Salmo 95: Cántico de alabanza y de adoración.
1 VENID, celebremos alegremente á Jehová: Cantemos con júbilo á la roca de nuestra salud.
2 Lleguemos ante su acatamiento con alabanza; Aclamémosle con cánticos.
3 Porque Jehová es Dios grande; Y Rey grande sobre todos los dioses.
4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra, Y las alturas de los montes son suyas.
5 Suya también la mar, pues él la hizo; Y sus manos formaron la seca.
6 Venid, adoremos y postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro hacedor.
7 Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,
8 No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, Como el día de Masa en el desierto;
9 Donde me tentaron vuestros padres, Probáronme, y vieron mi obra.
10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis caminos.
11 Por tanto juré en mi furor Que no entrarían en mi reposo.
Reina-Valera Antigua (RVA)
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Reflexión por Noemi Dominguez:
Me llama la atención la actitud de devoción de una hermana que al llegar a la sala donde se reúne la iglesia, sin prestar mucha atención a quienes le rodean, lo primero que hace es hincarse y pasar un momento con Dios. Predispone así su actitud para alabar y adorar a Dios con todos los que le rodean. Por otro lado, la experiencia de otros en la casa del Señor es semejante a quienes, especialmente en este país, suben al ascensor, y sin palabras o contacto visual con quienes allí están, aprietan el botón del piso más alto, reciben su dosis espiritual y bajan otra vez, sin contacto alguno con nadie. La mayoría de los verbos en este salmo están en plural: “Vengan, cantemos con gozo al Señor, Aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. Vengamos ante Su presencia con acción de gracias; Aclamemos a Él con salmos.” [versículos 1 y 2, Nueva Biblia de las Américas]. Así como en América latina al entrar al ascensor saludamos a quienes allí están, el salmista nos invita a entrar en Su presencia con acción de gracias. La gratitud, entonces, parece ser la clave que abre el programa de la adoración o la llave que abre la puerta a la presencia del Altísimo. ¡Gracias! ¡Que palabra tan rica e importante! Sus raíces son mucho mas profundas que la cultura o la educación. Es el resultado de quien descubre que ha recibido más de lo que merece. “La gratitud, como la fe, es un músculo. Cuanto más lo uses, más fuerte crecerá.” [Alan Cohen]. ¡Señor, hoy quiero dejar de pedir y pedir y solo agradecerte por quien Tú eres y por todo lo que has hecho por mi!
Psalm 95: A Call to Worship and Obedience.
1 O come, let us sing unto the Lord: let us make a joyful noise to the rock of our salvation.
2 Let us come before his presence with thanksgiving, and make a joyful noise unto him with psalms.
3 For the Lord is a great God, and a great King above all gods.
4 In his hand are the deep places of the earth: the strength of the hills is his also.
5 The sea is his, and he made it: and his hands formed the dry land.
6 O come, let us worship and bow down: let us kneel before the Lord our maker.
7 For he is our God; and we are the people of his pasture, and the sheep of his hand. To day if ye will hear his voice,
8 Harden not your heart, as in the provocation, and as in the day of temptation in the wilderness:
9 When your fathers tempted me, proved me, and saw my work.
10 Forty years long was I grieved with this generation, and said, It is a people that do err in their heart, and they have not known my ways:
11 Unto whom I sware in my wrath that they should not enter into my rest.
King James Version (KJV)
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Reflexion by Noemi Dominguez:
I am struck by the devotional attitude of a dear sister who, when she arrives at the room where the church meets, without paying much attention to those around her, the first thing she does is kneel down and spend a moment with God. She thus predisposes her attitude to praise and worship God with all those around her. On the other hand, the experience of others in the house of the Lord is similar to those who, especially in this country, get on the elevator, and without words or eye contact with those who are there, press the button on the highest floor, receive their spiritual dose and go down again, without any contact with anyone. Most of the verbs in this psalm are plural: “O come, let us sing unto the Lord! Let us make a joyful noise to the rock of our salvation! Let us come before His presence with thanksgiving, and make a joyful noise unto Him with psalms.” [verses 1 and 2, 21st Century King James]. Just as in Latin America when we enter the elevator we greet those who are there, the psalmist invites us to enter His presence with thanksgiving. Gratitude, then, seems to be the password that opens the program of worship or the key that opens the door to the presence of the Most High. Thanks! What a rich and important word! Its roots are much deeper than culture or education. It is the result of those who discover that they have received more than they deserve. “Gratitude, like faith, is a muscle. The more you use it, the stronger it will grow. ” [Alan Cohen]. Lord, today I want to stop asking and asking and just thank You for who you are and for all you have done for me!
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