Colosenses 4: Saludos finales.
1 AMOS, haced lo que es justo y derecho con vuestros siervos, sabiendo que también vosotros tenéis amo en los cielos.
2 Perseverad en oración, velando en ella con hacimiento de gracias:
3 Orando también juntamente por nosotros, que el Señor nos abra la puerta de la palabra, para hablar el misterio de Cristo, por el cual aun estoy preso,
4 Para que lo manifieste como me conviene hablar.
5 Andad en sabiduría para con los extraños, redimiendo el tiempo.
6 Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.
7 Todos mis negocios os hará saber Tichîco, hermano amado y fiel ministro y consiervo en el Señor:
8 El cual os he enviado á esto mismo, para que entienda vuestros negocios, y consuele vuestros corazones;
9 Con Onésimo, amado y fiel hermano, el cual es de vosotros. Todo lo que acá pasa, os harán saber.
10 Aristarchô, mi compañero en la prisión, os saluda, y Marcos, el sobrino de Bernabé (acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere á vosotros, recibidle),
11 Y Jesús, el que se llama Justo; los cuales son de la circuncisión: éstos solos son los que me ayudan en el reino de Dios, y me han sido consuelo.
12 Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre solícito por vosotros en oraciones, para que estéis firmes, perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere.
13 Porque le doy testimonio, que tiene gran celo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que en Hierápolis.
14 Os saluda Lucas, el médico amado, y Demas.
15 Saludad á los hermanos que están en Laodicea, y á Nimfas, y á la iglesia que está en su casa.
16 Y cuando esta carta fuere leída entre vosotros, haced que también sea leída en la iglesia de los Laodicenses; y la de Laodicea que la leáis también vosotros.
17 Y decid á Archîpo: Mira que cumplas el ministerio que has recibido del Señor.
18 La salutación de mi mano, de Pablo. Acordaos de mis prisiones. La gracia sea con vosotros. Amén. enviada con Tichîco y Onésimo.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Reflexión por Noemi Dominguez:
“Oración: La conexión inalámbrica más grande del mundo.” [autor desconocido]. En el margen de mi Biblia, junto al versículo 15 del capítulo 3 que leímos ayer, tengo anotado “1987 robo de la casa”. Efectivamente, estábamos disfrutando de un campamento familiar a un par de horas de nuestro hogar cuando mi papá nos llamó porque, pasando por nuestra casa, había notado que las rejas y puertas estaban abiertas. Inmediatamente regresamos mientras todos en el campamento “Sandy Creek” estaban orando por nosotros. El viaje se hizo largo por la incertidumbre de no saber lo que podíamos encontrar; sin embargo, tuvimos paz. Al llegar, la casa estaba “revuelta” y todo lo que quisieron robar, inclusive un enorme televisor, cargado en el automóvil de nuestra hija con la llave puesta que aparentemente no lo pudieron encender, y huyeron dejando casi todo. Si bien se llevaron algunos recuerdos de valor sentimental [¡y unos “tennis shoes” de uno de nuestros hijos!], una vez que cambiamos las cerraduras regresamos gozosos al campamento. Tanto el versículo 2 como el 12 nos enseñan mucho sobre la oración: “Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de gracias; …” [Versión Biblia de Jerusalén]. Otras traducciones usan términos como: dedíquense, manténganse constantes, nunca se cansen de orar. A veces la oraciones como el perfume silencioso de una flor que se abre con el sol y emite su aroma, pero otras veces es un esfuerzo intenso, como lo hacía Epafras. “Este siervo de Cristo Jesús está siempre luchando en oración por ustedes, para que, plenamente convencidos, se mantengan firmes, cumpliendo en todo la voluntad de Dios.” [versículo 12, Nueva Versión Internacional]. El resultado es gratitud. “La oración debe ser la llave del día y la cerradura de la noche.” [George Herberto]. Es tu llave, ¡úsala ahora!
Colossians 4: Character of the New Man.
1 Masters, give unto your servants that which is just and equal; knowing that ye also have a Master in heaven.
2 Continue in prayer, and watch in the same with thanksgiving;
3 Withal praying also for us, that God would open unto us a door of utterance, to speak the mystery of Christ, for which I am also in bonds:
4 That I may make it manifest, as I ought to speak.
5 Walk in wisdom toward them that are without, redeeming the time.
6 Let your speech be always with grace, seasoned with salt, that ye may know how ye ought to answer every man.
7 All my state shall Tychicus declare unto you, who is a beloved brother, and a faithful minister and fellowservant in the Lord:
8 Whom I have sent unto you for the same purpose, that he might know your estate, and comfort your hearts;
9 With Onesimus, a faithful and beloved brother, who is one of you. They shall make known unto you all things which are done here.
10 Aristarchus my fellowprisoner saluteth you, and Marcus, sister’s son to Barnabas, (touching whom ye received commandments: if he come unto you, receive him;)
11 And Jesus, which is called Justus, who are of the circumcision. These only are my fellowworkers unto the kingdom of God, which have been a comfort unto me.
12 Epaphras, who is one of you, a servant of Christ, saluteth you, always labouring fervently for you in prayers, that ye may stand perfect and complete in all the will of God.
13 For I bear him record, that he hath a great zeal for you, and them that are in Laodicea, and them in Hierapolis.
14 Luke, the beloved physician, and Demas, greet you.
15 Salute the brethren which are in Laodicea, and Nymphas, and the church which is in his house.
16 And when this epistle is read among you, cause that it be read also in the church of the Laodiceans; and that ye likewise read the epistle from Laodicea.
17 And say to Archippus, Take heed to the ministry which thou hast received in the Lord, that thou fulfil it.
18 The salutation by the hand of me Paul. Remember my bonds. Grace be with you. Amen.
King James Version (KJV)
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Reflexion by Noemi Dominguez:
“Prayer: The World’s Greatest Wireless Connection.” [author unknown]. In the margin of my Biblia, next to verse 15 of chapter 3, the chapter that we read yesterday, I have written down: “1987, house burglary”. All that week we were enjoying family camp a couple of hours from our home when my dad called us as he had noticed while passing by our house that the burglar bars and doors were wide open. We immediately returned while everyone at the “Sandy Creek” camp were praying for us. The uncertainty of what was awaiting us made the journey home long; indeed, however, we were at peace. Upon arrival, the house was “upside-down” and everything they wanted to steal, including in huge TV, loaded into our daughter’s car that the burglars apparently couldn’t start [even though the car keys were in the ignition] and must have fled leaving almost everything. While they took some memories of sentimental value [and a pair of tennis shoes of one of our children!], once we changed the locks we joyfully returned to camp. Both verse 2 and 12 teach us a lot about prayer: ” Be persistent and devoted to prayer, being alert and focused in your prayer life with an attitude of thanksgiving “[Amplified Bible Version]. Other translations use terms such as: never stop praying, continue steadfastly, pray diligently, be faithful to pray. Sometimes prayers like the silent perfume of a flower whose petals open-up with the sun and its aroma just flows, but other times it is an intense effort, as Epaphras did: ” always wrestling for you in his prayers, so that you can stand mature and fully assured in everything God wills ” [verse 12, Christian Standard Version]. The result is gratitude. “Prayer should be the key of the day and the lock of the night.” [George Herbert]. It’s your key, use it now!
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