Ezequiel 15: Jerusalén es como una vid inútil.
1 Y FUÉ á mí palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo del hombre, ¿qué es el palo de la vid más que todo palo? ¿qué es el sarmiento entre los maderos del bosque?
3 ¿Tomarán de él madera para hacer alguna obra? ¿tomarán de él una estaca para colgar de ella algún vaso?
4 He aquí, que es puesto en el fuego para ser consumido; sus dos cabos consumió el fuego, y la parte del medio se quemó; ¿aprovechará para obra alguna?
5 He aquí que cuando estaba entero no era para obra alguna: ¿cuánto menos después que el fuego lo hubiere consumido, y fuere quemado? ¿será más para alguna obra?
6 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Como el palo de la vid entre los maderos del bosque, el cual dí al fuego para que lo consuma, así haré á los moradores de Jerusalem.
7 Y pondré mi rostro contra ellos; de fuego salieron, y fuego los consumirá; y sabréis que yo soy Jehová, cuando pusiere mi rostro contra ellos.
8 Y tornaré la tierra en asolamiento, por cuanto cometieron prevaricación, dice el Señor Jehová.
Reflexión por Noemi Dominguez:
La breve lectura de hoy se enfoca en un aspecto de la vid, la ilustración del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento y de la comunidad de Cristo en el Nuevo. El comentario de Ezequiel omite lo que generalmente podría se lo más valioso. Nada dice de sus raíces ni de su fruto. Tal era el estado de deterioro espiritual que las raíces de elección divina y su rico pasado ya no son relevantes. Tampoco lo más obvio, sus frutos, que ni siquiera se mencionan son el objeto de la ilustración. “¿en qué supera la madera de la vid a la madera de los árboles del bosque? ¿Se extrae madera para hacer algo útil? ¿O se usa como soporte para colgar objetos? ¡Escasamente sirve para alimentar el fuego! Pero ¿de qué sirve cuando sus extremos se consumen y ya se ha quemado por dentro? Si cuando estaba entera no servía para nada, ¡mucho menos cuando ya ha sido consumida por el fuego!” [Versículos 2-5, Nueva Versión Internacional]. El justo del Antiguo Testamento y cristiano del Nuevo Testamento también se enfrenta con el fuego pero el objetivo y resultado son muy diferentes. [Job 23:10, 1 Pedro 1:7, 1 Corintios 3:13]. Aquí no es el fuego consumidor sino el fuego purificador. ¿Estás en medio de una prueba de fuego? “Tales dificultades serán una gran prueba de su fe, y se pueden comparar con el fuego que prueba la pureza del oro. Pero su fe es más valiosa que el oro, porque el oro no dura para siempre. En cambio, la fe que sale aprobada de la prueba dará alabanza, gloria y honor a Jesucristo cuando él regrese.” [1 Pedro 1:7, Palabra de Dios para Todos]. ¡Eso es lo que quiero, que Jesús reciba el honor!
Ezekiel 15: The Outcast Vine.
1 And the word of the Lord came unto me, saying,
2 Son of man, what is the vine tree more than any tree, or than a branch which is among the trees of the forest?
3 Shall wood be taken thereof to do any work? or will men take a pin of it to hang any vessel thereon?
4 Behold, it is cast into the fire for fuel; the fire devoureth both the ends of it, and the midst of it is burned. Is it meet for any work?
5 Behold, when it was whole, it was meet for no work: how much less shall it be meet yet for any work, when the fire hath devoured it, and it is burned?
6 Therefore thus saith the Lord God; As the vine tree among the trees of the forest, which I have given to the fire for fuel, so will I give the inhabitants of Jerusalem.
7 And I will set my face against them; they shall go out from one fire, and another fire shall devour them; and ye shall know that I am the Lord, when I set my face against them.
8 And I will make the land desolate, because they have committed a trespass, saith the Lord God.
Reflexion by Noemi Dominguez:
Today’s short reading focuses on one aspect of the vine, the illustration of God’s people in the Old Testament and of Christ’s community in the New. Ezekiel’s commentary omits what could generally be most valuable. Nothing is said of its roots and its fruit. Such was the state of spiritual deterioration that the roots of divine choice and its rich past were no longer relevant. Nor the most obvious, its fruits, which are not even mentioned, are the object of the illustration. “… how would you compare the wood of a vine with the branches of any tree you’d find in the forest? Is vine wood ever used to make anything? Is it used to make pegs to hang things from? “I don’t think so. At best it’s good for fuel. Look at it: A flimsy piece of vine, thrown in the fire and then rescued—the ends burned off and the middle charred. Now is it good for anything? “Hardly. When it was whole it wasn’t good for anything. Half-burned is no improvement. What’s it good for?” [Verses 2-5, the Message]. The righteous of the Old Testament and Christian of the New Testament also face fire but the goal and result are very different. [Job 23:10, 1 Peter 1:7, 1 Corinthians 3:13]. Here it is not the consuming fire but the purifying fire. Is your faith being tested “by fire”. “These tests have come to prove your faith and to show that it is good. Gold, which can be destroyed, is tested by fire. Your faith is worth much more than gold and it must be tested also. Then your faith will bring thanks and shining-greatness and honor to Jesus Christ when He comes again.” [1 Peter 1:7, New Life Version]. That’s what I want, that Jesus be honored!
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