Oseas 14: Súplica a Israel para que vuelva a Jehová.
1 CONVIÉRTETE, oh Israel, á Jehová tu Dios: porque por tu pecado has caído.
2 Tomad con vosotros palabras, y convertíos á Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acepta el bien, y daremos becerros de nuestros labios.
3 No nos librará Assur; no subiremos sobre caballos, ni nunca más diremos á la obra de nuestras manos: Dioses nuestros: porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
4 Yo medicinaré su rebelión, amarélos de voluntad: porque mi furor se apartó de ellos.
5 Yo seré á Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano.
6 Extenderse han sus ramos, y será su gloria como la de la oliva, y olerá como el Líbano.
7 Volverán, y se sentarán bajo de su sombra: serán vivificados como trigo, y florecerán como la vid: su olor, como de vino del Líbano.
8 Ephraim dirá: ¿Qué más tendré ya con los ídolos? Yo lo oiré, y miraré; yo seré á él como la haya verde: de mí será hallado tu fruto.
9 ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que los sepa? Porque los caminos del Jehová son derechos, y los justos andarán por ellos: mas los rebeldes en ellos caerán.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Los finales felices empiezan con nuevos comienzos.” [Luanne Rice]. Me frustran las largas historias que o no terminan bien, o no tienen un final que da sentido a la historia. Después de tanta negatividad por las consecuencias de lo obstinada infidelidad de Israel, Oseas nos muestra por fe un feliz final. El pueblo regresará humillado a su Dios [versículo 1], reconocerá que en ningún otro hay salvación; ni es su poderío militar, ni las potencias vecinas y menos a las obras de sus manos, a quienes ellos llamaban dioses [versículo 3], y buscará del Divino perdón: “«Perdónanos nuestras maldades y recíbenos con benevolencia, pues queremos ofrecerte el fruto de nuestros labios.” [versículo 2, Nueva Versión Internacional]. Dios los sanaría “por pura gracia” [versículo 4, Reina Varela 1960]. La gracia no solo derrama el perdón, también transforma [versículos 5 y 6] al individuo, llenándolo de vida y de frutos. Hay dos preguntas muy relacionadas entre sí al final de este libro. “¿Quién es sabio?, y ¿quién tiene discernimiento? [versículo 9, Nueva Versión Internacional]. La respuesta es: el que entiende estas cosas; es decir, el que las comprende. “«Que no se enorgullezca el sabio de ser sabio, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si alguien se quiere enorgullecer, que se enorgullezca de conocerme, de saber que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, justicia y rectitud, pues eso es lo que a mí me agrada.” [Jeremías 9:23-24, Dios Habla Hoy]. Sabio no es quien todo lo sabe sino el que discierne que sin saberlo todo, puede tener paz interior porque conoce a Quien todo lo sabe, y sabe que le ama.
Hosea 14: Israel Restored at Last.
1 O israel, return unto the Lord thy God; for thou hast fallen by thine iniquity.
2 Take with you words, and turn to the Lord: say unto him, Take away all iniquity, and receive us graciously: so will we render the calves of our lips.
3 Asshur shall not save us; we will not ride upon horses: neither will we say any more to the work of our hands, Ye are our gods: for in thee the fatherless findeth mercy.
4 I will heal their backsliding, I will love them freely: for mine anger is turned away from him.
5 I will be as the dew unto Israel: he shall grow as the lily, and cast forth his roots as Lebanon.
6 His branches shall spread, and his beauty shall be as the olive tree, and his smell as Lebanon.
7 They that dwell under his shadow shall return; they shall revive as the corn, and grow as the vine: the scent thereof shall be as the wine of Lebanon.
8 Ephraim shall say, What have I to do any more with idols? I have heard him, and observed him: I am like a green fir tree. From me is thy fruit found.
9 Who is wise, and he shall understand these things? prudent, and he shall know them? for the ways of the Lord are right, and the just shall walk in them: but the transgressors shall fall therein.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“Happy endings start with new beginnings.” [Luanne Rice]. I’m frustrated by long stories that either don’t end well, or don’t have an ending that makes sense of the story. After so much negativity over the consequences of Israel’s stubborn unfaithfulness, Hosea shows us by faith a happy conclusion. The people will humbly return to their God [verse 1], they will recognize that there is salvation in no one else; nor is it his military might, nor the neighboring powers, and still less the works of their hands, whom they called gods [verse 3], and will seek Divine forgiveness: ““Take away our sin, accept our confession. Receive as restitution our repentant prayers.” [verse 2, The Message]. God would heal them “by pure grace” [verse 4, translated from Reina Varela 1960]. Grace not only pours out forgiveness; it also transforms [verses 5 and 6] the individual, filling him with life and fruitfulness. There are two closely related questions at the end of this book in some versions. “Who is wise, and who is intelligent? [verse 9, Tree of Life Version]. The answer is: the one who understands these things; that is, the one who discerns them. ““Don’t let the wise brag of their wisdom. Don’t let heroes brag of their exploits. Don’t let the rich brag of their riches. If you brag, brag of this and this only: That you understand and know me.” [Jeremiah 9:23-24, The Message]. Wise is not the all-knowing, but he who discerns that without knowing all, has inner peace because he knows the All-Knowing One, and knows that He loves him.
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