entered into me when he spake unto me, and set me upon my feet, that I heard him that spake unto me.
3 And he said unto me, Son of man, I send thee to the children of Israel, to a rebellious nation that hath rebelled against me: they and their fathers have transgressed against me, even unto this very day.
4 For they are impudent children and stiffhearted. I do send thee unto them; and thou shalt say unto them, Thus saith the Lord God.
5 And they, whether they will hear, or whether they will forbear, (for they are a rebellious house,) yet shall know that there hath been a prophet among them.
6 And thou, son of man, be not afraid of them, neither be afraid of their words, though briers and thorns be with thee, and thou dost dwell among scorpions: be not afraid of their words, nor be dismayed at their looks, though they be a rebellious house.
7 And thou shalt speak my words unto them, whether they will hear, or whether they will forbear: for they are most rebellious.
8 But thou, son of man, hear what I say unto thee; Be not thou rebellious like that rebellious house: open thy mouth, and eat that I give thee.
9 And when I looked, behold, an hand was sent unto me; and, lo, a roll of a book was therein;
10 And he spread it before me; and it was written within and without: and there was written therein lamentations, and mourning, and woe.
Reflexion by Noemi Dominguez:
It had been a shocking encounter of Ezekiel with God. Before the splendor of God’s glory revealed in the vision of chapter 1, Ezekiel says, “Brightness everywhere! … that’s what it was like. It turned out to be the Glory of God! When I saw all this, I fell to my knees, my face to the ground. Then I heard a voice.” [Chapter 1:28, The Message], for “there is no place that is higher, greater, than to be at His feet.” [J. Morales]. Ezekiel, like Mary, Lazarus’ sister, chose “the better part, which will not be taken away from her.” [Luke 10:41-42, Lexham English Bible]. But there is a task to be done and God reveals to him the difficult mission that God had for him and said to him: “Son of man, stand on your feet and I will speak to you.” [verse 1, Amplified Bible]. Just as a soldier who is about to receive his marching orders, stand up because your superior, your God, is going to speak to you. God’s words entered his ears, but God’s Spirit entered his heart, and the Word and Spirit affirmed his feet. Then God adds, ” But don’t be afraid of them, son of man, and don’t be afraid of anything they say. Don’t be afraid when living among them is like stepping on thorns or finding scorpions in your bed. Don’t be afraid of their mean words or their hard looks. They’re a bunch of rebels.” [verse 6, The Message]. “If God has called you to do a certain thing, He’ll give you the power to do it. The best position you can come to is to recognize that you are not able in your own strength to do the job the Lord has given to you.” Do not be intimidated, listen to His voice, obey His Spirit, and stand up, God will give you the strength, whether they listen to you or not! [verse 5].
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