Salmos 119 (Tzaddi: 137-144) Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.
137 Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios.
138 Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.
139 Mi celo me ha consumido; Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.
140 Sumamente acendrada es tu palabra; Y la ama tu siervo.
141 Pequeño soy yo y desechado; Mas no me he olvidado de tus mandamientos.
142 Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad.
143 Aflicción y angustia me hallaron: Mas tus mandamientos fueron mis deleites.
144 Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Me he visto angustiado y en aprietos, pero tus mandamientos me alegraron.” [versículo 143, Dios Habla Hoy]. “Cuando estamos más afligidos y no podemos ver la razón de las circunstancias [que estamos viviendo], podemos recurrir a este hecho tan seguro y cierto, que Dios es justo, y que sus tratos con nosotros también son justos. Debería ser nuestra gloria cantar esta valiente confesión cuando todas las cosas que nos rodean parecen sugerir lo contrario. Esta es la adoración más rica”. “No utilices las promesas de Dios como si fuesen curiosidades para un museo, si no utiliza las diariamente como la fuente de todo consuelo confía en el señor cualquiera sea tu necesidad. ¿cómo puede el señor decir no a lo que él ha prometido? [Spurgeon]. Esta estrofa comienza reconociendo una verdad muy importante pero difícil de procesar en momentos de prueba. “Señor, tú eres justo; rectos son tus decretos. Todos tus mandatos son justos y verdaderos.” [versículos 137 y 138, Dios Habla Hoy]. Nuestro desafio es ser valientes para no creer las mentiras que indudablemente aparecen en tiempos de crisis. Para poder triunfar debemos reafirmar las verdades de Su Palabra y poner nuestra confianza en las promesas que Dios ha hecho a nuestro favor y Él, a su vez, las respaldarás. He aprendido a amar la oscuridad de la aflicción, porque allí se puede ver el resplandor de Su rostro. “Lo grandioso consiste en sufrir sin ser desalentado.” [Fenelon]. “Mis ojos no miran a la densidad de la niebla sino al Dios vivo quien controla todas las circunstancias de mi vida.” [George Muller].
Psalms 119 (Tzaddi 137-144): Righteous art thou, O Lord, and upright are thy judgments.
137 Righteous art thou, O Lord, and upright are thy judgments.
138 Thy testimonies that thou hast commanded are righteous and very faithful.
139 My zeal hath consumed me, because mine enemies have forgotten thy words.
140 Thy word is very pure: therefore thy servant loveth it.
141 I am small and despised: yet do not I forget thy precepts.
142 Thy righteousness is an everlasting righteousness, and thy law is the truth.
143 Trouble and anguish have taken hold on me: yet thy commandments are my delights.
144 The righteousness of thy testimonies is everlasting: give me understanding, and I shall live.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“Stress and strain have caught up with me, but your commandments are my joy!. “[verse 143, Common English Bible]. “When we are most sorely afflicted, and cannot see the reason for the dispensation, we may fall back upon this most sure and certain fact, that God is righteous, and his dealings with us are righteous too. It should be our glory to sing this brave confession when all things around us appear to suggest the contrary. This is the richest adoration.” “Do not use God’s promises as if they were curiosities for a museum, if you do not use them daily as the source of all comfort, trust in the Lord whatever your need. How can the Lord say no to what he has promised? [Spurgeon]. This stanza begins by acknowledging a very important truth that is difficult to process in times of trial. “Lord, you are righteous, and your rules are right. The laws you commanded are righteous, completely trustworthy.” [verses 137 and 138, Common English Bible]. Our challenge is to be brave enough not to believe the lies that undoubtedly show up in times of crisis. In order to succeed we must reaffirm the truths of His Word and put our trust in the promises God has made for our benefit, and He, in turn, will back them up. I have learned to love the darkness of affliction, for there, you can see the radiance of His face. “The great thing is to suffer without being discouraged.” [Fenelon]. “My eyes do not look to the density of the fog but to the living God who controls all the circumstances of my life.” [George Muller].
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