1 Pedro 5: Consejos para los líderes y los jóvenes.
1 RUEGO á los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las afliciciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada:
2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto;
3 Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey.
4 Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.
5 Igualmente, mancebos, sed sujetos á los ancianos; y todos sumisos unos á otros, revestíos de humildad; porque Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
6 Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo;
7 Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
8 Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore:
9 Al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que las mismas aflicciones han de ser cumplidas en la compañía de vuestros hermanos que están en el mundo.
10 Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado á su gloria eterna por Jesucristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, coforme, corrobore y establezca.
11 A él sea gloria é imperio para siempre. Amén.
12 Por Silvano, el hermano fiel, según yo pienso, os he escrito brevemente, amonestándo os, y testificando que ésta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.
13 La iglesia que está en Babilonia, juntamente elegida con vosotros, os saluda, y Marcos mi hijo.
14 Saludaos unos á otros con ósculo de caridad. Paz sea con todos vosotros los que estáis en Jesucristo. Amén.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“La ansiedad no vacía a mañana de sus penas, sólo vacía al hoy de su fuerza.” [Charles Spurgeon]. “Los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en los Estados Unidos, que afecta a 40 millones de adultos en los Estados Unidos de 18 años o más, o el 18.1% de la población cada año.” [ADAA Facts and Statistics]. Hoy recibimos un consejo de una persona, el Apóstol Pedro, que sin duda vivía en medio de persecuciones sin saber que le aguardaba el próximo día. Él nos dice: “Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.” [Versículo 7, Nueva Traduccion Viviente]. Tu también tienes tu cuota de problemas. Escribí al margen de mi Biblia: “echando toda mi ansiedad sobre mi Salvador porque estoy segura que Él tiene cuidado de mi. Ayúdame Señor a que esto sea una realidad en mi vida día tras día. Lo escribí en el año 1995 y ¡todavía no lo he logrado! Debo seguir luchando para que cada cosa que me preocupa la deje a Sus pies y esperar que Él obre. Debo reconocer que no el por falta de Su cuidado para conmigo – hasta aquí me ayudó el Señor – sino prestar más atención al enemigo que trata de sembrar temor y angustia en mi ser interior. Yo vacío al hoy de sus temores pero el enemigo lo vuelve a llenar. Debo entonces llenarlo de Sus promesas. “Siempre que soy tentado, O si en la prueba estoy, Más cerca de El camino, Y protegido voy; Si en mí la fe desmaya Y sufro de ansiedad, Tan sólo El me levanta, Me da seguridad.” [Civilla Durfee Martin].
1 Peter 5: Shepherd the Flock.
1 The elders which are among you I exhort, who am also an elder, and a witness of the sufferings of Christ, and also a partaker of the glory that shall be revealed:
2 Feed the flock of God which is among you, taking the oversight thereof, not by constraint, but willingly; not for filthy lucre, but of a ready mind;
3 Neither as being lords over God’s heritage, but being examples to the flock.
4 And when the chief Shepherd shall appear, ye shall receive a crown of glory that fadeth not away.
5 Likewise, ye younger, submit yourselves unto the elder. Yea, all of you be subject one to another, and be clothed with humility: for God resisteth the proud, and giveth grace to the humble.
6 Humble yourselves therefore under the mighty hand of God, that he may exalt you in due time:
7 Casting all your care upon him; for he careth for you.
8 Be sober, be vigilant; because your adversary the devil, as a roaring lion, walketh about, seeking whom he may devour:
9 Whom resist stedfast in the faith, knowing that the same afflictions are accomplished in your brethren that are in the world.
10 But the God of all grace, who hath called us unto his eternal glory by Christ Jesus, after that ye have suffered a while, make you perfect, stablish, strengthen, settle you.
11 To him be glory and dominion for ever and ever. Amen.
12 By Silvanus, a faithful brother unto you, as I suppose, I have written briefly, exhorting, and testifying that this is the true grace of God wherein ye stand.
13 The church that is at Babylon, elected together with you, saluteth you; and so doth Marcus my son.
14 Greet ye one another with a kiss of charity. Peace be with you all that are in Christ Jesus. Amen.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“Anxiety does not empty tomorrow of its sorrows, but only empties today of its strength.” [Charles Spurgeon]. “Anxiety disorders are the most common mental illness in the U.S., affecting 40 million adults in the United States age 18 and older, or 18.1% of the population every year.” [ADAA Facts and Statistics]. Today we receive counsel from a person, the Apostle Peter, who no doubt lived amid persecution, not knowing that the next day would bring him. He tells us, “Casting all your cares [all your anxieties, all your worries, and all your concerns, once and for all] on Him, for He cares about you [with deepest affection, and watches over you very carefully]. “[Verse 7, Amplified Bible Version]. You also have your share of problems, I get it. I wrote on the margin of my Bible: “Casting all my anxiety on my Savior because I am sure He takes care of me. Help me Lord to make this a reality in my life day after day. I wrote it in 1995 and I haven’t made it yet! I must continue to strive to leave it at His feet everything that worries me to and wait for Him to do His work. I must admit that the problem is has not been His lack of His care for me – so far, the Lord helped me – the problem has been that I pay more attention to the enemy who tries to sow seeds of fear and distress in my inner being. I do empty my day of its fears but the enemy refills it again. I must then fill my day with His promises. “Through days of toil when heart doth fail God will take care of you. When dangers fierce your path assail God will take care of you. Through everyday o’er all the way He will care for you.” [Civilla Durfee Martin].
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