Eclesiastés 11: Consejos para la juventud.
1 ECHA tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás.
2 Reparte á siete, y aun á ocho: porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra.
3 Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán: y si el árbol cayere al mediodía, ó al norte, al lugar que el árbol cayere, allí quedará.
4 El que al viento mira, no sembrará; y el que mira á las nubes, no segará.
5 Como tú no sabes cuál es el camino del viento, ó como se crían los huesos en el vientre de la mujer preñada, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
6 Por la mañana siembra tu simiente, y á la tarde no dejes reposar tu mano: porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto ó lo otro, ó si ambas á dos cosas son buenas.
7 Suave ciertamente es la luz, y agradable á los ojos ver el sol:
8 Mas si el hombre viviere muchos años, y en todos ellos hubiere gozado alegría; si después trajere á la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos, todo lo que le habrá pasado, dirá haber sido vanidad.
9 Alégrate, mancebo, en tu mocedad, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos: mas sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios á juicio.
10 Quita pues el enojo de tu corazón, y aparta el mal de tu carne: porque la mocedad y la juventud son vainidad.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Había una vez un joven cuyo padre puso a nombre de su hijo la mitad de su pequeña fortuna en un fondo para cubrir todos los gastos de su educación superior. En lugar de ir a la universidad, el joven, cansado de las “reglas” de su casa, se fue a otro estado donde nadie le conocía; sacó todos los fondos y los malgastó porque quería experimentar cosas nuevas; quería probarlo todo viviendo la vida a su manera. Mientras duró su dinero tuvo muchos amigos. Terminó de lavaplatos en un restaurante de tercera categoría. Te resulta familiar la actitud de este joven? Obviamente, el joven no estaba preparado para tener tanta libertad y tanto dinero! Hay otros jóvenes que por el temor que ellos tienen a Dios, sabiendo que algun día tendrán que dar cuenta ante Dios, disfrutan sensatamente de su libertad y los recursos que son el resultado del sacrificio de sus padres. “Joven, la juventud es un tesoro. ¡Disfruta cada minuto de ella! ¡Haz cuanto se te antoje! Pruébalo todo, pero sabe que tendrás que rendirle cuentas a Dios de cuanto hagas.” [versículo 9, Nueva Biblia Viva]. ¿Eres padre? Que Dios te de sabiduría para que, sin sobreprotegerlos, no le des más libertad y recursos a tus hijos que los que ellos puedan sabiamente administrar. ¿Eres un joven y te identificas con el joven de la historia? Regresa a casa, tu Padre celestial correrá a tus brazos. [Lucas 15:11-20].
Ecclesiastes 11: The Value of Diligence.
1 Cast thy bread upon the waters: for thou shalt find it after many days.
2 Give a portion to seven, and also to eight; for thou knowest not what evil shall be upon the earth.
3 If the clouds be full of rain, they empty themselves upon the earth: and if the tree fall toward the south, or toward the north, in the place where the tree falleth, there it shall be.
4 He that observeth the wind shall not sow; and he that regardeth the clouds shall not reap.
5 As thou knowest not what is the way of the spirit, nor how the bones do grow in the womb of her that is with child: even so thou knowest not the works of God who maketh all.
6 In the morning sow thy seed, and in the evening withhold not thine hand: for thou knowest not whether shall prosper, either this or that, or whether they both shall be alike good.
7 Truly the light is sweet, and a pleasant thing it is for the eyes to behold the sun:
8 But if a man live many years, and rejoice in them all; yet let him remember the days of darkness; for they shall be many. All that cometh is vanity.
9 Rejoice, O young man, in thy youth; and let thy heart cheer thee in the days of thy youth, and walk in the ways of thine heart, and in the sight of thine eyes: but know thou, that for all these things God will bring thee into judgment.
10 Therefore remove sorrow from thy heart, and put away evil from thy flesh: for childhood and youth are vanity.
Reflexion by Noemi Dominguez:
There was once a young man whose father put half of his small fortune in the name of his son in a fund to cover all the expenses of his higher education. Instead of going to college, the young man, tired of the “rules” of his house, went to another state where no one knew him; he took out all the funds and wasted them because he wanted to experience new things; he wanted to try everything by living life in his own way. While his money lasted he had many friends. He ended up dishwasher in a third-rate restaurant. Are you familiar with this young man’s attitude? Obviously, the young man was not prepared to have so much freedom and so much money! There are other young people who, because of their fear of God, knowing that one day they will have to give an account before God, sensibly enjoy their freedom and the resources that are the result of their parents’ sacrifice. “You who are young, make the most of your youth. Relish your youthful vigor. Follow the impulses of your heart. If something looks good to you, pursue it. But know also that not just anything goes; You have to answer to God for every last bit of it.” [verse 9, The Message]. Are you a parent? May God give you wisdom so that, without overprotecting them, you do not give more freedom and resources to your children than they can wisely manage. Are you a young person and you identify with the young man in the story? Return home, your heavenly Father will run into your arms. [Luke 15:11-20].
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