1 Crónicas 21: 19-30: El lugar para el templo.
19 Entonces David subió, conforme á la palabra de Gad que le había dicho en nombre de Jehová.
20 Y volviéndose Ornán vió el ángel; por lo que se escondieron cuatro hijos suyos que con él estaban. Y Ornán trillaba el trigo.
21 Y viniendo David á Ornán, miró éste, y vió á David: y saliendo de la era, postróse en tierra á David.
22 Entonces dijo David á Ornán: Dame este lugar de la era, en que edifique un altar á Jehová, y dámelo por su cabal precio, para que cese la plaga del pueblo.
23 Y Ornán respondió á David: Tómalo para ti, y haga mi señor el rey lo que bien le pareciere: y aun los bueyes daré para el holocausto, y los trillos para leña, y trigo para el presente: yo lo doy todo.
24 Entonces el rey David dijo á Ornán: No, sino que efectivamente la compraré por su justo precio: porque no tomaré para Jehová lo que es tuyo, ni sacrificaré holocausto que nada me cueste.
25 Y dió David á Ornán por el lugar seiscientos siclos de oro por peso.
26 Y edificó allí David un altar á Jehová, en el que ofreció holocaustos y sacrificios pacíficos, é invocó á Jehová, el cual le respondió por fuego de los cielos en el altar del holocausto.
27 Y como Jehová habló al ángel, él volvió su espada á la vaina.
28 Entonces viendo David que Jehová le había oído en la era de Ornán Jebuseo, sacrificó allí.
29 Y el tabernáculo de Jehová que Moisés había hecho en el desierto, y el altar del holocausto, estaban entonces en el alto de Gabaón:
30 Mas David no pudo ir allá á consultar á Dios, porque estaba espantado á causa de la espada del ángel de Jehová.
Reflexión por Noemi Dominguez:
Si usted fuera dueño de una taquería y el presidente de la nación viene a comer a su restaurante, ¿le cobraría usted la comida? Seria para usted suficiente paga el honor de haberle servido en su restaurante. Algo así habrá sentido Ornán cuando David le pidió que le vendiera una parcela de su terreno ya que quiso donarle no solo la parcela, sino también la leña y los animales para el sacrificio. “Yo lo doy todo.“ [versículo 23, Reina Varela 1960] le dijo Ornan a David.” Pero el rey David le respondió a Ornán: —Eso no puede ser. No tomaré lo que es tuyo para dárselo al Señor, ni le ofreceré un holocausto que nada me cueste. Te lo compraré todo por su verdadero precio.” [versículo 24, Nueva Versión Internacional]. David buscaba aplacar la ira de Dios porque él se sabía responsable de lo que estaba pasando y no permitiría que otro pagara por su pecado. Nos conmueven las nobles palabras David; su vehemente deseo de no dar a Dios algo de otro y así, pagar el precio pretendiendo pagar por su falta. Sin embargo, no muy lejos de esa parcela, diez siglos después se levantaría una cruz y en ella Jesus pagaría el precio completo del pecado de David y de los pecados de todos nosotros. Dios vio con agrado los sacrificios que David ofreció y detuvo la plaga. Dios vio con agrado el sacrificio de Su Hijo y no solo detuvo para siempre Su sentencia sobre todos nosotros, nos perdonó y puso en el olvido para siempre nuestros pecados, no por obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho [Tito 3:5], sino por pura gracia; por puro amor.
1 Chronicles 21:19-30: The place for the temple.
19 And David went up at the saying of Gad, which he spake in the name of the Lord.
20 And Ornan turned back, and saw the angel; and his four sons with him hid themselves. Now Ornan was threshing wheat.
21 And as David came to Ornan, Ornan looked and saw David, and went out of the threshingfloor, and bowed himself to David with his face to the ground.
22 Then David said to Ornan, Grant me the place of this threshingfloor, that I may build an altar therein unto the Lord: thou shalt grant it me for the full price: that the plague may be stayed from the people.
23 And Ornan said unto David, Take it to thee, and let my lord the king do that which is good in his eyes: lo, I give thee the oxen also for burnt offerings, and the threshing instruments for wood, and the wheat for the meat offering; I give it all.
24 And king David said to Ornan, Nay; but I will verily buy it for the full price: for I will not take that which is thine for the Lord, nor offer burnt offerings without cost.
25 So David gave to Ornan for the place six hundred shekels of gold by weight.
26 And David built there an altar unto the Lord, and offered burnt offerings and peace offerings, and called upon the Lord; and he answered him from heaven by fire upon the altar of burnt offering.
27 And the Lord commanded the angel; and he put up his sword again into the sheath thereof.
28 At that time when David saw that the Lord had answered him in the threshingfloor of Ornan the Jebusite, then he sacrificed there.
29 For the tabernacle of the Lord, which Moses made in the wilderness, and the altar of the burnt offering, were at that season in the high place at Gibeon.
30 But David could not go before it to enquire of God: for he was afraid because of the sword of the angel of the Lord.
Reflexion by Noemi Dominguez:
If you owned a taqueria and the president of the nation comes to eat at your restaurant, would you charge him for the food? It would be enough pay for you the honor of having served him or her in your restaurant. Something like this must have felt Ornán when David asked him to sell him a plot of his land as he wanted to donate not only the plot, but also the firewood and animals for sacrifice. ” It’s all yours!” [verse 23, Contemporary English Version] Ornan told David. “But King David replied to Araunah, “No, I insist on paying the full price. I will not take for the Lord what is yours or sacrifice a burnt offering that costs me nothing.” ” [verse 24, New International Version]. David sought to appease God’s wrath because he knew he was responsible for what was happening and would not allow another to pay for his sin. We are moved by David’s noble words; his vehement desire not to give God something that wasn’t his and thus pay the price by desiring to pay for his own fault. However, not far from this plot of land, ten centuries later a cross would be erected and on that cross Jesus would pay the full price for David’s sin and the sins of us all. God saw with pleasure the sacrifices David offered and stopped the plague. God saw with pleasure the sacrifice of His Son and not only stopped forever His sentence over us all, He forgave and forever forget our sins [Micah 7:18], not by works of righteousness that we had done [Titus 3:5], but by pure grace; by pure love.
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