Salmos 119 (Coph: 145-152) Clamé con todo mi corazón.
145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos.
146 A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios.
147 Anticipéme al alba, y clamé: Esperé en tu palabra.
148 Previnieron mis ojos las vigilias de la noche, Para meditar en tus dichos.
149 Oye mi voz conforme á tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme á tu juicio.
150 Acercáronse á la maldad los que me persiguen; Alejáronse de tu ley.
151 Cercano estás tú, oh Jehová; Y todos tus mandamientos son verdad.
152 Ya ha mucho que he entendido de tus mandamientos, Que para siempre los fundaste.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Como las principales ciudades de Ucrania fueron rodeadas con una interminable caravana de tanques de guerra, así se sentía el Salmista al escribir esta estrofa del Salmo 119. “Cada vez siento más cerca a los que se han alejado de tus enseñanzas y procuran mi mal.” [versículo 150, Traducción en el Lenguaje Actual]. Rodeado del cruel enemigo, como un SOS en código morse de antaño, quizás con las conmovedoras expresiones de madres y esposas en Ucrania, exclama: “He clamado con todo mi corazón; ¡respóndeme, Señor! [ versículo 145], A ti clamé; sálvame [versículo 146], en su desesperación ora día y noche diciendo: “Me anticipo al alba y clamo” [versículo 147], “Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche” [Versículo 148] porque Dios no tiene horario de atención. “Puede ser que no haya belleza en la elocución de tales oraciones, ni extensión en la expresión, ni profundidad en la doctrina, ni precisión en la dicción; pero si todo el corazón está en ellas, encontrarán su camino hacia el corazón de Dios”. [Spurgeon]. Los enemigos se habían alejado de La Palabra y se habían acercado a él, pero hay Alguien que está más cerca. “Tú, Señor, también estás cerca, y todos tus mandamientos son verdad” [versículo 151, Nueva Versión Internacional Castellana]. “Cerca, más cerca, ¡oh, Dios de Ti! Cerca yo quiero mi vida llevar; Cerca, más cerca, ¡oh, Dios de Ti! Creo en tu gracia que puede salvar. Cerca, más cerca, cual pobre soy, Nada, Señor, yo te puedo ofrecer; Sólo mi ser contrito te doy, Pueda contigo la paz obtener.” [Leila N. Morris]. No temas, ¡Dios está más cerca! Te ama y nunca se apartará de tu lado.
Psalms 119 (Coph 145-152): I cried with my whole heart.
145 I cried with my whole heart; hear me, O Lord: I will keep thy statutes.
146 I cried unto thee; save me, and I shall keep thy testimonies.
147 I prevented the dawning of the morning, and cried: I hoped in thy word.
148 Mine eyes prevent the night watches, that I might meditate in thy word.
149 Hear my voice according unto thy lovingkindness: O Lord, quicken me according to thy judgment.
150 They draw nigh that follow after mischief: they are far from thy law.
151 Thou art near, O Lord; and all thy commandments are truth.
152 Concerning thy testimonies, I have known of old that thou hast founded them for ever.
Reflexion by Noemi Dominguez:
As the major cities of Ukraine were surrounded by an endless caravan of war tanks, so did the Psalmist feel when writing this stanza of Psalm 119. “As those out to get me come closer and closer, they go farther and farther from the truth you reveal;” [verse 150, The Message]. Surrounded by the cruel enemy, like an SOS in the Morse code of yesteryear, perhaps with the poignant expressions of mothers and wives in Ukraine, he cries out: “I call out at the top of my lungs, “God! Answer! I’ll do whatever you say.” I called to you, “Save me!” [verse 145 and 146], in desperation, just like many Ukrainians, pray day and night saying: “I was up before sunrise, crying for help, ” [verse 147], “I stayed awake all night, prayerfully pondering your promise” [Verse 148] because God has no set hours of operations. “Let it be that there is no beauty in the elocution of such prayers, no extension in expression, no depth in doctrine, no precision in diction; but if all the heart is in them, they will find their way into the heart of God.” [Spurgeon]. The enemies had turned away from The Word and approached Him but there is Someone who is closer. “But you’re the closest of all to me, God, and all your judgements are true” [verse 151, The Message]. Nearer, still nearer, close to thy heart, Draw me, my Savior, so precious thou art. Fold me, O fold me close to thy breast; Shelter me safe in that haven of rest. Nearer, still nearer, nothing I bring, Naught as an off’ring to Jesus, my King– Only my sinful, now contrite heart; Grant me the cleansing thy blood doth impart, ” [Leila N. Morris]. Fear not, God is closer! He loves you and will never leave your side.
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