Salmos 146: Alabanza por la justicia de Dios.
1 Aleluya. ALABA, oh alma mía, á Jehová.
2 Alabaré á Jehová en mi vida: Cantaré salmos á mi Dios mientras viviere.
3 No confiéis en los príncipes, Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud.
4 Saldrá su espíritu, tornaráse en su tierra: En aquel día perecerán sus pensamientos.
5 Bienaventurado aquel en cuya ayuda es el Dios de Jacob, Cuya esperanza es en Jehová su Dios:
6 El cual hizo los cielos y la tierra, La mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad para siempre;
7 Que hace derecho á los agraviados; Que da pan á los hambrientos: Jehová suelta á los aprisionados;
8 Jehová abre los ojos á los ciegos; Jehová levanta á los caídos; Jehová ama á los justos.
9 Jehová guarda á los extranjeros; Al huérfano y á la viuda levanta; Y el camino de los impíos trastorna.
10 Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sión, por generación y generación. Aleluya.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Los gobiernos humanos asumen ciertas responsabilidades relacionadas con la ayuda social a sus habitantes. La educación y la salud, y la obra social en general, son algunos beneficios que en diversos grados recibimos todos. Lamentablemente estos beneficios nos hacen depender del gobierno humano. Algunos también ponemos nuestra confianza en seguros médicos solo para darnos cuenta de que el procedimiento quirúrgico que necesitamos o la medicina que nos prescribió el doctor no está incluida en el plan. El versículo tres nos advierte: “No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar.” [Nueva Versión Internacional]. Solicita los beneficios que te corresponden pero no pongas tu confianza en ellos. Este hermoso salmo describe el divino plan de ayuda social: justicia a los oprimidos, alimento a los hambrientos, libertad a los cautivos, vista a los ciegos, amor para los justos, protección al extranjero y sostén a los agobiados, al huérfano y a la viuda. [versículos 7 al 9]. No hay que hacer filas interminables, ni pasar por procesos burocráticos, ni renovarlo todos los años. Y aunque a veces pareciera que se tarda en recibirse la ayuda, siempre llega en momento propicio. Los planes de Dios tampoco caducan con nuestra existencia terrenal, pasan de generación en generación [versículo 10]. “Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios.” [versículo 5, Reina Varela 1960]. La inscripción en el plan Divino está abierta a todo aquel que en Él cree; es el primer gran paso de la fe, y así nuestros nombres quedan indeleblemente inscritos en el Libro de la Vida. ¿Te inscribes hoy?
Psalms 146: The Happiness of Those Whose Help Is the Lord.
1 Praise ye the Lord. Praise the Lord, O my soul.
2 While I live will I praise the Lord: I will sing praises unto my God while I have any being.
3 Put not your trust in princes, nor in the son of man, in whom there is no help.
4 His breath goeth forth, he returneth to his earth; in that very day his thoughts perish.
5 Happy is he that hath the God of Jacob for his help, whose hope is in the Lord his God:
6 Which made heaven, and earth, the sea, and all that therein is: which keepeth truth for ever:
7 Which executeth judgment for the oppressed: which giveth food to the hungry. The Lord looseth the prisoners:
8 The Lord openeth the eyes of the blind: the Lord raiseth them that are bowed down: the Lord loveth the righteous:
9 The Lord preserveth the strangers; he relieveth the fatherless and widow: but the way of the wicked he turneth upside down.
10 The Lord shall reign for ever, even thy God, O Zion, unto all generations. Praise ye the Lord.
Reflexion by Noemi Dominguez:
Human governments assume certain responsibilities related to the social welfare of their population. Education and health, and all sorts of social aid in general, are some benefits that we all receive to varying degrees. Unfortunately, these benefits make us dependent on human governments. Some of us also put our trust in health insurance, only to realize that the surgical procedure we need, or the medicine prescribed by the doctor is not included in the plan. Verse three warns us, “Don’t put your life in the hands of experts who know nothing of life, of salvation life. Mere humans don’t have what it takes; when they die, their projects die with them. ” [The Message]. Apply for the benefits that you are entitled to, but do not put your trust in them. This beautiful psalm describes the divine plan of social assistance: justice for the oppressed, food for the hungry, freedom for the captives, sight for the blind, love for the righteous, protection for the foreigner, and support for the burdened, for the orphan, and for the widow. [verses 7–9]. You don’t have to stand in endless lines, or go through bureaucratic processes, or renew it every year. And although sometimes it seems that it takes time to receive help, it is never late. God’s plans also do not expire with our earthly existence, they pass from generation to generation [verse 10]. “get help from the God of Jacob, put your hope in God and know real blessing!” [verse 5, The Message]. The registration in the Divine plan is open to everyone who believes in Him; it is the first great step of faith, and so our names are indelibly written in the Book of Life. Will you sign up today?
0 Comments