Salmos 130: Esperanza en que Jehová dará redención.
1 Cántico gradual. DE los profundos, oh Jehová, á ti clamo.
2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica.
3 JAH, si mirares á los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
4 Empero hay perdón cerca de ti, Para que seas temido.
5 Esperé yo á Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.
6 Mi alma espera á Jehová Más que los centinelas á la mañana. Más que los vigilantes á la mañana.
7 Espere Israel á Jehová; Porque en Jehová hay misericordia. Y abundante redención con él.
8 Y él redimirá á Israel De todos sus pecados.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente? [versículo 3, Nueva Versión Internacional]. Tanto el condenado a muerte como el juez, tanto el maestro como el alumno, tanto el mejor de nosotros como el peor de nosotros, si Dios tomara en cuenta nuestros pecados, ninguno podría ser declarado inocente, “porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” [Romanos 3:22 y 23]. Todos, el muy malo y el muy bueno, todos necesitamos ser perdonados. Nunca lograremos ser inocentes delante de Dios, pero si podemos ser perdonados, “… por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó. Dios lo ofreció como un sacrificio de expiación que se recibe por la fe en su sangre, para así demostrar su justicia. Anteriormente, en su paciencia, Dios había pasado por alto los pecados; pero en el tiempo presente ha ofrecido a Jesucristo para manifestar su justicia. De este modo Dios es justo y, a la vez, el que justifica a los que tienen fe en Jesús…” [Romanos 3:24-26, Nueva Version Internacional]. En su angustia el Salmista espera un respuesta; espera en Dios [versículo 5], espera su alma en Su Palabra, su alma espera más que el centinela espera la mañana. Es verdad, debemos perseverar en oración esperando en el tiempo de Dios; pero no hay necesidad de esperar para arrepentirnos, no hay que esperar para pedir perdón; ya no esperes más, ven a Jesus que Él te está esperando.
Psalms 130: Waiting for the Redemption of the Lord.
1 Cántico gradual. DE los profundos, oh Jehová, á ti clamo.
2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos A la voz de mi súplica.
3 JAH, si mirares á los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?
4 Empero hay perdón cerca de ti, Para que seas temido.
5 Esperé yo á Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado.
6 Mi alma espera á Jehová Más que los centinelas á la mañana. Más que los vigilantes á la mañana.
7 Espere Israel á Jehová; Porque en Jehová hay misericordia. Y abundante redención con él.
8 Y él redimirá á Israel De todos sus pecados.
Reflexion by Noemi Dominguez:
If you, Lord, kept a record of sins, Lord, who could stand? [verse 3, New International Version]. Both the condemned to death and the judge, both the teacher and the student, both the best of us and the worst of us, if God were to take into account our sins, neither could be declared innocent, “for there is no difference, for all have sinned and come short of the glory of God” [Romans 3:22 and 23, New International Version]. Everyone, the awfully bad and the exceptionally good, we all need to be forgiven. We will never be able to be innocent before God, but we can be forgiven, “being justified freely by his grace, through his redemption which is in Christ Jesus, whom God set as propitiation through faith in his blood to manifest his righteousness because of having overlooked, in his patience, past sins.” [Romans 3:24-26, Version]. In his anguish the Psalmist waits for an answer; he waits on God [verse 5], he waits for his soul in His Word, his soul waits more than the sentinel waits for the morning. It is true, we must persevere in prayer waiting for God’s time; but there is no need to wait to repent, there is no need to wait to ask for forgiveness; do not wait any longer, come to Jesus that He is waiting for you.
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