Tito 2: Enseñanza de la sana doctrina.
1 EMPERO tú, habla lo que conviene á la sana doctrina:
2 Que los viejos sean templados, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.
3 Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas á mucho vino, maestras de honestidad:
4 Que enseñen á las mujeres jóvenes á ser predentes, á que amen á sus maridos, á que amen á sus hijos,
5 A ser templadas, castas, que tengan cuidado de la casa, buenas, sujetas á sus maridos: porque la palabra de Dios no sea blasfemada.
6 Exhorta asimismo á los mancebos á que sean comedidos;
7 Mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, gravedad,
8 Palabra sana, é irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo mal ninguno que decir de vosotros.
9 Exhorta á los siervos á que sean sujetos á sus señores, que agraden en todo, no respondones;
10 No defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.
11 Porque la gracia de Dios que trae salvación á todos los hombres, se manifestó.
12 Enseñándonos que, renunciando á la impiedad y á los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente,
13 Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo.
14 Que se dió á sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
15 Esto habla y exhorta, y reprende con toda autoridad. Nadie te desprecie.
Reflexión por Noemi Dominguez:
“Obras son amores y no buenas razones,” dice el adagio español. No son suficientes los pensamientos, no los buenos deseos o las buenas intenciones si no las demostramos con los hechos. “Hijitos míos, que nuestro amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos.” [1 Juan 3:18, Dios Habla Hoy]. La semana pasada me encontré con una querida hermana que hace mucho tiempo que no hablaba con ella. Ella me compartió que ha olvidado muchas cosas, pero hay personas que impactaron su corazón y nunca, afirmó ello, nunca las olvidaré porque fueron y son ejemplos para mi vida. El Apóstol Pablo instruye a las mujeres de más edad a que aconsejen a las más jóvenes dándoles la escala de prioridades: el cónyuge, los hijos, las tareas de la casa, en ese orden de importancia porque en este aspecto, “el orden de los factores altera el producto.” Les indica “que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos … [versículos 4 al 6, Nueva Versión Internacional.” Nos insta a ser ejemplos no solo de buenas obras sino también mostrando pureza, integridad y dignidad [versículo 7]. “Bien recordada por obras de amor” reza la lápida de la tumba de mi suegra, “pasar quisiera yo así de este mundo, bien recordada por obras de amor,” continúa el viejo himno [Jaime Clifford]. “Pasaré por este mundo solo una vez. Algún bien, por lo tanto, que pueda hacer o alguna bondad que pueda mostrar a algún ser humano, que lo haga ahora. Que no lo posponga ni lo descuide, porque no pasaré por aquí otra vez.” [Stephen Grellet].
Titus 2: Qualities of a Sound Church.
1 But speak thou the things which become sound doctrine:
2 That the aged men be sober, grave, temperate, sound in faith, in charity, in patience.
3 The aged women likewise, that they be in behaviour as becometh holiness, not false accusers, not given to much wine, teachers of good things;
4 That they may teach the young women to be sober, to love their husbands, to love their children,
5 To be discreet, chaste, keepers at home, good, obedient to their own husbands, that the word of God be not blasphemed.
6 Young men likewise exhort to be sober minded.
7 In all things shewing thyself a pattern of good works: in doctrine shewing uncorruptness, gravity, sincerity,
8 Sound speech, that cannot be condemned; that he that is of the contrary part may be ashamed, having no evil thing to say of you.
9 Exhort servants to be obedient unto their own masters, and to please them well in all things; not answering again;
10 Not purloining, but shewing all good fidelity; that they may adorn the doctrine of God our Saviour in all things.
11 For the grace of God that bringeth salvation hath appeared to all men,
12 Teaching us that, denying ungodliness and worldly lusts, we should live soberly, righteously, and godly, in this present world;
13 Looking for that blessed hope, and the glorious appearing of the great God and our Saviour Jesus Christ;
14 Who gave himself for us, that he might redeem us from all iniquity, and purify unto himself a peculiar people, zealous of good works.
15 These things speak, and exhort, and rebuke with all authority. Let no man despise thee.
Reflexion by Noemi Dominguez:
“Deeds are love, and not just nice words,” goes the Spanish adage. Thoughts, good wishes or good intentions are not enough if we do not prove them with deeds. “Little children (believers, dear ones), let us not love [merely in theory] with word or with tongue [giving lip service to compassion], but in action and in truth [in practice and in sincerity, because practical acts of love are more than words].” [1 John 3:18, Amplified Bible]. Last week I met a dear sister who I hadn’t spoken to in a long time. She shared with me that she has forgotten many things but there are people who impacted her heart and never, she said, “I will never forget them because they were and still are examples for my life.” The Apostle Paul instructs older women to counsel younger women by giving them the scale of priorities: spouse, children, household chores, in that order of importance because in this regard, “the order of factors alters the product.” He instructs them to “… urge the younger women to love their husbands and children, to be self-controlled and pure, to be busy at home, to be kind, and to be subject to their husbands, … Similarly, encourage the young men to be self-controlled…. [verses 4 through 6, New International Version.” He urges us to be examples not only of good works but also by showing purity, integrity, and dignity [verse 7]. “Well remembered for works of love,” reads the tombstone of my mother-in-law, “I would like to pass like this of this world, well remembered for works of love,” the old hymn continues. [James Clifford]. “I shall pass this way but once; any good that I can do or any kindness I can show to any human being; let me do it now. Let me not defer nor neglect it, for I shall not pass this way again.” [Stephen Grellet].
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